La Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM) ha aprobado por unanimidad la financiación de Enhertu y Trodelvy para cáncer de mama metastásico. Esta decisión llega después de cuatro intentos anteriores fallidos y de las protestas de las pacientes. Se trata de tratamientos que, como ellas mismas han indicado en sucesivas ocasiones, "necesitan para vivir".
Sin embargo y pese a que en octubre de 2022 la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos acordó financiarlos, no ha sido hasta hoy que se ha logrado su aprobación. Las portavoces del movimiento 'Sin tratamiento, Nos morimos', Victoria Rodrigo Fonseca, Rosa María Olmos Castellvell y Raquel Campoy Martín pedían en una comparecencia esta misma semana en el Senado su aprobación en la CIPM celebrada este jueves y hacían alusión al anonimato de las votaciones. "No sabemos quién vota y quién no, lo que sí sabemos es que el Ministerio de Sanidad votará que sí y todas las pacientes de cáncer metastásico les pedimos que, por favor, aprueben estos tratamientos".
Finalmente y después de una importante lucha, se ha logrado la financiación de estos tratamientos. No obstante, este es solo un ejemplo más de que, en ocasiones, el principal enemigo del cáncer es el tiempo. Y es que la demora en los tratamientos contra el cáncer se sitúa en nuestro país en 725 días, según el informe W.A.I.T, una cifra que se aleja totalmente de los 180 días que considera la Agencia Europea del Medicamentos (EMA) para que cada país incluya los medicamentos aprobados en su cartera de salud.
"La demora en los tratamientos contra el cáncer se sitúa en nuestro país en 725 días, según el informe W.A.I.T, una cifra que se aleja totalmente de los 180 días que considera la Agencia Europea del Medicamentos para que cada país incluya los medicamentos aprobados en su cartera de salud"
Al respecto, la presidenta de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico (AECMM), Pilar Fernández, señalaba para este medio que, en el caso de España, "a la espera de que los distintos países incluyan en su cartera de servicios y en el plazo estimado los fármacos aprobados por la EMA, hay que sumarle la financiación desde la Seguridad Social. Este es un proceso largo y bastante opaco, un sistema de evaluación repetitivo e ineficiente”.
La CIPM está formada por autoridades públicas nacionales y autonómicas, incluyendo representantes del Ministerio de Sanidad, Economía, Industria y Turismo, Hacienda, así como por autoridades autonómicas con competencias en prestación farmacéutica y las industrias farmacéuticas que proponen los tratamientos a financiar. "Esta Comisión se reúne de manera periódica, pero se desconoce qué fármacos se presentan. Y, cuando un tratamiento es rechazado, no se revela el motivo, quiénes han votado a favor o en contra, ni el precio ofrecido o rechazado. No sabemos absolutamente nada", lamentaba Fernández. No ostante, el impacto presupuestario suele ser la principal alegación.
A esto se suma que la autorización de la EMA y la posterior aprobación de la Comisión no garantizan que los tratamientos lleguen a los pacientes oncológicos en España debido a la compleja distribución. "Recae sobre las Comunidades Autónomas, así que, una vez que la CIMP aprueba el tratamiento, empiezan las negociaciones con los gobiernos autonómicos", puntualizaba la presidenta de la AECMM.
Queda, por tanto, camino tras esta aprobación. Y queda también el reto de acortar tiempos, algo en lo que se está trabajando. La propia ministra de Sanidad, Mónica García, contestaba en una pregunta en el Senado a esta cuestión. Hacía referencia a tres líneas de trabajo: uno el Real Decreto de evaluación de las tecnologías sanitarias, para que no se evalúe solo la eficacia, sino que se incluya la eficiencia; otro al texto refundido de la Ley de garantías en los medicamentos y productos sanitarios, para sumar al fomento de la competitividad la accesibilidad y la sostenibilidad; y el Plan de Industria Farmacéutica.