Los avances en ciencia y tecnología han permitido que la investigación y desarrollo evolucione abriendo un abanico de nuevas opciones terapéuticas, con terapias celulares y genéticas innovadoras cada vez más disponibles. En un informe reciente publicado por la Asociación Europea de la Industria Farmacéutica (EFPIA), se revelan cifras que destacan el papel fundamental de la industria farmacéutica en la economía europea.
La producción de medicamentos en Europa ha experimentado un crecimiento constante a lo largo de los años, alcanzando un valor de 363.300 millones de euros en 2022. En este periodo de tiempo, es Italia la que se posiciona con un mayor valor con un total de 49 mil millones de euros, seguida por Bélgica con 41 mil millones, Alemania con 37 mil millones. En este contexto España se encuentra en la sexta posición con un valor de casi 23 mil millones.
Según las estimaciones, en el 2023 la producción alcanzó un valor total de 390.000 millones de euros lo que supone un incremento del 7,3% con respecto al pasado año. El informe no recoge la producción farmacéutica por países actualizada con datos de 2023.
Otro aspecto destacado en el informe de la EFPIA que demuestra la importancia de la industria farmacéutica como un activo clave para la economía europea, es la inversión en I+D. En el año 2000, la industria gastó 17.849 millones de euros en el desarrollo de productos farmacéuticos innovadores con el objetivo de cubrir las necesidades no cubiertas y mejorar la calidad de vida de los pacientes de todo el mundo. En el año 2023, esta cifra se incrementó hasta los 50 mil millones de euros lo que supone un incremento del 180%, evidenciando el compromiso de la industria farmacéutica europea con la innovación y el desarrollo de nuevos tratamientos.
Estados Unidos ha mantenido su posición como líder en inversión en I+D farmacéutico, con un gasto que ha alcanzado los 71.459 millones de euros en 2022
Junto con Europa, Estados Unidos, Japón y China están liderando la inversión en I+D. Estados Unidos ha mantenido su posición como líder en inversión en I+D farmacéutico, con un gasto que ha alcanzado los 71.459 millones de euros en 2022. En Europa, el pasado año se realizó una inversión de 47.010 millones, mientras que en Japón, la inversión se situaba en los 11.084 millones de euros.
Por su parte, la EFPIA afirma que en el panorama del desarrollo de medicamentos innovadores, China ha emergido como un actor clave con un gasto de 6.460 millones de euros en 2022. El crecimiento significativo en la inversión en I+D en China subraya su compromiso con el desarrollo de nuevas terapias y medicamentos para abordar los desafíos sanitarios actuales.
Dentro de Europa, podemos destacar la participación de ciertos países predominantes en lo referente a la inversión en investigación y desarrollo. El país que más ha invertido en el 2022 en el desarrollo de medicamentos es Suiza con un desembolso de 9.556 millones de euros. En segunda posición se encuentra Alemania con 9.372 millones, seguido por Reino Unido con una inversión de 6.857 millones. España se encuentra en octava posición con un total de 1.395 millones de euros.
El proceso de desarrollo de un medicamento puede extenderse por un período de 12 a 13 años
Cada nuevo medicamento lanzado al mercado surge de un proceso extenso, costoso y lleno de riesgos de investigación y desarrollo realizado por compañías farmacéuticas. Según el estudio, el proceso de desarrollo de un medicamento puede extenderse por un período de 12 a 13 años, desde la síntesis inicial de la sustancia activa hasta su llegada al mercado. Según el documento, se suelen dedicar diez años al I+D, y más delante de dos a tres años en trámites administrativos. Esta larga duración se debe a las rigurosas etapas de pruebas y aprobaciones regulatorias que deben superarse para garantizar la seguridad y eficacia del medicamento.
Además, el informe destaca que el costo de investigar y desarrollar una nueva molécula química o biológica es considerable, alcanzando los 3.130 millones de euros. La investigación también revela que, en promedio, solo entre uno y dos de cada 10.000 compuestos sintetizados en laboratorios lograrán convertirse en un medicamento comercializable, lo que subraya la naturaleza arriesgada de la investigación farmacéutica.