La Unión Europea y Reino Unido han alcanzado un acuerdo in extremis este jueves a escasas horas del comienzo de la cumbre en Bruselas que ha reunido a los principales líderes europeos.
El encargado de anunciar la noticia no fue otro que el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker. A través de un mensaje en su perfil oficial de Twitter informó que se había formalizado “un acuerdo justo y equilibrado para la Unión Europea y para Reino Unido y es un testimonio de nuestro compromiso para encontrar soluciones”.
A pesar de que se ha llegado a un acuerdo los británicos todavía no pueden cantar victoria. Cuando solo faltaba que el Parlamento británico aprobase el documento, se ha vuelto a pedir una prórroga a la UE, con las incertidumbres que eso conlleva.
Por ahora todo lo que se sabe es que el primer ministro, Boris Johnson, ha celebrado también a través de su Twitter, “el gran acuerdo que retoma el control”. Para Johnson ahora se abre una nueva etapa en la que se deben centrar en otras prioridades, como el Servicio Nacional de Salud (NHS).
Si finalmente el acuerdo sale adelante las consecuencias sanitarias que iban a tener que hacer frente los británicos se iban a reducir considerablemente, sobre todo aquellos que residen en otros países de la Unión Europea.
Solo en España viven aproximadamente un tercio de los ciudadanos de Reino Unido que actualmente viven en otros países de la Unión Europea, algunos de ellos con patologías tan graves como el VIH.
Alrededor de 45 millones de paquetes de medicamentos se envían desde Reino Unido al resto del continente cada mes
Una salida sin acuerdo previo supondría que estas personas perdieran el derecho a atención sanitaria con el que actualmente cuentan, teniendo por tanto que hacer frente ellos mismos a los costes económicos.
Las consecuencias sanitarias no solo afectan a los pacientes. Son muchas las farmacéuticas que a pesar de tener la sede en España desarrollan una parte importante de su trabajo en Reino Unido.
Un Brexit duro agravaría la escasez de medicamentos dentro y fuera de las fronteras británicas. Y es que, alrededor de 45 millones de paquetes de medicamentos se envían desde Reino Unido al resto del continente cada mes, con un valor aproximado de 12.000 millones de libras.
De igual modo, el aumento de los controles aduaneros en los puertos y otras fronteras entre Reino Unido y la Unión Europea podrían interrumpir el suministro de compuestos químicos necesarios para producir los medicamentos, tal y como declaran los reguladores y representantes de la industria.
PRIORIDAD PARA EL MINISTERIO Y LAS CONSEJERÍAS
Para superar estas trabas, las negociaciones entre España y Reino Unido para evitar que las consecuencias sanitarias fueran lo más graves posibles han sido continuas. Así lo explicaba esta misma semana la consejera de Sanidad de las Islas Baleares, Patricia Gómez, durante el Consejo Interterritorial. "Existe la voluntad entre Reino Unido y España de mantener la asistencia sanitaria en nuestro país tal y como se produce ahora cuando entre en vigor el Brexit".
La ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, aprovechaba también el Interterritorial de este lunes para trasladar a las consejerías del ramo la información sobre el plan de contingencia y situación ante el Brexit elaborado por el Gobierno. Asimismo informaba a los consejeros sobre la planificación en los ámbitos en los que se espera un mayor impacto como consecuencia de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Carcedo ha indicado que el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha habilitado un espacio en la página web con toda la información relativa a las materias que pueden requerir la adopción de medidas en la fecha de salida efectiva del Reino Unido de la UE.
A modo de pregunta/respuesta, el Ministerio proporciona información sobre asuntos relativos a la asistencia sanitaria, la historia clínica, profesionales sanitarios, medicamentos o productos alimenticios, sanitarios y cosméticos.