La innovación y la mejora de la prescripción, claves frente a la resistencia antimicrobiana

Expertos debaten sobre las medidas para afrontar la resistencia antimicrobiana que causa al año más de 33 mil fallecimientos en Europa.

Una de las mesas debate de la jornada Las resistencias antimicrobianas reto en Salud Pública para las Organizaciones sanitarias de la Cátedra EVES GSK UV (Foto. Cátedra EVES GSK UV)

Más de 33 mil muertes anuales en la Unión Europea se derivan de la resistencia antimicrobiana (RAM), 1,27 millones en el mundo. Se trata de uno de los principales desafíos de salud pública existente, tal y como lo recalcaron los expertos reunidos en Valencia con motivo de la jornada ‘Las resistencias antimicrobianas: reto en Salud Pública para las Organizaciones sanitarias’ de la Cátedra EVES-GSK-UV.

Las agencias reguladoras, los profesionales sanitarios y la industria trabajan para hacer frente a este reto. Con estrategias como el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), España ha conseguido reducir el uso de estos fármacos, fomentar aquellos tipos más innovadores y con menores resistencias y establecer una vigilancia del consumo y del uso de estos tratamientos.

La Dra. Reyes Castillo, de la Unidad de Coordinación del PRAN y participante en las jornadas de la Cátedra EVES-GSK-UV, indicó que este plan ha contado con tres actualizaciones en las que se ha incrementado el número de objetivos estratégicos. El último programa, fechado para el periodo 2022-2024, está enfocado en el concepto ‘One Health’, pero mantiene las claves de vigilancia, control, prevención, comunicación formación e investigación de sus antecesores. Gracias a estas medidas, desde su primera publicación en 2014, el consumo global de antibióticos se redujo un 25%, aunque todavía hay retos.

Dra. Castillo: "Se necesitan diferentes acciones para dar respuesta a un problema global muy complejo”

“En concreto, sería necesario trabajar más las prescripciones en Atención Primaria, que es donde más se realizan actualmente”. En este punto, la Dra. Castillo recordó que España se encuentra en la posición 23 de los 27 países de la Unión Europea en consumo en el ámbito comunitario. Por el contrario, el uso hospitalario es cada vez más bajo, lo que sitúa al país en el puesto 13 de 25 Estados miembros de la UE.

En total con el PRAN se han implementado más de 60 documentos y 80 medidas que han permitido hacer un uso más responsable de estos fármacos. Entre las acciones que han realizado desde el Ministerio de Sanidad, señaló la doctora, se encuentra la PRANteca, un repositorio con toda la información de las resistencias, y la ‘Guía Terapéutica Antimicrobiana del SNS’, una app que tiene el objetivo de optimizar y homogeneizar la prescripción de antibiótico, con la meta de disminuir el riesgo de aparición de resistencias. “Al final se necesitan diferentes acciones para dar respuesta a un problema global muy complejo”.

ABORDAJE E INNOVACIÓN

Fuera de España, la Unión Europea también cuenta con sus propias medidas con las que reforzar la acción frente a la RAM. La búsqueda de nuevos fármacos con los que evitar la resistencia antimicrobiana ha llevado a la UE a crear figuras como los bonos transferibles dirigidas al desarrollo de nuevos mecanismos de acción y nuevas sustancias activas contra infecciones graves o resistentes. La realidad es que está resultando difícil que se desarrollen nuevos antibióticos.

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2021 solo había 27 nuevos antibióticos en desarrollo clínico contra patógenos prioritarios, frente a los 31 productos de 2017. Desde hace cuatro años únicamente se han aprobado 12 antibióticos, 10 de los cuales van dirigidos a bacterias que ya tienen mecanismos de resistencia farmacológico para ellos y solo dos representan un nuevo método antimicrobiano.

Frente al escaso desarollo de antibióticos, como señaló en la ponencia de la Cátedra EVES-GSK-UV el Dr. Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en los últimos años se está apostando por nuevas estrategias innovadoras como “la fagoterapia  y las vacunas”. Un ámbito en el que las compañías farmacéuticas tienen un papel muy importante. En este sentido, GSK, como señaló la Dra. Sandra Sistiaga, Site Engagement Lead - Clinical Development de la empresa, cuenta con distintos desarrollos de tratamientos antimicrobianos. Uno de ellos es gepotidacina, actualmente en fase de investigación frente a la gonorrea. "También estamos trabajando enla prevención de enfermedades que requieren del uso de antibióticos para lo que se están desarrollando diferentes vacunas frente algunos de  microorganismos señalados por la OMS como los más prioritarios".

“Es necesario concienciar a los profesionales sanitarios, veterinarios y a la población, seguir reuniendo esfuerzos para desarrollar respuestas innovadoras y crear mayor colaboración con la administración"

Sin embargo, como recordó la experta, el desarrollo de un fármaco es muy lento, mientras que la resistencia se genera de forma muy rápida.“Esto es un problema al que se suma unretorno de rentabilidad bajo, lo que hace que muchas veces no se encuentren suficientes inversores”. No obstante, las farmacéuticas trabajan en alianzas para dar mejor respuesta a este desafío.

Además de la innovación, es preciso educar y concienciar a la sociedad y a los profesionales, así como tomar medidas que mejoren la prescripción de los antibióticos, en palabras de la Dra. Esperanza Merino, jefa de la de Unidad Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario de Alicante. “No es cuestión solo de reducir el uso, sino de crear equipos multidisciplinares para mejorar los diagnósticos y optimizar los recursos”.

En este sentido, la experta instó de nuevo a la vacunación como principal medida de prevención del uso de antibióticos, a los diagnósticos microbiológicos que permitan enfocar bien el tratamiento antibiótico y a mayores recursos. Todo ello recogido en los programas de optimización de usos de los antibióticos (PROAs).  Coincidió con ella la Dra. Paula Ramírez, intensivista en el Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, quien señaló que todas estas medidas habían reducido notablemente las cifras de resistencia en UCI, antes de la Covid-19. “Estas van desde la selección del antibiótico hasta las medidas de control de la transmisión cuando se haya confirmado una cepa multirresistente. Son programas mejorables, pero no podemos dejar de trabajar en ello día a día”.

“Pese a los esfuerzos que se hacen la resistencia a los antimicrobianos continúa creciendo”, recogió en las conclusiones el profesor de la Universidad de Valencia, jefe de servicio de Medicina Interna en el Hospital Universitario Dr. Peset de Valencia y moderador del evento, Arturo Artero. “Es necesario concienciar a los profesionales sanitarios, veterinarios y a la población, seguir reuniendo esfuerzos para desarrollar respuestas innovadoras y crear mayor colaboración con la administración. Solo así podemos enfrentar esta amenaza de salud pública”, arguyó.

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