El pasado 7 de mayo la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Reino Unido (UKHSA, por sus siglas en inglés) informaba de la detección de un caso de la denominada como “viruela del mono” en un individuo que regresaba al país procedente de Nigeria. Apenas una semana después de comunicaban dos casos sin antecedentes de viajes a zonas en las que el virus es endémico como son las regiones del centro y este de África. Desde este momento, se ha sucedido la confirmación de casos en otros países europeos hasta alcanzar, según las últimas cifras oficiales publicadas, 171 en todo el viejo continente.
En el caso de España se han confirmado hasta el momento 84 casos de los que ninguno ha requerido hospitalización y la enfermedad se ha cursado de manera leve en todos ellos. A pesar de que el riesgo de transmisión de la viruela del mono es bajo si no existe un contacto cercano, las lecciones aprendidas en la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 han sentado una serie de precedentes en términos de respuestas ante situaciones como la que Europa vive en estos momentos.
De este modo la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunciaba en la tarde del pasado 25 de mayo en la rueda de prensa celebrada tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), la adquisición por parte de HERA, la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias de la Unión Europea, de la vacuna Imvanex. Una vez se cuente con los sueros estos se pondrán a disposición de los Estados miembros. España, participará en este proceso junto con los países miembros de la Unión Europea.
Antes de profundizar en los mecanismos de HERA, es necesario realizar una breve contextualización sobre la vacuna. Este suero fue desarrollado contra la viruela tradicional y fue utilizado en el pasado para inmunizar a la población hasta que se logró la erradicación de la enfermedad de forma oficial en 1980. A pesar de que no se cuenta con vacunas o tratamientos específicos frente a la viruela del mono, Imvanex demostró además una eficacia de hasta un 85% en la prevención de la viruela del mono (ambos virus pertenecen a la familia de los orthopoxvirus), por lo que es de utilidad. La vacuna fue autorizada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) el 31 de julio de 2013.
“Estamos en conversaciones con una gran cantidad de países que nos envían solicitudes de adquisición”, ha afirmado recientemente Rolf Sass Sørensen, jefe de Relaciones con Inversores y Comunicaciones de Bavarian Nordic, compañía danesa fabricante de Imvanex. Actualmente tiene cerrados acuerdos de suministros con Estados Unidos y Canadá donde el suero se comercializa bajo los nombres de Jynneos e Imvamune, respectivamente. Sørensen ha declarado que la Comisión Europea, HERA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se encuentran en conversaciones para la adquisición. El fabricante ha asegurado que cuenta con capacidad para fabricar hasta 30 millones de dosis anuales.
HERA, GARANTE ANTE CRISIS SANITARIAS
HERA es la respuesta de la Unión Europea ante los crecientes brotes de enfermedades infecciosas que están aumentando su prevalencia en todo el mundo. Una de las grandes lecciones de la pandemia causada por la Covid-19 es que la coordinación y la cooperación entre los Estados miembros de la Unión Europea y la Comisión Europea fue absolutamente crucial.
La crisis sanitaria vivida impulsó a las autoridades públicas en todos sus niveles, pero la mayoría de las decisiones adoptadas fueron reactivas a las circunstancias, por lo que carecieron de un sistema de gestión general anticipado. He aquí la misión principal de HERA: garantizar que la Unión Europea y los Estados miembros estén mucho más preparados para actuar ante crisis transfronterizas.
“HERA reunirá a los Estados miembros de la Unión Europea, la industria y otras partes interesadas en un esfuerzo común para abordar la disponibilidad de contramedidas médicas para las amenazas de la salud”
De esta forma HERA se posiciona como un complemento al trabajo de las agencias de salud europeas. Su objetivo es asegurar que las medidas de carácter médico y sanitario que se establecen para hacer frente a una crisis estén disponibles como hemos visto con la adquisición de vacunas contra la viruela tradicional para hacer frente a los brotes epidémicos de viruela del mono.
Un sistema que permite la agilización de los procesos y negociaciones a la hora de adquirir medicamentos o vacunas. “HERA reunirá a los Estados miembros de la Unión Europea, la industria y otras partes interesadas en un esfuerzo común para abordar la disponibilidad de contramedidas médicas para las amenazas de la salud”, exponen desde la Comisión Europea recalcando que “la cooperación con la industria será clave para desarrollar, fabricar y distribuir estas contramedidas”.
Si profundizamos en cómo HERA coopera con los Estados miembros, el foco debe situarse en el artículo 168 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) que garantiza la disponibilidad y acceso a las contramedidas médicas compensando la incapacidad de las fuerzas del mercado para responder a un aumento de la demanda en casos de una crisis sanitaria transfronteriza.
Los Estados miembros participan de forma estrecha ya que un representante de cada uno de ellos forma parte de la Junta de HERA. Este organismo asiste y asesora a HERA en la formulación de las decisiones estratégicas junto con el presidente de la Comisión Europea, el Comisario de Salud y Seguridad Alimentaria y otros miembros de la Comisión. Los Estados miembros, a través del Consejo, son los que activan los poderes de emergencia de HERA a propuesta de la Comisión Europea.
En relación a su financiación contará con una dotación de 6.000 millones de euros entre 2022 y 2027 para la preparación y respuesta de varios programas de la Unión Europea, principalmente EU4Health, rescEU, Horizon Europe y NextGenEU. En el caso de las operaciones de emergencia estas se financiarán a través del Instrumento de Apoyo de Emergencia.
Junto con los 6.000 millones de euros previstos directamente para HERA, esto ascenderá a casi 30 000 millones de euros en el próximo período de financiación. Los Fondos de Cohesión y el Programa InvestEU complementan esta inversión sustancial en la resiliencia de los sistemas de salud.