Un perito judicial farmacéutico es un experto en medicamentos, que puede intervenir y evaluar en cuestiones relacionadas con la distribución, la conservación, la dispensación, la interacción, la falsificación y la patente de los fármacos. Su función principal es ofrecer información y opinión fundada al juez sobre los puntos litigiosos que se le han encomendado, a través de la elaboración de informes y dictámenes.
Para poder conocer más de carca el papel de este profesional en la Industria Farmacéutica hemos contado en una entrevista exclusiva a ConSalud.es, con José María Oliva, doctor en farmacia, y colegiado en la Asociación Profesional Colegial de Peritos Judiciales del Reino de España (ASPEJURE).
"Cualquier tipo de asunto relacionado con el mundo farmacéutico, desde problemas de una patente hasta un efecto secundario de un medicamento"
Un perito judicial farmacéutico es un experto en medicamentos que puede intervenir y evaluar en cuestiones relacionadas con la farmacia y los medicamentos en el ámbito judicial. De esta manera, como explica el José María Oliva, cualquier tipo de asunto que esté relacionado con el mundo farmacéutico, desde problemas de una patente hasta un efecto secundario de un medicamento, como la compra irregular de medicamentos. Todo ello, son situaciones en las que, en caso de ser necesario, se necesitará la intervención de un perito judicial farmacéutico.
Todos los casos que estén relacionados directamente con la farmacia o con los efectos medicamentos es apropiado para uno para estos profesionales, pero también nos encontramos otros casos en los que una valoración de un profesional del sector farmacéutico permita dar una visión de cómo ocurrieron los hechos, como por ejemplo un accidente de tráfico. En este último caso, donde un juez desconoce los efectos que tiene un medicamento o una droga sobre el sistema nervioso, es esencial el papel del farmacéutico para explicar cómo ha podido afectar la visibilidad o la visión de una persona en un accidente de tráfico.
No hay una cifra exacta sobre la frecuencia de los problemas judiciales con patentes en la industria farmacéutica en España y Europa, sin embargo, es un fenómeno que ocurre de forma recurrente en este sector. Pese a que el Dr. Oliva no está especializado en litigios sobre patentes de medicamentos, nos cuenta el proceso por el que un perito judicial farmacéutico debe llevar a cabo.
"Estaríamos hablando de todos los aspectos administrativos que se han llevado al desarrollo del medicamento, para su comercialización"
“Lógicamente, estaríamos hablando de todos los aspectos administrativos que se han llevado al desarrollo del medicamento, para su comercialización, es decir, de todas aquellas patentes que se han podido crear para la síntesis o para el desarrollo del medicamento” declara el especialista en peritajes farmacéuticos". De esta manera, Oliva nos cuenta como en estos casos, se debe realizar un análisis teniendo presente toda la documentación que periódicamente ya se ha presentado a las diferentes instituciones reguladoras. “Hay que ir mirando todo ese tipo de documentación para luego comprobar que ni en la síntesis, ni en la postproducción, ni en el acondicionamiento existen indicios que puedan indicar que el medicamento haya sido copiado o ha sido pirateado por una por otra empresa”.
Sin embargo, hay situaciones donde en un juicio pueden darse que ambas partes presenten un peritaje diferente realizado por diferentes farmacéuticos. En estos casos, donde los peritajes se contradicen y el juez no tiene claro que determinar, el propio juez podría convocar un careo. Este proceso “consiste en enfrentar a los dos peritos y que conteste a las preguntas del juez en caso de que no haya sido clara la explicación por ninguna los partes”, de esta manera se pondría fin al proceso judicial, con una resolución de los hechos.
UNA EDUCACIÓN ESPECIALIZADA y HOMOLOGADA PARA LA PROFESIÓN
Hay un grave problema dentro del peritaje, los conocidos como "piratas”. Estos son aquellos “que realmente no saben de la materia y se establecen como peritos judiciales”, explica José María Oliva. Estos peritos judiciales pueden causar graves perjuicios a las partes implicadas en el litigio, ya que pueden emitir informes falsos, manipulados o incompletos.
"El tener un curso de una formadora online no creo que sea suficiente como para hacer un informe pericial”
“Hay peritos judiciales que son realmente malos, son muy malos, que no saben de los temas y, sin embargo, están cobrando un dinero por dar una explicación científica de un problema” asevera José María Oliva. En estos casos suele ser complicado actuar al respecto, ya que al fin y al cabo, “al ser una opinión teóricamente basada en conocimiento, los jueces aceptan esa opinión, porque viene dada de un supuesto experto. ¿Qué ocurre? Que en mi opinión, el tener un curso de una formadora online no creo que sea suficiente como para hacer un informe pericial”, constata el doctor en farmacia, quien aclara que debido a casos como estos, sería necesaria una formación concreta y homologada para poder ejercer esta profesión.
Esta situación, con la llegada de las nuevas tecnologías, ha llegado a agravarse de manera notable. “Ahora mismo, con el desarrollo de la inteligencia artificial, prácticamente cualquier persona que le pida a una IA que hable sobre un tema, se lo van a dar hecho, pero eso no quiere decir que el conocimiento esté ahí”, declara el perito judicial, recalcando que “las nuevas tecnologías te pueden ayudar o te pueden perjudicar, ya que pueden llegar a menospreciar el papel del perito judicial”.
"Pácticamente cualquier persona que le pida a una IA que hable sobre un tema, se lo van a dar hecho, pero eso no quiere decir que el conocimiento esté ahí”
Algunas de las consecuencias más claras para la industria farmacéutica, en caso de darse peritajes erróneos, pueden ser garrafales. De esta manera, se puede generar desconfianza o descrédito en el público, los clientes o las autoridades sanitarias, afectando a la rentabilidad de las compañías farmacéuticas perjudicadas si los informes periciales provocan que se retrasen, se cancelen o se modifiquen los proyectos de I+D o comercialización. Esta situación crea una clara desventaja competitiva para la industria farmacéutica. A su vez, pone en riesgo la seguridad de las empresas, exponiendo a la industria farmacéutica a demandas, sanciones o responsabilidades legales.
El peritaje judicial farmacéutico es una profesión muy solicitada en los últimos años, ya que puede aportar un valor añadido a la administración de justicia y a la defensa de los derechos e intereses de los ciudadanos en materia de salud. Sin embargo, como ha explicado el doctor en farmacia, aún queda mucho por hacer, siendo necesario establecer más control sobre quien puede ser considerado perito judicial.