El impacto de la industria farmacéutica en España: por cada empleo generado se crean cuatro más

La generación de empleo, la producción y la inversión en I+D son indicadores clave de la importancia de este sector en el país, tal y como lo recoge el nuevo informe publicado por Farmaindustria

Industria farmacéutica (Foto. Canva)
15 noviembre 2024 | 16:00 h

La industria farmacéutica se ha convertido en uno de los motores de la economía española, no solo por su contribución a la salud pública, sino también por su impacto significativo en el empleo, la producción y la innovación. Según recoge un nuevo informe de la patronal de la industria farmacéutica, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) en el sector alcanzó un nuevo récord, con 1.395 millones de euros en 2022, lo que representa un aumento del 10,1% en comparación con el año anterior. Un gran compromiso que no solo impulsa la creación de nuevos tratamientos y medicamentos, sino que también genera un “efecto multiplicador” en la economía.

Este impacto de la industria farmacéutica en España se puede observar principalmente en tres aspectos: el empleo que genera y sus características que pasan por una alta cualificación y unos contratos estables; la producción y valor económico del sector en el país, con una gran contribución al PIB y a las exportaciones; y la innovación e inversión en I+D, un pilar fundamental para la industria que permite avanzar en la búsqueda de nuevos tratamientos. 

La inversión en investigación y desarrollo (I+D) en el sector alcanzó un nuevo récord, con 1.395 millones de euros en 2022, lo que representa un aumento del 10,1% en comparación con el año anterior

Entrando más en materia, el empleo ha experimentado un crecimiento notable en este país. Según los datos del informe, registran un incremento del 30,36% desde el 2015, alcanzando un total de 7.187 empleados en 2022, últimos datos disponibles. En este sentido, el sector no solo se caracteriza por la creación de empleo directo, sino que también genera un impacto claro en el empleo indirecto e inducido, contribuyendo a la estabilidad laboral en el país.

El informe destaca que, en España, por cada empleo directo generado en la industria farmacéutica, se crean aproximadamente cuatro empleos adicionales. Más concretamente, 1,5 empleos indirectos y 2,5 inducidos, lo que implica que, considerando el empleo directo, indirecto e inducido, el sector genera un volumen de empleo superior a 270.000 personas. Un efecto cadena que es clave para poder entender realmente el impacto económico de la industria farmacéutica en la economía nacional.

En cuanto a las características de este empleo, un 96,4% de los empleos directos en este sector son de carácter indefinido, en comparación con el 82,8% del total de la economía nacional. Además, más del 99% de ellos son a tiempo completo, lo que contribuye a la seguridad laboral de los trabajadores en este sector. Por otro lado, el informe también resalta un aumento en la participación femenina. La proporción de empleo femenino ha pasado del 51,9% en 2017 al 56,1% en 2023, y se espera que alcance un récord histórico del 60,5% en 2024 . Además, la presencia de mujeres en los Comités de Dirección ha aumentado del 41,3% en 2017 al 45,2% en 2023.

En términos de producción, su valor ha alcanzado aproximadamente 23.211 millones de euros, lo que representa un 0,5% de aumento respecto al año anterior. Un crecimiento que es indicativo de la robustez del sector y su capacidad para adaptarse a las demandas del mercado. El valor añadido bruto (VAB) generado por la industria farmacéutica también es importante, con 7.520 millones de euros en 2022, lo que representa aproximadamente el 5% del total de la industria manufacturera en España

A pesar de registrar buenos resultados en comparación con otros sectores, los expertos advierten que es necesario aumentar la inversión en I+D, ya que, a fin de cuentas, es esencial para asegurar la salud y la calidad de vida en el futuro

Por parte de la inversión en innovación, de los 1.395 millones de euros mencionados anteriormente, destaca que aproximadamente el 60% se destinó a ensayos clínicos, lo que equivale a 834 millones de euros. Dentro de estos, un 36% se utilizó para fases tempranas de investigación (fases I y II), lo que representa 304 millones de euros. Una tendencia positiva que permite a las empresas evaluar la seguridad y eficacia de nuevos medicamentos antes de avanzar a etapas más avanzadas  e invertir más dinero. 

Todos estos datos que recoge el nuevo informe de Farmaindustria demuestran el buen momento que atraviesa la industria farmacéuticaen España y el impacto que tiene sobre la economía del país. Sin embargo, a pesar de registrar buenos resultados en comparación con otros sectores, los expertos advierten que es necesario aumentar la inversión en I+D, ya que, a fin de cuentas, es esencial para asegurar la salud y la calidad de vida en el futuro de una población cada vez más envejecida, como es el caso de España. 

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