El pasado 19 de octubre el Grupo de Coordinación Internacional (ICG, por sus siglas en inglés) sobre Suministro de Vacunas anunciaba la suspensión temporal del régimen de vacunación contra el cólera de dos dosis por uno monodosis. La decisión responde al cada vez más limitado suministro de vacunas en un contexto internacional de aumento de casos y brotes en distintas partes del mundo. Esta preocupante situación sirve para poner de relieve el importante papel que desempeña el ICG.
El Grupo de Coordinación Internacional sobre Suministro de Vacunas se estableció en el año 1997, después de una serie de graves brotes de meningitis en África. Nacía como un mecanismo fundamentado en la administración y coordinación del suministro de vacunas y antibióticos de emergencia durante brotes importantes. Este organismo trabaja de forma estrecha con los fabricantes de vacunas a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de UNICEF.
El ICG desarrolla una labor vital de monitorización sobre las tendencias de las enfermedades así como de las existencias a nivel global de las vacunas contra el cólera, la meningitis, el ébola y la fiebre amarilla para garantizar la disponibilidad de un suministro suficiente y dar respuesta a los brotes de estas enfermedades cuando se produzcan.
El ICG está compuesto por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja o IFRC (brinda apoyo ante epidemias y desastres), Médicos Sin Fronteras (ONG independiente que presta atención médica a poblaciones vulnerables en situaciones de emergencia), la OMS (asesora en cuestiones de salud pública mundial y brinda apoyo técnico a los países, como la gestión de reservas de las vacunas), y UNICEF (realiza adquisiciones y envíos de vacunas a gran escala, además de proporcionar apoyo técnico). Entre las principales misiones de este organismo, destacan:
- Entregar de forma rápida vacunas para responder a brotes de enfermedades.
- Proporcionar una asignación equitativa de vacunas mediante una evaluación cuidadosa del riesgo, basada en criterios epidemiológicos y operativos.
- Coordinar el uso de cantidades limitadas de vacunas y de medicamentos esenciales.
- Reducir el desperdicio de vacunas y de suministros.
Cualquier país que se enfrente a una epidemia puede acceder a las reservas de seguridad de vacunas del ICG, siempre que cumpla con los criterios del organismo para la liberación de los sueros
- Abogar por vacunas y medicamentos que estén fácilmente disponibles y con un bajo coste.
- Trabajar con los fabricantes a través de la OMS y UNICEF para garantizar la disponibilidad de suministros de reserva de vacunas de emergencia a nivel mundial.
- Seguir los procedimientos operativos estándar y establecer mecanismos financieros para la compra de suministros de vacunas de emergencias, así como garantizar su sostenibilidad.
Cualquier país que se enfrente a una epidemia puede acceder a las reservas de seguridad de vacunas del ICG, siempre que cumpla con los criterios del organismo para la liberación de los sueros. El primer paso que una nación debe dar es completar y enviar una solicitud a la Secretaría del ICG mediante un formulario de solicitud estándar. Esta hace llegar la solicitud a la OMS que la distribuye entre el resto de socios para su revisión y evaluación.
El proceso de consulta y evaluación se realiza de forma rápida por lo que la respuesta final al país solicitante se produce en un plazo de 48 horas siempre que se haya proporcionado toda la información necesaria. Si la solicitud es aprobada, UNICEF se encarga de la adquisición de las vacunas y demás materiales necesarios en un plazo de siete días desde la aprobación de la solicitud. Cabe señalar que la solicitud se evalúa atendiendo a la situación epidemiológica, la estrategia de vacunación, las existencias preexistentes en el país solicitante y los aspectos operativos de la respuesta a la epidemia.
Las reservas de las vacunas de emergencia se mantienen en las instalaciones de almacenamiento del fabricante hasta que el ICG requiere su liberación. UNICEF se encarga de la adquisición y suministro mientras que FICR y MSF apoyan el despliegue logístico de las vacunas y el inicio de las campañas de vacunación sobre el terreno. GAVI, la alianza de vacunas, financia las reservas de las vacunas.