China añadirá todos los derivados del fentanilo, un opiáceo sintético que es mucho más potente que la heroína y que está matando a miles de estadounidenses cada año, a una lista de “drogas controladas”. Pekín, cumple así con las exigencias de Estados Unidos, no sin acusar a la cultura estadounidense de la “libertad y la individualidad” del abuso en el consumo de esta droga.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha criticado a China por permitir que el fentanilo fuera enviado desde China a los Estados Unidos, que sufre una epidemia de muertes relacionadas con los opioides. Esta, dogra suele mezclarse con otras como heroína y cocaína debido a que es más barato y es muy potente, lo que permite aumentar los beneficios a los narcotraficantes. Las autoridades sanitarias consideran que esta mezcla potencia entre diez y cien veces el poder de la droga, provocando gran cantidad de muertes por sobredosis.
Potencia entre diez y cien veces el poder de la droga
Según cuenta La Vanguardia, Estados Unidos ha pedido en reiteradas ocasiones al país chino que tome medidas adicionales para controlar el tráfico de narcóticos, especialmente el fentanilo. El opiáceo, responsable de la muerte unos 28.000 estadounidenses en 2017, era uno de los problemas bilaterales de las dos potencias y uno de los elementos puestos sobre la mesa por el gobierno estadounidense para acabar con la guerra comercial.
Hasta el momento, adquirir esta sustancia no requiere de mucha complejidad. De hecho, se trata de un potente sedante utilizado comúnmente para paliar los dolores en los pacientes con cáncer avanzado. Pero los laboratorios chinos, clandestinos o no, venden el producto a cualquiera.
Ahora, China ha anunciado una serie de medidas para atajar esta situación: inspecciones en la industria química y farmacéutica, monitoreo de la información sobre drogas publicada en Internet, cierre de los canales de comunicación de los traficantes y fortalecimiento del control del envío de paquetes. Ya no se podrán enviar paquetes sin que se verifique la identidad de los remitentes.
Estas medidas deberían tener un impacto significativo, según ha explicado Mike Vigil, ex funcionario internacional de la agencia antidrogas de los EE. UU., a la agencia AFP. “Sin la cooperación de China, Estados Unidos no podrá detener la epidemia de muertes por opiáceos” ya que el país asiático representa el 85% de la producción mundial. No obstante, el experto alerta de que los productores podrían simplemente trabajar desde otros países.
El opiáceo es responsable de la muerte unos 28.000 estadounidenses en 2017
La incorporación de sustancias relacionadas con el fentanilo a la lista de sustancias controladas en China entrará en vigencia el 1 de mayo, han explicado en un comunicado conjunto con el Ministerio de Seguridad Pública, la Comisión Nacional de Salud y la Administración Nacional de Productos Médicos.
A pesar de estas medidas, Pekín se ha negado a asumir la responsabilidad total por las muertes por esta droga sintética. Liu Yuejin, un alto cargo del Ministerio de Seguridad Pública y vicecomisario de la Comisión Nacional de Control de Estupefacientes de China, ha dicho que la cantidad de fentanilo producido en China que se dirige a Estados Unidos es “extremadamente limitada” y afirmó las críticas de Washington respecto a que China sea la fuente principal de la droga “carecen de pruebas”.
“Creemos que los propios Estados Unidos son el factor principal en el abuso de fentanilo”, dijo Liu, agregando que la cultura estadounidense era en parte la culpable. El funcionario afirmó que Estados Unidos tenía una larga tradición de abuso de los medicamentos recetados y que la aplicación de la normativa y la educación respecto a los riesgos de estas substancias no eran apropiados.
“Algunas personas relacionan el consumo de drogas con la libertad, la individualidad y la liberación”, ha dicho Liu. “Si Estados Unidos realmente quiere resolver su problema de abuso de fentanilo, necesita fortalecer el trabajo en casa”, aseguró.