50 años de la Conferencia de Estocolmo: primer nexo global entre la salud y el medio ambiente

Hace 50 años, 113 países reconocieron la relación bidireccional entre los seres humanos y su entorno a través de la Declaración de Estocolmo.

Cuidado del medio ambiente (Foto. Freepik)
Cuidado del medio ambiente (Foto. Freepik)

En la actualidad, el medio ambiente ocupa una posición cada vez más relevante a la hora de formular políticas. El mundo es cada día un poco más consciente de que todas las acciones que perjudican nuestro entorno influyen directamente en nuestra vida. La contaminación se erige ya como uno de los grandes problemas de salud pública a nivel global y los perjuicios que tiene sobre nuestra salud están ya más que documentados por una ingente evidencia científica.

Nos encontramos en un momento en el que la humanidad ya se encuentra en tiempo de descuento en la lucha contra el cambio climático cuyos efectos son más que evidentes en todos los ámbitos de nuestras vidas. El camino que aún queda por recorrer es largo y no se presenta exento de multitud de obstáculos, pero si echamos la vista hacia atrás, se han logrado importantes avances.

En 1972, entre el 5 y el 16 de junio, la ciudad de Estocolmo acogía la celebración de la Conferencia  de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, el primer punto de encuentro global que situó el medio ambiente como un asunto de relevancia en las agendas políticas, sociales y mediáticas. De esta conferencia nacieron la “Declaración de Estocolmo” y el “Plan de Acción para el Medio Humano”, así como varias resoluciones de distinta índole.

La “Declaración de Estocolmo” contenía 26 principios y situó las cuestiones ambientales al frente de las preocupaciones internacionales. Marcó el punto de inicio de un diálogo entre los países industrializados y las naciones en vías de desarrollo sobre el vínculo existente entre el crecimiento económico, la contaminación del aire, del agua y de los océanos y el bienestar de todas las personas del mundo.

El Plan de Acción se encontraba dividido en tres categorías principales: Programas de Evaluación Ambiental Mundial, Actividades de Gestión Ambiental y Medidas Internacionales para Apoyar las Actividades de Evaluación y Gestión realizadas tanto a nivel nacional como internacional. Tres categorías que se desglosaron en 109 recomendaciones.

Maurice Strong, secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio Ambiente Humano (CNUMAH, por sus siglas en inglés), aseguraba tras la celebración del evento que el mensaje que había prevalecido fue “la comprensión de que el hombre había llegado a uno de esos puntos fundamentales en su historia donde sus actividades son los principales determinantes de su propio futuro”.

“La salud humana es en muchos sentidos sinónimo de salud planetaria. Es importante que todas las partes interesadas de la salud se apoyen y opinen sobre la triple crisis planetaria de contaminación, pérdida de biodiversidad y cambio climático”

Uno de los resultados más destacados de esta Conferencia de Estocolmo fue la creación del denominado como “Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente” (PNUMA, por sus siglas en inglés). Este documento es de vital importancia si se observa de forma retrospectiva ya que lideró los primeros pasos de la agenda mundial para sumar los problemas ambientales a la toma de decisiones políticas. Un paso fundamental que el tiempo ha calificado como el origen del nexo entre la salud y el medio ambiente.

SALUD HUMANA, SINÓNIMO DE SALUD PLANETARIA

Cierto es que la relación entre la salud y el medio ambiente no se establece en estos documentos de la forma tan sólida que lo hace ahora, pero sentó las bases sobre las que ahora trabajamos. Respirar aire limpio, el acceso a sistemas de agua potable y no contaminada o una correcta nutrición son tres elementos que nuestro organismo necesita diariamente para un funcionamiento saludable y que dependen directamente del medio ambiente. Razón por la que el movimiento ambiental iniciado por la Conferencia de Estocolmo sentó las bases internacionales de la preocupación sobre el impacto negativo de la contaminación tanto en la salud humana como en el ecosistema.

“La salud humana es en muchos sentidos sinónimo de salud planetaria. Es importante que todas las partes interesadas de la salud se apoyen y opinen sobre la triple crisis planetaria de contaminación, pérdida de biodiversidad y cambio climático”, explica en The Lancet Planetary Health, Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.

“Llegamos a Estocolmo 50 años después de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano sabiendo que algo debe cambiar. Sabiendo que, si no cambiamos, la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y naturaleza y la contaminación solo se acelerarán”

Para comprender la importancia del PNUMA debemos tener en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS), creada un cuarto de siglo antes de este acuerdo, dedicó varias décadas al desarrollo de enfoques, prioridades y respuestas sobre la carga global de las enfermedades, pero era tarea del PNUMA construir un sector ambiental mundial férreo que permitiese la coordinación de las actividades ambientales dentro del sistema de la ONU.

Medio siglo después se celebraba a principios de junio Estocolomo+50, una reunión internacional acordada por resolución en la Asamblea General de la ONU. Además de conmemorar estos 50 años

RETOS 50 AÑOS DESPUÉS

Hace 50 años, 113 países reconocieron la relación bidireccional entre los seres humanos y su entorno a través de la Declaración de Estocolmo. Ahora, en 2022, el mundo cuenta con mejores herramientas que permitan abordar de forma más certera este vínculo a través de dos foros globales como son la Asamblea Mundial de la Salud (WHA, por sus siglas en inglés) y la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA, por sus siglas en inglés).

La pandemia causada por el SARS-CoV-2 ha recordado sin dejar lugar a dudas la fragilidad de los pilares sobre los que se sostienen nuestras sociedades, economías y formas de vida si no se cuida la salud. Basta con señalar que, en las últimas décadas, más del 70% de las enfermedades que han afectado a los seres humanos son zoonosis y, los riesgos que estas plantean se incrementan como consecuencia del cambio climático.

“Llegamos a Estocolmo 50 años después de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano sabiendo que algo debe cambiar. Sabiendo que, si no cambiamos, la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y naturaleza y la contaminación solo se acelerarán”, declaraba Andersen.

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