La Comisión Europea y el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) han calificado las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS) como un problema de salud pública prioritario, por lo que instan a los países a adoptar y replicar estrategias para la prevención y el control de estas infecciones.
Un creciente problema de salud pública que ocupa un lugar cada vez más destacado en las agendas debido a que muchas de estas infecciones son resistentes a los antibióticos. En la actualidad, las infecciones relacionadas con la atención sanitaria se consideran como el mayor riesgo en los entornos hospitalarios para los pacientes, especialmente en los países de medios y bajos ingresos.
Las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria se traducen en un “incremento de las estancias hospitalarias, discapacidad a largo plazo, mayor resistencia de los microorganismos a los antimicrobianos, costes adicionales tanto para el propio paciente como para el sistema sanitario y muertes innecesarias”, exponen Jordi Vila y José M. Miró (Hospital Clínic – Universidad de Barcelona), en el libro “Las enfermedades infecciosas en 2050”, elaborado por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).
La alarmante fotografía que plantean las IRAS hace que su control constituya una línea de actuación prioritaria en todas las estrategias orientadas a garantizar la seguridad de los pacientes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que en los países de altos ingresos siete de cada 100 pacientes ingresados en un UCI contraerán, al menos, una infección nosocomial (nombre con el también se conocen las IRAS). La cifra se eleva a los 15 de cada 100 pacientes en el caso de las naciones con menos ingresos. De media, uno de cada 10 pacientes afectados fallecerá por una de estas infecciones.
De acuerdo con los datos expuestos por los referidos profesionales las infecciones nosocomiales reportan una prevalencia en los países desarrollados de entre el 5-12%. Si hablamos de las más recurrentes el estudio EPINE reveló que en 2019 las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria más prevalentes en España fueron las respiratorias, seguidas por las urinarias, la infecciones quirúrgicas, las bacteriemias y las infecciones asociadas a catéteres y otras localizaciones.
La OMS revela que en los países de altos ingresos siete de cada 100 pacientes ingresados en un UCI contraerán, al menos, una infección nosocomial. La cifra se eleva a los 15 de cada 100 pacientes en el caso de las naciones con menos ingresos
“Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) son lugares donde el riesgo de padecer una infección se incrementa notablemente, debido a la presencia de enfermos con patologías graves e inmunodeprimidos, el uso de más técnicas invasivas, de tratamientos con antimicrobianos durante más tiempo y mayor cantidad de microorganismos multirresistentes”, advierten los autores.
En cuanto a los microorganismos multirresistentes más frecuentes a nivel global citan Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), enterococos resistentes a la vancomicina, enterobacterias productoras de carbapenemasas y Pseudomonas aeruginosa multirresistente.
Los expertos detallan que los programas de intervención que se desarrollan en las unidades de cuidados intensivos han logrado disminuir la incidencia de este tipo de infecciones. “Desconocemos si esta tendencia a la baja continuará o por el contrario habrá un rebrote de este tipo de infecciones, lo que hace importante mantener las medidas de prevención y probablemente incorporar nuevas”, advierten.
“Las Unidades de Cuidados Intensivos son lugares donde el riesgo de padecer una infección se incrementa notablemente, debido a la presencia de enfermos con patologías graves e inmunodeprimidos, el uso de más técnicas invasivas, de tratamientos con antimicrobianos durante más tiempo y mayor cantidad de microorganismos multirresistentes”
Entre los aspectos sobre los que recomiendan que mayor atención deba prestarse ante este problema de salud pública global destacan el incremento constante de la resistencia bacteriana a los antibióticos. Un problema que enfatiza en la necesidad de extremar las medidas para controlar la aparición y diseminación de las bacterias multirresistentes.
PROPUESTAS DE ACCIÓN ANTE EL AUMENTO DE LAS IRAS
Seimc propone a través de su libro una serie de propuestas de acción y recursos necesarios para hacer frente a este problema de salud pública, que se prevé que aumente en los próximos años:
- Potenciar el programa PROA (Programa de Optimización de uso de Antimicrobianos, que en inglés se denomina “Antimicrobial Stewardship Programs”) en la totalidad de los hospitales lo que nos permitirá reducir la incidencia de bacterias multirresistentes mediante un uso más racional de los antibióticos.
- Implementar los programas PRODIM (programa de optimización del diagnóstico microbiológico) y de pruebas de diagnóstico rápido que en minutos mejor que horas proporcionen información sobre la causa de la infección y si es una bacteria a que antibióticos es sensible. Para el año 2050 se espera disponer de la tecnología necesaria para detectar el microorganismo causante de sepsis y la detección de determinantes de resistencia en una hora y la sensibilidad antibiótica en cuatro-seis horas directamente de sangre. Probablemente estas pruebas irán acompañadas de algoritmos de inteligencia artificial que facilitarán el diagnóstico.
- Es imprescindible que los equipos de PROA y PRODIM trabajen junto a los equipos de prevención y control. La separación actual en la mayoría de los centros es inaceptable y este es un reto prioritario para los próximos años con el fin de optimizar el manejo de las IRAS y mejorar los resultados.
- Mejores sistemas de control ambiental con mejor de depuración de aire, agua y superficies y de infecciones mediante alertas automatizadas de infecciones resistentes a los antibióticos y mejor gestión de la información mediante algoritmos basados en inteligencia artificial.
- Descolonización intestinal mediante técnicas no tan agresivas como la descontaminación intestinal selectiva con antibióticos. Para ello podremos utilizar el trasplante fecal o un método más selectivo como la utilización de fagos o el sistema CRISPR-Cas.
“La pandemia de Covid-19 ha hecho patentes un gran número de problemas en materia de prevención y control de infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, incluidos aquellos países que contaban con los sistemas más avanzados”, ha declarado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“También ha brindado una oportunidad sin precedentes de hacer balance de la situación e intensificar rápidamente la disposición operativa y la respuesta ante los brotes mediante prácticas de prevención y control de infecciones, así como reforzar estos programas en todo el sistema de salud. Nuestro reto ahora es lograr que todos los países puedan asignar los recursos humanos, suministros e infraestructuras que ello requiere”, concluye.