El Hospital Universitario Rey Juan Carlos ha ampliado la capacidad de su Bloque Quirúrgico con la reciente apertura y puesta en marcha de cuatro nuevos quirófanos dotados de equipamiento de última generación y destinados mayoritariamente a cirugía ambulatoria.
“Este escenario nos ha llevado a optimizar la utilización de los espacios, el uso de los recursos y la organización de los flujos asistenciales, así como a consolidar nuestra apuesta por la creación de canales de comunicación y la implementación de servicios y circuitos no presenciales, entre otras medidas, para anticiparnos y adaptarnos a las necesidades y expectativas de nuestros pacientes”, explica el Dr. Juan Rey, director médico del centro hospitalario.
Estos nuevos cuatro quirófanos están dedicados preferentemente a actividad quirúrgica ambulatoria, de baja complejidad, especialmente de Oftalmología y Dermatología; y puntualmente de otros servicios como Cirugía Ortopédica y Traumatología, Cirugía General y Digestiva, Urología, Otorrinolaringología, Cirugía Máxilofacial, así como de otras especialidades quirúrgicas “cuyos procedimientos tienen una duración no muy prolongada y que permiten el alta hospitalaria el mismo día de la intervención, y en pacientes sin enfermedades crónicas no controladas y cuyo estado de salud y situación personal son compatibles con su recuperación domiciliaria”, afirma por su parte el Dr. José Luis Ayala, jefe del Servicio de Reanimación y Anestesiología del hospital mostoleño y coordinador de su Bloque Quirúrgico.
Cuenta con un espacio específico de información para los familiares que facilita la comunicación con ellos tras las intervenciones
Para ello, si bien comparte algunas estructuras comunes con el Bloque Quirúrgico central, como la Admisión de pacientes, también cuenta con un espacio específico de información para los familiares que facilita la comunicación con ellos tras las intervenciones, y una zona propia de Reanimación, lo que optimiza y agiliza el trabajo, además de liberar espacios.
“Las ventajas para los pacientes son claras, tanto desde el punto de vista clínico como de su experiencia: una disminución de las complicaciones asociadas a la intervención, fundamentalmente de tipo infeccioso, al no requerir ingreso en un entorno hospitalario; una recuperación más rápida, puesto que se inicia con movilización; y un retorno al entorno habitual del paciente mucho más temprano”, asevera el Dr. Ayala.
Finalmente, “todo ello se completa con una estrategia informativa a los familiares de los pacientes en permanente mejora basada en herramientas propias de comunicación, como el Portal del Paciente, aplicación a través de la cual se puede informar del estado de las intervenciones e, incluso, del resultado de las mismas, especialmente en aquellas que son largas y crean escenarios mejorables”, concluyen los especialistas.