A pesar de que, en gran medida, pueden prevenirse, lo cierto es que las estimaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) apuntan a que en 2019 se produjeron en todo el mundo alrededor de 3.500 millones de casos de enfermedades bucodentales. A pesar de que este tipo de problemas de salud, en gran medida evitables, afectan a casi la mitad de la población mundial, no se cuenta con una estrategia global en materia de salud bucodental. Hasta ahora.
Los delegados de la 75ª Asamblea Mundial de la Salud acordaron que una estrategia de estas características se erige como necesaria. Se informará del desarrollo de un nuevo plan de acción mundial que incluye un marco para el seguimiento del progreso con una serie de objetivos que deberán alcanzarse para 2030 y que se debatirá durante la Asamblea Mundial de la Salud que se celebre el próximo año. La OMS también ha anunciado que publicará su primer informe mundial sobre salud bucodental antes de que finalice el 2022.
Durante las tres últimas décadas la prevalencia conjunta de las caries, la enfermedad periodontal y la pérdida de dientes se ha mantenido en el 45%. Una cifra que supera en términos de prevalencia a cualquiera de las reportadas por el resto de enfermedades no transmisibles, según los datos de la OMS. Los cánceres de labio y/o cavidad oral se posicionan juntos en el decimosexto puesto de cánceres más comunes en todo el mundo, con más de 375.000 nuevos casos y casi 180.000 muertes solo en 2020.
Se suma el hecho de que las enfermedades bucodentales suelen tener comorbilidad con otras enfermedades no transmisibles. La evidencia ha demostrado una asociación entre las enfermedades bucodentales, en particular la enfermedad periodontal, y una amplia variedad de otras enfermedades como las cardiovasculares o la diabetes.
Durante las tres últimas décadas la prevalencia conjunta de las caries, la enfermedad periodontal y la pérdida de dientes se ha mantenido en el 45%. Una cifra que supera en términos de prevalencia a cualquiera de las reportadas por el resto de enfermedades no transmisibles
Pero las consecuencias de las enfermedades bucodentales no se limitan al ámbito de la salud física o las consecuencias que puedan tener en materia de salud mental. El no tratar estas enfermedades produce impactos perjudiciales a nivel económico y social, así como estigmatización. Aquellos que pueden acceder a un tratamiento se enfrentan a costes económicos que, en muchos países, hacen que las personas afectadas no traten estos problemas porque no pueden permitírselo.
A nivel mundial las enfermedades y condiciones orales representaron un gasto estimado de 357.000 millones de dólares en costes directos y de 188.000 millones de dólares en costes indirectos (como pérdida de productividad debido a ausencias laborales, por ejemplo).
Al igual que sucede con la inmensa mayoría de los problemas relacionados con la salud, existe una desigualdad desproporcionada entre los países de ingresos elevados y los que tienen menos recursos. Situación que no hace extraño el hecho de que exista una fuerte asociación entre el estatus socioeconómico y la prevalencia y/o gravedad de las enfermedades y condiciones orales.
A pesar de la fotografía planteada, solo en raras ocasiones la promoción de la salud bucodental se ha integrado en los programas para combatir las enfermedades no transmisibles que persiguen objetivos comunes. La OMS defiende que el desarrollo de iniciativas que aborden estos problemas puede tener un importante impacto y alcance en las poblaciones. Estrategias que pueden complementar a algunas ya existentes como las destinadas a reducir la ingesta de azúcares o el consumo de tabaco, con especial énfasis en las políticas intermedias en los entornos educativos.
A nivel mundial las enfermedades y condiciones orales representaron un gasto estimado de 357.000 millones de dólares en costes directos y de 188.000 millones de dólares en costes indirectos
No podemos olvidar que millones de personas no tienen acceso a la promoción de la salud bucodental y la prevención de estas enfermedades. En base al complejo prisma presentado a lo largo de estas líneas, los objetivos fijados para comenzar a trabajar en estas primeras recomendaciones mundiales sobre salud bucodental, son:
- Un enfoque de salud pública para la salud bucodental
Para lograr este objetivo los programas de salud bucodental deben integrarse en los programas de salud pública más amplios. Se requieren acciones preliminares intensificadas sobre los determinantes sociales y comerciales de la salud bucodental, así como una participación más amplia de todas las partes y sectores interesados y relevantes.
- Integración de la salud bucal en la Atención Primaria de la Salud
La Atención Primaria es la piedra angular de los sistemas sanitarios. La integración de la salud bucodental en otros servicios de enfermedades no transmisibles es un componente esencial. Una integración que plantea múltiples beneficios potenciales, entre los que destacan una mayor posibilidad de prevención, detección temprana y control de las condiciones relacionadas y comorbilidades, así como un acceso más equitativo.
- Los modelos de planificación de recursos y fuerza laboral deben alinear mejor la educación y capacitación de los trabajadores sanitarios y las necesidades de la población.
- Una atención de la salud bucodental centrada en las personas debe buscar, de forma consciente e involucrar, a las familias y comunidades.
- Intervenciones de salud bucodental personalizadas a lo largo de toda la vida.
Las intervenciones desde las primeras etapas de la vida en salud bucodental pueden reducir los factores de riesgo que se traduzcan en complejas consecuencias en la edad adulta.
- Optimización de las tecnologías digitales para la salud bucodental.
“La estrategia mundial sobre salud bucodental establece una visión audaz de cobertura universal de los servicios de salud bucodental para 2030. Los enfoques clave incluyen el establecimiento de respuestas nacionales ambiciosas, la integración de la salud bucodental en la Atención Primaria y la optimización de las tecnologías digitales”, expone la OMS. Motivos por los que los objetivos estratégicos fijados a través de la resolución acordada en la 75ª Asamblea Mundial de la Salud, son:
- Mejorar la política, el compromiso y los recursos con la salud bucodental, fortalecer el liderazgo y crear alianzas en las que todos ganen.
- Promoción de la salud bucodental y prevención de las enfermedades bucodentales.
- Desarrollar modelos de innovadores de personal sanitario y revisar y ampliar la educación basada en competencias para responder a las necesidades de salud bucodental de la población.
- Integrar la atención de la salud bucodental esencial y la protección financiera , así como los suministros esenciales, en la Atención Primaria.
- Mejorar la vigilancia y los sistemas de información para proporcionar una retroalimentación oportuna sobre salud bucodental.
- Crear y actualizar de forma continua investigaciones específicas del contexto y de las necesidades focalizadas en los aspectos de salud pública relacionados con la salud bucodental.