La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 ha puesto de relieve no solo la importancia de la Atención Primaria como puerta de acceso al resto del sistema sanitario, sino que ha evidenciado las múltiples carencias, necesidades y desafíos a los que ya tenía que hacer frente antes del inicio de la pandemia y que únicamente se han complicado en estos dos últimos años.
Consciente de esta situación la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentaba recientemente una nueva estrategia paneuropea con la misión principal de aprender de las lecciones de la pandemia y fortalecer la Atención Primaria en todo el viejo continente.
La nueva estrategia nace inspirada en las medidas y decisiones tomadas por los países durante la pandemia para adaptarse a las circunstancias excepcionales que nos ha tocado vivir. El documento resultante fue apoyado por los 53 países de la Región europea en la 71ª Sesión del Comité Regional de la OMS para Europa en 2021. Ahora esta estrategia se pone en marcha trabajando sobre recomendaciones claras y concretas sobre cómo las naciones pueden fortalecer sus sistemas de Atención Primaria de la Salud de cara al futuro.
Lo primero que se debe tener claro es que las necesidades de la población varían de una comunidad a otra por lo que la contextualización de esta estrategia es fundamental. Se requiere además de un fortalecimiento de los enfoques multidisciplinares. La pandemia ha dejado claro que los servicios no pueden focalizarse únicamente en la salud física, sino que la Atención Primaria debe dar respuesta también a problemas de salud mental y sociales.
“Hay que repensar la preparación ante las emergencias y el papel y capacidad de la Atención Primaria de la Salud para fortalecer su resiliencia”
Los servicios de Atención Primariahan realizado una contribución inconmensurable durante la pandemia a través de la vigilancia, realización de pruebas diagnósticas o rastreo de contactos, mientras intentaban responder a las necesidades habituales de las poblaciones más allá de la Covid-19. Una situación que ha llevado a los profesionales de la primaria al borde de un peligroso precipicio del que muchos, apenas han retrocedido unos pocos metros.
Motivo por el que la nueva estrategia plantea la urgente necesidad de desarrollar e invertir en planes de preparación y respuesta ante emergencias para los entornos de Atención Primaria. “Hay que repensar la preparación ante las emergencias y el papel y capacidad de la Atención Primaria de la Salud para fortalecer su resiliencia”, recoge el documento.
Una de las lecciones más importantes de la pandemia ha sido la diversificación de la prestación de los servicios de Atención Primaria ante la situación epidemiológica. Las consultas presenciales se vieron reducidas y estas fueron complementadas, en los casos en los que la clínica del paciente así lo permitiese, por consultas telefónicas, visitas a domicilio o mediante la atención basada en la telemedicina. “Unas modalidades que acercan los servicios a las personas y proporcionan la oportunidad para cerrar brechas de acceso, así como para optimizar los servicios entre las diferentes poblaciones y diferentes condiciones de salud”.
Una gran oportunidad de avanzar hacia la digitalización de la Atención Primaria de la Salud que requiere de un sólida y paralela inversión en términos de alfabetización en salud y de las competencias y habilidades de los profesionales sanitarios.
“Las personas merecen una atención de calidad que aborde sus necesidades de salud, incluso en medio de una emergencia como una pandemia”
La estrategia propone aplicar un enfoque basado en redes que pueda sostener una gama más amplia de servicios, ofreciendo así a su vez una mayor continuidad en todo el espectro de la Atención Primaria. “Esto es especialmente relevante para responder a las necesidades sanitarias y sociales estrechamente vinculadas al envejecimiento de la población”, expone el documento.
En relación a esta recomendación parte la necesidad de ampliar las capacidades para identificar y alcanzar a los colectivos más vulnerables que se han visto duramente golpeados durante la pandemia. “La pandemia ha verificado la realidad sobre la capacidad y las herramientas de los proveedores de servicios de Atención Primaria con los que pueden llegar a las personas vulnerables con servicios oportunos”. Un camino en el que, de nuevo, la digitalización se erige como un gran aliado a la hora de llevar la teoría a la práctica.
Ante esta fotografía la estrategia recomienda que se revisen los estratos de gobernanza para garantizar que están bien definidas las funciones y servicios, fomentar el trabajo con organizaciones de la sociedad civil, aumentar la inversión en sanidad pública con especial foco en la primaria, aumentar la digitalización, abordar las demandas de los profesionales sanitarios o repensar la formación de los trabajadores de la salud, entre otros.
“Las personas merecen una atención de calidad que aborde sus necesidades de salud, incluso en medio de una emergencia como una pandemia”, ha manifestado la doctora Natasha Azzopardi-Muscat, directora de Políticas y Sistemas Nacionales de Salud de la OMS Europa. “Nuestra nueva estrategia se basa en lo que hemos presenciado en los dos últimos años”.
“La pandemia no solo ha demostrado la importancia de la Atención Primaria de la Salud, ha revelado lo rápido que puede transformarse, ajustarse y adaptarse a las necesidades de las personas, especialmente de las más vulnerables. Esperamos que esta nueva visión y forma de trabajar nos permita inspirar el cambio y mostrar resultados tangibles”, concluye la doctora Melitta Jakab, directora del Centro Europeo de Atención Primaria de Salud de la OMS.