La inteligencia artificial (IA) forma parte ya del día a día del sector sanitario, mejorando tanto el propio tratamiento como la prevención y el seguimiento de los pacientes. En el caso de la industria farmacéutica, su utilización permite gestionar grandes volúmenes de datos, mejorar la toma de decisiones, y, en definitiva, acelerar el desarrollo de fármacos.
Además de todas estas ventajas, la introducción de la IA en la industria farmacéutica también ha permitido mejorar la detección, el procesamiento y el análisis de eventos adversos, lo que permite una vigilancia de la seguridad de los medicamentos más eficiente y precisa. Este es precisamente el punto de partida del informe presentado por IQVIA ‘El futuro de la farmacovigilancia: Integración de IA con Sistemas de seguridad de medicamentos’, que analiza cómo esta tecnología está transformando el sector.
La introducción de la IA en la industria farmacéutica también ha permitido mejorar la detección, el procesamiento y el análisis de eventos adversos, lo que permite una vigilancia de la seguridad de los medicamentos más eficiente y precisa
Desde la IQVIA apuntan que, para los equipos de farmacovigilancia, la IA representa una serie de oportunidades y desafíos muy grandes. Es una realidad que puede ser una herramienta clave para gestionar el creciente volumen de datos, sin embargo, su implementación requiere de un seguimiento y una documentación estricta para garantizar el cumplimiento de las directrices. Un claro ejemplo del compromiso del sector con el buen uso de la IA en este sentido es la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). De la mano de su Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos lanzaron una guía en la que fomentan la discusión y comprensión del uso de la IA y otras tecnologías emergentes en este ámbito.
Por parte de IQVIA, están integrando la IA en diversas áreas de la farmacovigilancia, como es el caso del análisis de datos operativos, donde procesa grandes volúmenes de información para detectar “señales de seguridad” de manera más rápida y precisa. Además, la manera en la que consiguen estos datos es muy novedosa, ya que incluye el análisis de voz y transcripción durante llamadas, así como el análisis de los sentimientos de los pacientes para comprender mejor el contexto de los efectos adversos.
Este enfoque incluye también, según explican desde la IQVIA, la generación de informes periódicos mediante la IA que proporcionan a los profesionales sanitarios información precisa y concisa. A lo largo de este proceso también se contempla la posibilidad de que la IA clasifique y priorice casos, permitiendo así identificar eventos adversos y extraer información crucial que podría pasar desapercibida en los sistemas tradicionales de farmacovigilancia.
Es una realidad que la IA en la farmacovigilancia puede ser una herramienta clave para gestionar el creciente volumen de datos, sin embargo, su implementación requiere de un seguimiento y una documentación estricta para garantizar el cumplimiento de las directrices
En cuanto a los desafíos que pueden surgir a lo largo de este camino, la IQVIA asegura que se comprometen a cumplir con las expectativas de los reguladores en cuanto al uso responsable de la IA en la farmacovigilancia. Para ello, se enfocan en la recuperación sólida y la implementación de estructuras de gobernanza adecuadas que garanticen tanto la seguridad como la eficacia de sus sistemas de IA. Una “vigilanciacontinua” que trata de mejorar estos procesos en la industria farmacéutica y adaptarse a las nuevas necesidades del sector.
En definitiva, además de demostrar todas las ventajas que tiene la IA en la industria farmacéutica, el informe sugiere que las asociaciones con organizaciones especializadas en este sentido ayudarán a maximizar beneficios y mejorar el control de la seguridad. En el caso de IQVIA y su compromiso con la IA, ofrece una plataforma integral que facilita la recopilación, el procesamiento y la interpretación de datos de seguridad de medicamentos, lo que permite a las empresas tomar decisiones más informadas y proactivas en materia de farmacovigilancia.