Este viernes 18 de noviembre, MSD ha llevado a cabo un seminario titulado “Diálogos MSD inventing for Life: determinantes sociales en salud” al que han asistido diferentes expertos sanitarios con el objetivo de dar visibilidad a las inquietudes en salud y reflexionar sobre las medidas que se deben llevar a cabo para lograr un acceso más igualitario en el ámbito de salud.
El inicio de la jornada ha estado marcado por las ponencias de Cristina Nadal, directora ejecutiva de Policy de MSD España; Juan del Llano, director de la Fundación Gaspar Casal, y Silvia Calzón, secretaria de Estado de Sanidad.
En su discurso, Cristina Nadal ha enfatizado la importancia de concienciar en que las desigualdades en salud se pueden evitar si se trabaja de forma más colaborativa. Ha destacado que el 73% de los factores que causan desigualdad no se explican por la genética de las personas, sino que inciden factores culturales, sociales, económicos y medioambientales, entre otros. Según la directora ejecutiva, "las desigualdades en salud son evitables, si trabajamos juntos por una salud no determinada".
Del mismo modo, ha puesto de en relieve el papel tan importante que juega la industria farmacéutica como parte de la sociedad, ya que su interés es mejorar la salud de las personas. “Desde MSD trabajamos de manera histórica en la parte de los determinantes sociales y hemos llevado a cabo diferentes donaciones de medicamentos a países más desfavorecidos para reducir la alta tasa de mortalidad. Uno de los proyectos llevados a cabo ha sido el proyecto de Merck para las madres, que ofrece unas mejores condiciones para reducir la mortalidad. Esta iniciativa se puso en marcha hace más de 15 años y se encuentra presenta en 50 países”, ha expresado Nadal.
Las personas que tienen un peor nivel socioeconómico son a las que más les repercuten las enfermedades crónicas, porque tener menos recursos se traduce en un mayor aumento de enfermedades
Por su parte, Juan del Llano, director de la Fundación Gaspar, ha destacado la necesidad que tiene nuestro país de consensuar unos principios justos para formar a la sociedad, incluyendo el sistema sanitario. Asimismo, ha apuntado la importancia de trabajar según lo estipulado en la Ley General de Salud Pública del 2011 que establecía que la salud, regulada por las administraciones, debía de protegerse mediante acciones sanitarias transversales.
Por último, la protagonista del cierre de la inauguración ha sido Silvia Calzón, secretaria de Estado de Sanidad. Durante su intervención, ha señalado que a día de hoy nos encontramos en un ambiente cambiante y totalmente diferente a hace unos años debido a la pandemia. “Hubo una correlacion entre la covid y el peor nivel socioeconómico. Las personas a las que la covid les afectó más, tenían peor salud, porque se asentaban sobre otra pandemia, la de las enfermedades crónicas, que sí inciden en el factor socioeconómico, porque cuanto menos recursos tenemos, más nos repercute, traduciéndose en enfermedades crónicas”.
En esta línea, la secretaria de Estado de Sanidad ha destacado que durante la pandemia los diferentes ministerios en colaboración con las comunidades autónomas llevaron a cabo distintas actuaciones coordinadas, como por ejemplo, abrir los colegios, debido al importante papel que tienen en el desarrollo educativo y emocional de los niños. En el caso de que esta actuación no hubiese sido posible, se habría contribuido a aumentar las brechas sociales.
Además, Calzón ha reseñado que las crisis sanitarias, económicas y sociales empeoran la salud de las personas, tal y como recoge el Informe del Sistema Nacional de Salud de 2020/2021. Dicho texto incluye que las enfermedades crónicas inciden un 3% en las personas más favorecidas y un 8% en las menos favorecidas. Precisamente, una de las enfermedades que genera mayor desigualdad es la diabetes, que presentan una brecha de género, siendo las mujeres las personas más afectadas por la enfermedad. En palabras de la secretario de Estado de Sanidad, "la salud pública debe de ser capaz de ganar la guerra y de ganar la paz".