Desde el año 2020 nuestro país se enfrentó a una situación sin precedentes y completamente insostenible en el sistema de salud debido a que tuvo que hacer frente a la devastadora pandemia de COVID-19, que afectó a todo el mundo, utilizando todos sus recursos. En este contexto el gasto sanitario se convirtió en un factor decisivo para enfrentar la saturación de los servicios manteniéndolos operativos y garantizando la atención médica a todos los ciudadanos que lo necesiten.
Al realizar un análisis detallado de los datos del informe del gobierno “Principales resultados: Sistema de Cuentas de Salud 2021” observamos la dinámica entre el gasto sanitario público y privado, y cómo entre la colaboración de ambas esferas se contribuyó a mantener el sistema de salud en momentos de crisis.
La inversión pública y privada, alcanzó la cifra de 131.984 millones de euros
De esta manera, vemos como el gasto sanitario total, que sumó la inversión pública y privada, alcanzó la cifra de 131.984 millones de euros. Un desembolso sanitario, que si al analizarlo detenidamente, vemos que se divide en un 71,7% del gasto público ascendiendo a un total de 94.694 millones de euros, mientras que el gasto privado en salud alcanzó los 37.289 millones de euros, correspondiendo al 28,3% restante. En España, en 2021, el gasto sanitario representó un 10,9 por ciento del producto interior bruto (PIB) —un 7,8 por ciento financiado con recursos públicos y un 3,1 por ciento, con recursos privados—. Ese porcentaje del 3,1% es la cifra más alta de gasto privado sobre PIB.
Es necesario recalcar el papel fundamental que desempeñaron las administraciones públicas de salud a lo largo del 2021 manteniendo en funcionamiento y sostenibles los servicios sanitarios para la ciudadanía. Podemos ver como, pese a que a finales de 2020 se consiguieron estabilizar los casos de coronavirus, el gasto sanitario total público aumentó un 5,07% en 2021. Si analizamos el gasto sanitario público prepandémico, es decir, del año 2019 vemos un incremento del gasto público del 15,9%.
Volviendo al gasto en 2021, sin ningún tipo de duda e igual que pasaba en los años anteriores, las administraciones regionales se enmarcan como los agentes principales de financiación, asumiendo el 91,6% de la carga significativa del gasto sanitario público total. Esto destaca su importancia en el abastecimiento de atención médica a nivel regional, mientras que a su vez se adapta a las necesidades específicas de cada comunidad.
Las mutualidades de funcionarios, es decir MUFACE, ISFAS y MUGEJU, contribuyen a la salud pública en un 4,9% del gasto sanitario público
Por otro lado vemos como, según el informe del Ministerio de Sanidad, las administraciones de la seguridad social que engloba a las mutuas que colaboran con la Seguridad Social y las mutualidades de funcionarios, es decir MUFACE, ISFAS y MUGEJU, contribuyen a la salud pública en un 4,9% del gasto sanitario público. En contraposición vemos como en las administraciones locales, a lo largo de este periodo, tuvieron un impacto mínimo en la financiación, representando tan solo un 0,7% del gasto total. Es más, mientras que observamos como en 2021 con respecto a los datos del 2020, en la única administración donde no hubo un aumentó el gasto sanitario fue en las administraciones locales.
Vemos por tanto al analizar la tasa de variación interanual del gasto sanitario público, como la subida más significativa se produjo en la administración central con un 38,6%, la cual se puede justificar por la compra centralizada de vacunas por el Ministerio de Sanidad, para hacer frente a la COVID-19. Vemos cómo las administraciones regionales, por su parte, aumentaron su gasto en un 4,6%, y que las administraciones de la seguridad social obtuvieron un incremento del 2,4%.
En paralelo al gasto público, el sector privado realizó una labor imprescindible en el panorama de la salud en España durante el año 2021. Como hemos podido discernir con anterioridad el gasto sanitario privado ascendió a 37.289 millones de euros aumentando un 14,18% con respecto al año 2020. El mayor agente de financiación del sector privado fue, sin lugar a dudas, los hogares. Con un aporte del 73,0% del gasto total sanitario privado, los hogares demostraron ser una pieza clave en la inversión de salud fuera del ámbito público.
El gasto sanitario privado ascendió a 37.289 millones de euros aumentando un 14,18% con respecto al año 2020
Sin embargo, si nos ceñimos al período comprendido entre 2017 y 2021, vemos como el gasto sanitario privado mantuvo un crecimiento sostenido, con un promedio anual de aumento del 4,7%. Este constante incremento podría interpretarse como un reflejo de la confianza creciente de la población en la atención médica del sector privado.
Dentro del gasto sanitario privado, un aspecto relevante son los pagos directos conocidos también como ‘gastos de bolsillo’. Estos son los pagos que realizan los hogares para obtener servicios médicos. Al analizar estos datos vemos como en 2021, los gastos se distribuyeron de manera diversificada. De esta manera vemos como los productos médicos dispensados a pacientes ambulatorios supusieron un 54,2% de los gastos de bolsillo, fragmentándose en dos partes. Por un lado se asignó un 58,9% del total a la adquisición de dispositivos terapéuticos y otros productos médicos no perecederos, y el 41,1% restante se dirigió a la compra de medicamentos y otros productos médicos perecederos.
En esta línea, vemos como el resto de los pagos directos se dividen en los servicios de asistencia curativa y rehabilitación, destinando un 38,8% de los gastos y reflejando la necesidad continua de estos servicios en el ámbito privado de la salud, y un 6,7% a los servicios de atención de larga duración y el 0,4 por ciento restante, a servicios auxiliares de atención de la salud.
Es necesaria la colaboración entre ambas esferas para asegurar el acceso a la atención médica y fortalecer la capacidad de respuesta
Con estos datos en la mano vemos como a lo largo del año 2021 se reforzó la importancia del gasto sanitario en España, no solamente como una inversión en salud, sino a su vez como una medida crucial para enfrentar situaciones de crisis sanitarias. Las cifras reflejan de manera clara la interdependencia entre el gasto sanitario público y privado, haciendo ver como es necesaria la colaboración entre ambas esferas para asegurar el acceso a la atención médica y fortalecer la capacidad de respuesta del sistema de salud.