El envasado farmacéutico es una parte crucial de la cadena de suministro de medicamentos. Este paso asegura la integridad y la seguridad de los productos hasta que llegan a las manos de los pacientes. Sin embargo, esta etapa del proceso también implica costos significativos y enfrentarse a diversos desafíos. Un informe reciente de la red global CPHI ofrece una visión sobre los costes y las tendencias emergentes en el envasado farmacéutico.
En cuanto a lo económico, el sector del envasado farmacéutico ha sido valorado en más de 100 mil millones de dólares (91 mil millones de euros) en 2022, con un pronóstico de crecimiento para la próxima década. Este crecimiento viene acompañado de presiones para innovar y avanzar hacia la transición hacia materiales de envasado más sostenibles y la necesidad de cumplir con las regulaciones ambientales. Todo ello puede representar un elevado coste para las compañías, aunque a largo plazo, estas inversiones pueden resultar un ahorro a través de la mejora de la eficiencia y la reducción de residuos.
A pesar de que los materiales reciclados y sostenibles son cada vez más comunes, siguen siendo significativamente más caros que los materiales tradicionales. De hecho, según los expertos del informe, los materiales de embalaje sostenibles pueden ser hasta un 50% más costoso que los materiales habituales debido a los costos relacionados con la fabricación, investigación y producción, así como a la necesidad de fuentes de energía renovable que incrementan los gastos.
La falta de cumplimiento de las nuevas normativas medioambientales puede imponer cargas financieras adicionales a las empresas
A esto hay que sumarlo que la falta de cumplimiento de las nuevas normativas medioambientales puede imponer cargas financieras adicionales a las empresas. La infracción de estas iniciativas como el Pacto Verde Europeo o leyes específicas como el Acta de Embalaje Alemán puede resultar en multas significativas. Un ejemplo claro es la multa de hasta 20.000 euros que puede imponerse bajo la legislación alemana.
El desarrollo de embalajes farmacéuticos está estrictamente regulado por agencias como la Administración de Alimentos y Medicamentos en los Estados Unidos (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Estas regulaciones aseguran que los empaques no solo sean seguros y eficaces, sino que también protejan la estabilidad del producto durante su vida útil. Según el informe, cambiar los materiales de embalaje para que sean más sostenibles no es una tarea sencilla y puede tardar entre cinco y siete años, implicando altos costos asociados con la investigación y la aprobación regulatoria.
Para reducir estos costes y acelerar el tiempo de llegada al mercado, muchas empresas farmacéuticas recurren a organizaciones de envasado por contrato (CPO). Estas organizaciones ofrecen ventajas de ahorro de costos y experiencia en envasado, y facilita la colaboración entre todos los actores involucrados. Las CPO pueden gestionar desde el desarrollo conceptual hasta el etiquetado y la logística, optimizando así las operaciones y reduciendo los tiempos de comercialización.
A la hora de desarrollar este envasado se está realizando desde la perspectiva del paciente, por lo que debe ser fácil de usar, accesible y, cada vez más, sostenible. Las empresas ahora implementan la voz del paciente en sus operaciones, incluyendo consideraciones de embalaje para enfermedades raras y productos de terapia avanzada. La creciente conciencia y las expectativas de los pacientes en cuanto a la sostenibilidad han impulsado discusiones e iniciativas en el sector del envasado farmacéutico.
Actualmente, vivimos en la llamada 'industria del packaging 4.0' donde el packaging inteligente garantiza la trazabilidad y la logística del producto durante todo su ciclo de vida. Los mercados se vuelven exigentes, exigiendo innovación e investigación de materiales más resistentes, livianos, reciclables, reutilizables y biodegradables.
Descubrir el costo real de los envases farmacéuticos, al considerar aspectos no negociables como la sostenibilidad, la accesibilidad del paciente y la seguridad y eficacia del producto, puede resultar abrumador cuando se intenta equilibrar todas las cuestiones anteriores. Sin embargo, con los responsables de decisiones apropiados y un compromiso firme con todos los aspectos relevantes, es posible encontrar un equilibrio.