La Federación Europea de la Industria y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA, por sus siglas en inglés) ha emitido un comunicado en el que muestran que están profundamente comprometidos con la urgente tarea de abordar el cambio climático y reducir el impacto ambiental de la distribución de los medicamentos. “Creemos en la innovación responsable y sostenible, que nos coloca en el camino correcto hacia un futuro más verde”, señalan.
Según explican en el comunicado, están adoptando “objetivos ambiciosos”, basados en la ciencia, para abordar las emisiones de carbono de una industria como esta. Invirtiendo en tecnologías limpias, promoviendo la circularidad, minimizando la contaminación y trabajando con otros para cumplir y superar los objetivos establecidos por la legislación de la UE.
“Creemos en la innovación responsable y sostenible, que nos coloca en el camino correcto hacia un futuro más verde”
En este sentido, felicitan a la Plataforma de la UE sobre Finanzas Sostenibles por sus esfuerzos para apoyar la inversión en actividades ambientalmente sostenibles. Esta Plataforma es un organismo asesor designado por la Comisión Europea, que ayudó a desarrollar la legislación sobre la Taxonomía de la UE, un sistema de clasificación destinado a fomentar la inversión en actividades que respalden la transición hacia el Net Zero y fomenten la sostenibilidad ambiental. Ante este panorama, la EFPIA señala dos preocupaciones que, si se abordan, “acelerarían el progreso hacia nuestros objetivos compartidos”
La primera de ellas, se centra en el problema de que los criterios de sostenibilidad de la industria farmacéutica no se reflejen en prácticas sostenibles. En este sentido, recalcan que están dispuestos a ayudar a mejorar las definiciones actuales, ya que, según explican, los criterios actuales de la taxonomía son demasiado estrictos, no consideran las necesidades del mercado, y desincentivan la inversión en investigación.
Un ejemplo de ello, la EFPIA explica que les preocupa que las moléculas pequeñas a menudo no puedan sustituirse por opciones biodegradables, una realidad que los criterios de armonización pasan por alto. “Desde una perspectiva farmacológica, existen razones sólidas por las que los principios activos de un medicamento no son fácilmente biodegradables. La estabilidad de estas moléculas suele ser necesaria para alcanzar niveles suficientes en el momento del tratamiento con la dosis más baja posible”, señalan.
“Dado que algunos de los umbrales que debe cumplir la industria farmacéutica no son realistas ni alcanzables, el enfoque de "todo o nada" elimina el incentivo para avanzar en todos los demás criterios”
Continuando con las preocupaciones de la EFPIA en términos de sostenibilidad, consideran que el enfoque actual no reconoce el beneficio general de los productos medicinales y no incentiva mejoras en los impactos ambientales de estos. Un problema clave del actual sistema de taxonomía de la UE, según apuntan desde la federación, es que un medicamento solo puede evaluarse como sostenible si cumple todos los criterios . Esto puede significar que no se reconoce el progreso logrado mediante la inversión en I+D para satisfacer necesidades médicas no satisfechas, al tiempo que se minimiza el impacto negativo sobre el medio ambiente.
“Dado que algunos de los umbrales que debe cumplir la industria farmacéutica no son realistas ni alcanzables, el enfoque de "todo o nada" elimina el incentivo para avanzar en todos los demás criterios”, lamentan desde la Efpia. Aunque para concluir, mencionan que desde la federación siguen apoyando el objetivo del Reglamento sobre taxonomía de la UE y su objetivo es destacar estas cuestiones fundamentales para fomentar un diálogo activo sobre cómo el reglamento puede reflejar con precisión la inversión de las empresas farmacéuticas innovadoras en prácticas más sostenibles.