Desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF) señalan que "de momento, no hay ningún motivo de alarma", ante la revisión que la Agencia Europa del Medicamento (EMA) está realizando sobre la seguridad de los principios activos análogos de GLP-1 en los que se incluyen liraglutida (Saxenda) y semaglutida (Ozempic y Wegovy). "El proceso iniciado entra dentro de la normalidad de los procesos de vigilancia de la seguridad de los medicamentos", explican.
Los análogos de GLP-1 son fármacos similares a la hormona glucagón, secretada de forma natural por el cuerpo. El medicamento es capaz de regular las concentraciones de glucosa en sangre, disminuir la secreción de glucagón y reducir el apetito. En los últimos años, estos tratamientos han supuesto "una revolución" para los pacientes.
Como señalan desde la EMA, Saxenda y Wegovy están autorizados para el control de peso, junto con la dieta y la actividad física en personas obesas o con sobrepeso en presencia de al menos un problema de salud relacionado con el peso. Ozempic está autorizado para el tratamiento de adultos con diabetes tipo 2 insuficientemente controlada como complemento de la dieta y el ejercicio, "pero se ha utilizado de forma no autorizada para perder peso", lo que se ha relacionado con cierto desabastecimiento del producto.
"Entre sus reacciones adversas más frecuentes destacan trastornos gastrointestinales como náuseas y diarrea y problemas de hipoglucemia cuando se utilizan asociados a otros fármacos hipoglucemiantes"
Hace unas semanas la Agencia del Medicamento de Islandia notificó la detección de un posible incremento del riesgo de pensamientos suicidas y autolesivos en pacientes en tratamiento con estas sustancias. El pasado 7 de julio la EMA anunció la puesta en marcha de la revisión de estos datos a partir de 150 informes de posibles casos.
Actualmente más de 20 millones de pacientes al año toman uno de estos medicamentos, pero por el momento el comportamiento suicida no figura como efecto secundario en la información de producto de la UE para ningún agonista receptor. "Entre sus reacciones adversas más frecuentes destacan trastornos gastrointestinales como náuseas y diarrea y problemas de hipoglucemia cuando se utilizan asociados a otros fármacos hipoglucemiantes", indican los farmacéuticos.
Se estiman que los resultados de la revisión llegarán en noviembre de 2023. "Una vez finalice el proceso de evaluación que ha iniciado la EMA, y en caso de que se pudiera establecer una posible relación de causalidad con este fármaco, las autoridades sanitarias europeas y nacionales establecerán las medidas que consideren oportunas para garantizar que el uso de análogos de GLP-1 siga siendo seguro", concluye el CGCOF.