La medicina de precisión ha llegado para quedarse. Aunque su implantación está siendo lenta, costosa y desigual. Su gran valor para jerarquizar a los pacientes, realizar intervenciones genéticas y mejorar y guiar los abordajes individualizados y personalizados para cada caso la ha convertido en la herramienta o el tipo de atención esencial al que todo ciudadano debería tener acceso.
Su valor quedó patente durante la pandemia Covid-19, con diagnósticos moleculares, definición del riesgo de los pacientes o conocimiento de las encimas y moléculas de los tratamientos para evitar los efectos adversos. Pero su adopción en Europa es desigual y con importantes diferencias, como concluye un informe de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas sobre la implantación de la salud y medicina de precisión en las necesidades sanitarias de la población.
El estudio recalca las diferencias de acceso a los tratamientos de medicina de precisión aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), en cáncer, por ejemplo, hay hasta dos años de diferencia entre países
El estudio recoge su implantación según las enfermedades en las que más pasos se han dado. Los avances en genética y diagnóstico molecular han permitido mejorar la prevención, identificar el riesgo y hacer que los tratamientos en cáncer sean más efectivos y con menos efectos adversos, al mismo tiempo que son más costo-efectivos. De hecho, según el informe, se estima que se ha mejorado el pronóstico de vida entre un 40-60% por la prevención y, gracias a la mejora de las terapias farmacológicas, se ha reducido al menos un 30% la mortalidad y disminuido un 40% el riesgo de enfermedad avanzada en cáncer de mama.
En patologías como la hipercolesterolemia hereditaria estos avances también han tenido un importante efecto, permitiendo mejorar el conocimiento biológico de esta patología cardiovascular, conseguir una identificación de más de un 80% en los casos sospechosos, reducir en alto nivel el riesgo de ataque cardiaco o riesgo coronario y mejorar, en general el abordaje de estos pacientes. También ha sido clave en el caso de la diabetes mellitus tipo 1 con tratamientos más efectivos gracias a la identificación de biomarcadores de pronóstico. Y, por supuesto, es la esperanza de otras enfermedades de origen genético que incluso se desconocían hasta ahora debido a su escasa frecuencia.
Su implicación en la medicina es, por tanto, esencial. Pero, irregular entre los países. El estudio recalca las diferencias de acceso a los tratamientos de medicina de precisión aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), en cáncer, por ejemplo, hay hasta dos años de diferencia entre la llegada de un fármaco a un país como Inglaterra o Dinamarca con España. Un mismo tratamiento comercializado en Dinamarca en junio de 2019 llegaba a Polonia en mayo de 2022, o uno aprobado en Inglaterra en noviembre de 2019, se autorizaba en España en julio de 2020.
Las claves: priorizar la accesibilidad y que esta sea equitativa, implicarse en el Espacio Europeo de Datos Sanitarios y poner el eje en el paciente
En enfermedades oncológicas y en concreto en mama, nos encontramos que países como España, Inglaterra o Dinamarca tardaron el doble de tiempo en aprobar tratamiento contra el HER2+ frente al resto de fármacos oncológicos. Una situación que es distinta en otros países, el mayor ejemplo Alemania, donde todos los tratamientos se han aprobado inmediatamente tras la autorización de la EMA. Alemania, Francia e Inglaterra son los que mejores medias tienen en cuanto al acceso a diagnóstico precoz, adherencia, acceso a los tratamientos o que estos tengan las mismas asignaciones con las que la EMA los autorizó.
Estas desigualdades también ocurren con el resto de patologías. Por ejemplo, mientras que en Alemania todos los pacientes tienen acceso a una monitorización continua de los niveles de glucosa, en Inglaterra solo lo tienen los pacientes de diabetes tipo 1, en Francia solo aquellos con tratamiento insulínico y en España en un principio solo se aprobó para los niños de tipo 1, y luego se amplió a adultos, pero con restricciones.
MEDIDAS A TOMAR
Ante esta situación, desde la Efpia señalan la necesidad de priorizar la accesibilidad e inversión en este tipo de tecnología; compartir las bases de datos y la información que se descubra, como se posibilitará gracias al espacio europeo de datos sanitarios; hacer estrategias centradas en el paciente; garantizar un acceso equitativo a los enfoques de precisión; centrar todos los avances tecnológicos como inteligencia artificial en la educación y promoción del cuidado de la salud y contar con las infraestructuras necesarias para realizar test genéticos y secuenciación genómica.
En el caso concreto de España, el Informe ‘Sanidad del Futuro y Medicina Personalizada de Precisión’ señala la necesidad de crear equipos asistenciales multidisciplinares, con perfiles profesionales de gestión de casos y organización en red. En este nuevo sistema no podrá faltar la transformación digital con repositorios como la Historia Integrada de Salud, con información personalizada y datos almacenados de forma segura, y bases de datos federadas o distribuidas. De esta forma la medicina de precisión será, poco a poco, la atención que todos los pacientes, independientemente de su patología, reciban.