La industria farmacéutica desempeña un papel clave en la consecución de varios retos socioeconómicos, entre los que se destaca su compromiso con la sostenibilidad medioambiental, siendo uno de los sectores más implicados en la reducción de su huella de carbono. Prueba de ello, un nuevo informe de la consultoría AFI, 'Contribución socioeconómica de los medicamentos y de la industria farmacéutica en España’, apunta que en 2022, cerca del 70% de la energía utilizada por las compañías farmacéuticas provenía de fuentes renovables, 12% más que en 2019 . Del mismo modo, indican que el 1,2% de energía utilizada por estas empresas provenía de la autogeneración, seis veces más que en 2019.
Las compañías farmacéuticas con actividad en España han aumentado, con el paso de los años, su compromiso con la transición verde, entre otras razones, debido a que son uno de los sectores que más contaminaban. Este aspecto resulta especialmente relevante en un contexto de creciente concienciación global acerca de la huella de las actividades económicas sobre el medioambiente, tales como la contaminación del entorno (aire, agua, suelos) o la explotación de recursos naturales no renovables.
En 2022, cerca del 70% de la energía utilizada por las compañías farmacéuticas provenía de fuentes renovables, 12% más que en 2019
Esta progresiva incorporación de fuentes renovables dentro de la energía de la industria farmacéutica se ha traducido en una caída de la intensidad emisora de CO2, que contabiliza la cantidad de CO2 emitida por cada millón de euros de valor añadido generado de las compañías farmacéuticas. Más concretamente, el informe de AFI recoge que entre 2008 y 2021, esta cifra se ha reducido en un 59%, 35% más que la media industrial. De esta forma, a día de hoy, cada empresa farmacéutica emite 64 toneladas de CO2 para generar un millón de euros de valor añadido, frente a las 542 toneladas que emite la empresa industrial promedio y 157 que emite la empresa española promedio.
Además de las medidas orientadas a la incorporación de fuentes renovables, el informe apunta que la industria también ha llevado a cabo una estrategia de reducción del uso de la energía en la producción, con el objetivo de incrementar la eficiencia energética en la industria farmacéutica. En 2021, reportaron un consumo energético equivalente al 2,8% de su valor agregado bruto, una cifra bastante inferior a la registrada en el promedio de la industria manufacturera, que se sitúa en el 10,1%.
La reducción de la huella ambiental de la industria farmacéutica no se limita al ámbito energético, ya que también contempla objetivos de reducción de residuos, muy complejos en este ámbito. En este sentido, se encuentra la implementación del ecodiseño en los envases de medicamentos, que contribuye a una de las principales metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
Desde el año 2000, las compañías farmacéuticas han aplicado más de 3.500 iniciativas de ecodiseño que, a su vez, perduran en el tiempo al incorporarse a nuevos formatos que se comercializarán a lo largo de las próximas décadas
El informe resalta el marco del Plan Empresarial de Prevención de Envases (PEP) 2021-2023 de Sigre, que, en 2021, consiguió que las compañías farmacéuticas implementaran 420 iniciativas de ecodiseño que afectaron a más de 17 millones de envases, traduciéndose en una reducción de más de un millón de kilogramos de residuos. Posteriormente, en diciembre de 2023, Sigre lanzó el Plan Empresarial de Prevención y Ecodiseño (PEPE) de envases del sector farmacéutico para el período 2024-2028. Una iniciativa con la que pretender contribuir al cumplimiento de los objetivos de prevención establecidos en la normativa de envases, y con la que prevén incrementar en un 5% el número de proyectos que favorezcan la reciclabilidad de los envases y minimicen su impacto ambiental.
Según explican desde Sigre, desde el año 2000, las compañías farmacéuticas han aplicado más de 3.500 iniciativas de ecodiseño que, a su vez, perduran en el tiempo al incorporarse a nuevos formatos que se comercializarán a lo largo de las próximas décadas, multiplicando los ahorros en las materias primas y energía necesarias para su producción, transporte y posterior gestión medioambiental de sus residuos.