La atención farmacéutica está en constante evolución, con muchos medicamentos nuevos que ingresan al mercado. Estos ofrecen alternativas a los tratamientos existentes y, en algunos casos, la posibilidad de tratar afecciones previamente consideradas incurables.
A pesar de las ventajas que ofrecen estos nuevos fármacos, los costos pueden ser muy altos con implicaciones significativas para los presupuestos de atención médica. En 2017, los productos farmacéuticos minoristas representaron casi una quinta parte de todos los gastos de atención médica y representaron el tercer componente de gasto más grande en los países de la OCDE después de la atención hospitalaria y ambulatoria.
La mayor parte del gasto en productos farmacéuticos es para aquellos que requieren de recetas médicas (7 %)
En su evolución y su distribución se centra el último informe elaborado por la OCDE ‘Salud en un vistazo 2019’. Un documento que compara indicadores clave de los sistemas de salud, tanto de los estados miembros como de los países candidatos y potenciales socios de la institución supranacional.
Según los datos de la OCDE, la mayor parte del gasto en productos farmacéuticos es para aquellos que requieren de recetas médicas (7 %), y el resto se gasta en medicamentos de venta libre (19 %) y medicamentos no duraderos (5 %). Los costos de los medicamentos de venta libre generalmente son asumidos por pacientes, aunque ocasionalmente contribuyentes públicos o planes de seguro obligatorios pueden contribuir.
Dependiendo de la legislación específica del país, algunos medicamentos de venta libre se pueden vender fuera de las farmacias, por ejemplo, en supermercados, otras tiendas minoristas o por Internet. El gasto en medicamentos de venta libre en España representa un tercio del total.