Para la industria de las ciencias biológicas, lograr la equidad en salud es una prioridad importante. En concreto, la industria ha hecho declaraciones sobre su compromiso de abordar las disparidades en I+D, desarrollo clínico y acceso a la atención, y muchas organizaciones han establecido equipos y funciones dedicados para su fomento. Sin embargo, lograrla es difícil y existe incertidumbre sobre cómo medir y lograr un progreso sostenido en un campo en rápida evolución. Con el objetivo de abordar los desafíos y oportunidades en torno a la equidad en salud, el Instituto IQVIA publica un informe donde un grupo de expertos abordan la incertidumbre sobre cómo medir y lograr un progreso sostenido en un ámbito tan cambiante.
El contexto de la pandemia de Covid-19 resaltó las profundas desigualdades estructurales en salud a nivel mundial, impulsando la equidad en salud al centro del debate público y empresarial. La pandemia reveló disparidades preexistentes y puso en evidencia la necesidad urgente de abordarlas a través de acciones concretas. Los expertos señalan que, pese al consenso generalizado sobre la importancia de la equidad, las iniciativas en este campo a menudo se ven obstaculizadas por desafíos tanto internos como externos.
Uno de los problemas más urgentes es la fragmentación de los esfuerzos. Las iniciativas dirigidas a la equidad suelen desarrollarse de manera aislada, sin una coordinación adecuada entre departamentos o proyectos. Este aislamiento limita las sinergias y la efectividad general de las iniciativas. Un ejemplo que se menciona en la discusión es el de cómo diferentes partes de una organización pueden trabajar en proyectos similares y cómo mejorar la diversidad en la investigación sin conocer los esfuerzos del otro. Finalmente, esto conduce a duplicidades y falta de impacto real.
El contexto de la pandemia de Covid-19 resaltó las profundas desigualdades estructurales en salud a nivel mundial, impulsando la equidad en salud al centro del debate
Una de las preguntas más complejas que enfrentan las organizaciones es cómo medir el impacto de sus inversiones en equidad en el sector salud. Actualmente, el enfoque tradicional en el número de pacientes alcanzados no siempre refleja el cambio significativo en las comunidades afectadas. Por ello, es necesario desarrollar nuevas métricas que vayan más allá de los números y que evalúen la sostenibilidad a largo plazo de las iniciativas.
En este sentido, el documento destaca la importancia de crear asociaciones con organizaciones comunitarias que estén directamente involucradas en la equidad en salud. Estas colaboraciones facilitan un impacto más profundo, pero presentan desafíos, especialmente en el desarrollo de la infraestructura necesaria para sostener estos esfuerzos a largo plazo. Los líderes coincidieron en que es esencial medir no solo la cantidad de personas atendidas, sino también cómo se están construyendo capacidades en las organizaciones comunitarias para garantizar que los avances en equidad sean duraderos.
Avanzar hacia una mayor equidad en salud enfrenta desafíos significativos, dentro y fuera de las organizaciones. Internamente, uno de los obstáculos más grandes es la falta de comprensión y compromiso de las partes interesadas. Los altos directivos a menudo se muestran reticentes a invertir en iniciativas de equidad, debido a una percepción de que estas inversiones compiten directamente con otras prioridades de negocio. Sin embargo, los expertos señalaron que existe un claro potencial de beneficio comercial al ampliar el acceso a tratamientos dentro de comunidades históricamente desatendidas, como las personas de color en los Estados Unidos, de las cuales aproximadamente la mitad tienen seguro médico comercial.
La creación de estándares de la industria para la medición del valor en salud se destacó como una estrategia prometedora
A pesar de estos desafíos, los líderes también identificaron oportunidades. Un área de enfoque es el de los determinantes sociales de la salud. Por ejemplo, la población hispana y latina en los Estados Unidos representa una poderosa fuerza económica que, si se involucra de manera efectiva, puede generar impactos significativos tanto en términos de salud como de fidelidad a los productos.
Además, la creación de estándares de la industria para la medición del valor en salud se destacó como una estrategia prometedora. Al igual que la industria ha desarrollado métricas para garantizar la diversidad en los ensayos clínicos, existe la posibilidad de establecer indicadores clave de rendimiento (KPI) para evaluar el desempeño en equidad en salud. Esto podría incluir medidas como el tiempo hasta el tratamiento o la mejora en el desempeño del sistema de salud, lo que proporcionaría una base más sólida para demostrar el valor de las inversiones en este ámbito
A medida que la industria de las ciencias biológicas continúa enfrentando la presión para demostrar el valor de sus iniciativas de DEI, es fundamental que se mantenga enfocada en el largo plazo. "La equidad en salud no es solo un imperativo moral, sino también una oportunidad estratégica para mejorar los resultados empresariales y de salud para todos", concluyen.