La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha puesto en marcha una serie de cambios relacionados con su estructura organizativa. El objetivo que se persigue con estas modificaciones es que la Agencia opere de la forma más eficiente posible para ofrecer productos de alta calidad para la salud pública.
Este ejercicio de reestructuración ha tenido en cuenta el panorama de rápida evolución que se produce en el ámbito de la investigación y el desarrollo farmacéutico. Hecho que requiere que los reguladores se mantengan al día en los avances en ciencia y tecnología para estar preparados ante los desafíos que plantea el futuro.
“Estos cambios organizacionales fortalecerán nuestra capacidad para llevar a cabo nuevas e importantes actividades junto con nuestros socios, además de abordar las oportunidades y desafíos que tenemos por delante como el análisis de datos en la atención médica, la digitalización y los nuevos métodos y tecnologías científicas”, explica Guido Rasi, director ejecutivo de la EMA.
Cabe señalar que estos cambios se refieren a su organización interna por lo que el funcionamiento de los procesos de la Agencia y de sus comités científicos no se verán afectados
En cuanto a los cambios en el organigrama se han integrado en el área de medicamentos para humanos en una División de Medicamentos Humanos que será dirigida por Alexis Nolte. La estructura de la División de Medicamentos Veterinarios, bajo el liderazgo de Ivo Claassen, permanece sin cambio.
Además, se han establecido cuatro grupos de trabajo para apoyar las divisiones de medicamentos para humanos y veterinarios, que reúnen experiencia a la hora de impulsar un cambio transformadores en las siguientes áreas de alta prioridad: Data Business Transformation (dirigida por Zaide Frias), Data Analytics and Methods (dirigida por Peter Arlett), Ciencia e Innovación Reguladora (dirigida por Anthony Humphreys) y Estudios Clínicos y Manufactura (dirigida por Fergus Sweeney).
Estas entidades seguirán siendo flexibles y se adaptarán en función de las necesidades de la Agencia. Cabe señalar que estos cambios se refieren a su organización interna por lo que el funcionamiento de los procesos de la Agencia y de sus comités científicos no se verán afectados.