El uso de dióxido de titanio como aditivo alimentario será prohibido a partir de 2020 en Francia. Así lo han hecho público tras las declaraciones de la Agencia de Salud y Seguridad (Anses), donde aseguran que no existen pruebas suficientes para garantizar la inocuidad de la sustancia.
Desde el chocolate hasta los chicles. El dióxido de titanio se usa ampliamente en la industria alimenticia como blanqueador, donde está etiquetado como E171. Hace dos años Francia ordenó una revisión después de que un estudio encontró efectos negativos en la salud de los animales que lo consumieron.
El dióxido de titanio se usa ampliamente en la industria alimenticia como blanqueador
Al llevar a cabo un estudio amplio del ingrediente, Anses alegó que no había pruebas suficientes para demostrar que se trataba de una sustancia segura para los humanos, según declararon los ministerios de economía y medioambiente, de manera conjunta.
Según se hace eco Reuters, desde Ansen destacan que “la evaluación de los riesgos relacionados con el uso de este adictivo aun adolece de una falta de datos que los comercializadores y productores de este adictivo deberían haber proporcionado”. Asimismo, señalan que “no se puede establecer una ingesta diaria aceptable para este adictivo debido a la falta de datos”.