Según Robert Long, subdirector y jefe de innovación, Coca-Cola está satisfecha con los edulcorantes que usa actualmente en su gama de bebidas sin azúcar o sin azúcares añadidos. Para el directivo, las dos campañas buscan más “apoyar el compromiso de la compañía con la innovación y con la renovación de su catálogo de bebidas, mientras se siguen buscando ingredientes que satisfagan los nuevos gustos de los consumidores”.
"Buscamos mejorar y renovar nuestros ingredientes, y somos conscientes de que las ideas más increíbles pueden estar en cualquier rincón"
El primer reto, The sweet story challenge, invita a participantes de todo el mundo a enviar historias (por escrito o en vídeo) que expliquen cómo se endulzan los alimentos de forma natural en su cultura o en sus familias. En diciembre se seleccionarán hasta cinco finalistas (individuales o en equipo) que competirán por un premio de 100.000 dólares. Solo se aceptarán historias en inglés.El segundo reto, The sweetener challenge, es de perfil más científico. Consiste en una llamada a científicos a nivel internacional para que busquen nuevos edulcorantes, de origen natural y seguros para la alimentación, que permitan endulzar bebidas y alimentos. El premio, que será concedido en octubre de 2018, será de un millón de dólares.
“Buscamos mejorar y renovar nuestros ingredientes, y somos conscientes de que las ideas más increíbles pueden estar en cualquier rincón”, explica Long. “Estos dos desafíos están ligados a nuestro deseo de seguir elaborando bebidas que nuestros consumidores quieran beber y a nuestra apuesta por ir siempre más allá para seguir creando ese sabor que le gusta a la gente, pero con menos o sin azúcar”.
Este proyecto de crowdsourcing está siendo dirigido por el External Technology Acquisition Team de Coca-Cola, que investiga e invierte en nuevos ingredientes, materiales y tecnologías de producción. Este año, Coca-Cola ha anunciado una estrategia para convertirse en una compañía total de bebidas modificando su modelo operativo y de crecimiento para alinearlo con los nuevos hábitos de consumo y las preferencias de la gente.
James Quincey, CEO de la compañía, ha asegurado que se centrarán en crear marcas pensadas para el consumidor, incluyendo más opciones sin azúcares añadidos. Para Quincey, este cambio requiere asumir riesgos y desarrollar nuevas formas de trabajar e innovar. “Mientras continuamos ampliando nuestro catálogo de bebidas, estamos adoptando una mentalidad de ‘prueba y aprendizaje'… Observamos qué es lo que quieren los consumidores y hacemos los cambios de forma inmediata. Al final, la velocidad de respuesta y la agilidad es lo que más importa en un mercado tan cambiante”.