El sector farmacéutico cuenta con unos sólidos fondos propios, solvencia y liquidez para afrontar los elevados costes que supone la investigación y desarrollo (I+D) de nuevos medicamentos. Así lo demuestra el nuevo informe de Crédito y Caución ‘Tendencias de la industria farmacéutica’, que resalta que esta tendencia positiva viene influenciada por las ventas mundiales de este sector en 2023, que alcanzaron aproximadamente 1.500 millones de dólares (1.372 millones de euros).
El documento recoge cifras y estadísticas sobre ventas globales de productos farmacéuticos, tasas de crecimiento y márgenes de beneficio, lo que proporciona una base para evaluar el desempeño de la industria. Además de examinar las dinámicas del mercado de diferentes zonas, como América del Norte, Europa, Asia y mercados emergentes, que dan una visión global y muestran cómo varían las oportunidades y desafíos en función de la ubicación geográfica. Todo ello, influenciado directamente por las regulaciones y políticas de precios en cada país, especialmente en el caso de Estados Unidos.
El informe recoge cifras y estadísticas sobre ventas globales de productos farmacéuticos, tasas de crecimiento y márgenes de beneficio, lo que proporciona una base para evaluar el desempeño de la industria
En el caso específico de la Unión Europea (UE) el informe resalta que los indicadores financieros son sólidos, aunque algunas pymes podrían enfrentarse a problemas en el futuro para lograr financiarse. El principal problema para la UE reside en la competitividad del sector con grandes potencias. Así lo recoge el informe de Crédito y Caución, que señala a China e India en el apartado de los genéricos y a Estados Unidos en el ámbito del desarrollo de nuevos medicamentos.
Los reguladores europeos han mostrado su interés por incentivar el desarrollo de capacidades propias y no depender de terceros países ante la posibilidad del desabastecimiento, como es el caso de la Ley de Seguridad de Medicamentos o la Aceleración de los Ensayos Clínicos en la UE (ACT EU). Según explican en el informe de tendencias, los próximos años para el viejo continente pasan por una dinámica de fusiones y adquisiciones entre grandes productores, farmacéuticas y biotecnológicas.
A nivel general, apuntan a un aumento de las ventas a nivel global que se situará en un 3% en 2024, un 4% en 2025 y un 3,6% en 2026. Un crecimiento que se puede atribuir a varios factores, como son el envejecimiento de la población, el aumento de prevalencia de enfermedades crónicas y la demanda de medicamentos de venta libre y genéricos. Unido a un continuo desarrollo de la tecnología que acorta plazos y llega donde antes parecía imposible. Aunque es cierto que estas proyecciones se sitúan en un contexto en el que la industria farmacéutica enfrenta numerosos desafíos que podría variar las cifras, como la presión de precios y la competencia internacional.
Uno de los principales riesgos que señalan desde Crédito y Caución es la baja evolución del gasto sanitario público. En el caso de Estados Unidos, Japón y la mayor parte de Europa Occidental, cuentan con políticas de control de precios de medicamentos. Medidas que surgen con el objetivo de reducir el gasto en salud pública pero que, a su vez, limitan los márgenes de ganancia de las compañías farmacéuticas y reducen los incentivos para invertir en I+D. Este panorama legislativo podría tener graves consecuencias a largo plazo, ya que si las empresas especializadas en ello no pueden obtener un retorno óptimo de las grandes inversiones realizadas en I+D, podría limitarse la innovación y el desarrollo de tratamientos muy necesarios en el futuro.
En el caso de Estados Unidos, Japón y Europa Occidental, cuentan con políticas de control de precios de medicamentos que limitan los márgenes de ganancia de las compañías farmacéuticas y reducen los incentivos para invertir en I+D
Otro de los grandes retos a los que se enfrenta el sector farmacéutico es la expiración de las patentes. El informe apunta que las 15 más importantes del mundo finalizarán en la próxima década, permitiendo así, la entrada de los medicamentos genéricos al mercado, y, con ello, una reducción significativa de los ingresos de los fabricantes originales. En el caso de que las empresas innovadoras no logren reducir los costes, ya sea despidiendo a parte de la plantilla u optimizando sus tareas, sus beneficios se podrían ver muy afectados.
El informe de tendencias concluye que ante la realidad a la que se van a enfrentar la mayoría de las grandes farmacéuticas a nivel global, deben enfocarse en la creación de tratamientos innovadores que puedan reemplazar a los que están perdiendo la protección. Precisamente, un reciente informe de la consultora EY apunta que la solución para todas estas empresas serán los acuerdos de concesión de licencias. Es decir, que consigan hacer frente a la pérdida de patentes con nuevos medicamentos en los que, a través de licencias, puedan también acceder a la innovación con un coste más bajo, diversificar su cartera de proyectos, y compartir riesgos con otras compañías.