El tratamiento logra reducir el volumen de los miomas hasta que dejan de producir síntomas, por lo que, en muchas ocasiones, ya no es necesario operar para quitarlos
Y es que, desde finales de 2015,el único fármaco aprobado para tratar esta patología (el acetato de ulipristal, comercializado como Esmya), y hasta ahora usado sólo en pacientes que iban a operarse posteriormente, ha demostrado también “seguridad, eficacia y buena tolerabilidad” en mujeres de edad reproductiva en el tratamiento intermitente repetido, lo que supone un “cambio de paradigma”, como ha comentado Miguel Ángel Losada, director científico de Gedeon Richter Ibérica, con motivo del inicio de Esmya Event 2016, una reunión científica que congregará estos días a unos 300 ginecólogos españoles.Concretamente, el tratamiento, que se administra de forma intermitente durante tres meses, descansando otros dos posteriormente, logra reducir el volumen de los miomas hasta que dejan de producir síntomas (especialmente el sangrado), por lo que, en muchas ocasiones, ya no es necesario operar para quitarlos, lo que a veces supone la extirpación del útero o poner en peligro la fertilidad de la mujer.
Según los expertos, estos tratamientos pueden beneficiar tanto a mujeres con sangrados abundantes que afecten a su calidad de vida, como a aquellas que tengan que someterse a cirugías por la particularidad de su caso pero que quieran llegar a la operación en mejores condiciones de salud, o a las pacientes que tienen un problema de fertilidad a causa de un mioma y que quieran someterse a una técnica de reproducción asistida.
Si bien, el tratamiento es especialmente útil para mujeres con edades posteriores a los 45 años (perimenopáusicas), donde gracias a la eliminación de los síntomas podrán llegar sin necesidad de cirugía a la menopausia, a partir de la cual los miomas ya no generan problemas.
Aunque todavía no puede saberse el porcentaje exacto de cirugías que evitaría, Losada calcula que, en función de diversos estudios, este tratamiento podría llegar al 40% de los casos a nivel mundial.
CAMBIO DE MENTALIDAD
No obstante, los expertos creen que la aparición de nuevos tratamientos ha de conllevar un cambio de mentalidad de los profesionales puesto que, según el primer Estudio Epidemiológico de la Miomatosis Uterina en España, presentado también durante el evento, la cirugía sigue siendo la opción elegida para tratar el 60% de los casos de miomas.
“Llegó en el año 2012 y aún no ha pasado tiempo suficiente para que la gran mayoría de médicos sepan de una manera más profunda las cualidades del Acetato de Ulipristal”, señala Francisco Vázquez, ginecólogo de la Clínica Ceoga de Lugo y Académico de Medicina, quien considera además que esto ayudaría también a reducir mucho los costes de tratar la enfermedad al evitarse las operaciones quirúrgicas.
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