Son empresas 100% innovadoras y sus productos no son tangibles como los de otras tecnológicas. Las nuevas compañías biotecnológicas especializadas en el desarrollo de fármacos, cuyos principales productos son por ejemplo una molécula, encuentran dificultades de financiación. Según uno de los últimos informes elaborados por la patronal de la industria farmacéutica, "Programa de Cooperación Farma-Biotech", las empresas biotecnológicas españolas jóvenes siempre suelen tener este tipo de complicaciones de cara a sus proyectos.
De hecho, como explica a ConSalud.es el delegado de la Comisión de Retos Transversales de Asebio, Andrés Ballesteros, “hace falta más capital para estas empresas, por lo que habría que crear políticas distintas” teniendo en cuenta las características específicas de este tipo de compañías, con un desarrollo de producto de largo recorrido y, por lo tanto, con mayores exigencias de inversión.
Además, añade este experto, “son empresas que suponen mucho riesgo para los inversores”. En este punto, expone el ejemplo del modelo que se lleva a cabo en otros países como Holanda, “donde si el proyecto no sale adelante, el crédito no se devuelve; o esquemasde muchísima más flexibilidad a la hora de la devolución”.
Aun así, los especialistas reconocen que en los últimos años “se están haciendo esfuerzos” en este sentido en España, ya que, dice Ballesteros, “se entiende la problemática desde el punto de vista público. El mensaje más importante es que hay que ser prácticos porque hablamos de empresas muy pequeñas de innovación pura, por ejemplo de desarrollo de fármacos, donde el 90% de la inversión se realiza en I D”.
De este modo, desde Asebio sostienen que “si queremos este tipo de empresas porque son el futuro, nos tenemos que adaptar a la realidad de esas compañías”. Asimismo, consideran que vamos por buen camino, ya que el Estado, que “debe dinamizar la inversión privada, lo está haciendo bien” a través de fondos especializados, tanto de empresas españolas como extranjeras.
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De hecho, como explica a ConSalud.es el delegado de la Comisión de Retos Transversales de Asebio, Andrés Ballesteros, “hace falta más capital para estas empresas, por lo que habría que crear políticas distintas” teniendo en cuenta las características específicas de este tipo de compañías, con un desarrollo de producto de largo recorrido y, por lo tanto, con mayores exigencias de inversión.
Además, añade este experto, “son empresas que suponen mucho riesgo para los inversores”. En este punto, expone el ejemplo del modelo que se lleva a cabo en otros países como Holanda, “donde si el proyecto no sale adelante, el crédito no se devuelve; o esquemasde muchísima más flexibilidad a la hora de la devolución”.
Aun así, los especialistas reconocen que en los últimos años “se están haciendo esfuerzos” en este sentido en España, ya que, dice Ballesteros, “se entiende la problemática desde el punto de vista público. El mensaje más importante es que hay que ser prácticos porque hablamos de empresas muy pequeñas de innovación pura, por ejemplo de desarrollo de fármacos, donde el 90% de la inversión se realiza en I D”.
De este modo, desde Asebio sostienen que “si queremos este tipo de empresas porque son el futuro, nos tenemos que adaptar a la realidad de esas compañías”. Asimismo, consideran que vamos por buen camino, ya que el Estado, que “debe dinamizar la inversión privada, lo está haciendo bien” a través de fondos especializados, tanto de empresas españolas como extranjeras.
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