Las patentes son uno de los mecanismos esenciales para proteger la propiedad intelectual en el sector farmacéutico. Estas ofrecen un incentivo económico para las empresas que se plantean invertir en investigación y desarrollo de nuevos fármacos. Permite que puedan recuperar la gran inversión que supone la investigación y, en cierta manera, compensa el alto riesgo de fracaso con el que tienen que lidiar.
Sin embargo, estas licencias para fabricar, vender y comercializar el medicamento son temporales, y el "monopolio" que disfrutan durante 20 años desde la presentación de la solicitud, no dura para siempre. Precisamente el momento en el que expira la patente es uno de los más peligrosos para las farmacéuticas, ya que otras compañías pueden producir versiones genéricas y biosimilares, lo que genera una mayor competencia y una reducción de los precios, y, con ello, una caída drástica en los ingresos de la empresa que desarrolló el fármaco.
Las patentes ofrecen un incentivo económico para las empresas que se plantean invertir en investigación y desarrollo de nuevos fármacos
Una etapa para las innovadoras que está marcada principalmente por la reducción de sus inversiones en investigación y desarrollo de nuevos medicamentos; despidos y reestructuraciones con el objetivo de minimizar gastos; y la dificultad para recuperar la inversión que realizaron en un primer momento.
Esta es la situación en la que se encuentran o se encontrarán en los próximos años las compañías más grandes del sector farmacéutico. Así lo demuestra el informe de IQVIA “The Global Use of Medicines 2024: Outlook to 2028”, que estima que en Europa perderán alrededor de 30.000 millones de euros por la pérdida de patentes.
LICENCIAS COMO POSIBLE SOLUCIÓN
Ante este temible panorama, un informe de la consultora EY apunta a la que será la solución para todas aquellas empresas que no puedan hacer frente a la expiración de patentes, los acuerdos de concesión de licencias. “Las compañías farmacéuticas que se enfrentan a la expiración de patentes deben tomar medidas para cerrar las brechas de ingresos. Identificar oportunidades es esencial para establecer alianzas exitosas y reducir el riesgo de las inversiones. Es necesario analizar varias dimensiones, como la presencia comercial y las capacidades del mercado, para encontrar los socios adecuados”, explican desde EY.
El licenciamiento hace referencia al acuerdo con el que el titular de la patente autoriza a otra empresa a utilizar su invención. En el caso farmacéutico, aunque no siempre es así, el informe de EY hace referencia a la utilización de esta técnica en las primeras etapas de desarrollo clínico. Es decir, que consigan hacer frente a la pérdida de patentes con nuevos medicamentos en los que, a través de licencias, puedan también acceder a la innovación con un coste más bajo, diversificar su cartera de proyectos, y compartir riesgos con otras compañías.
“Las compañías farmacéuticas que se enfrentan a la expiración de patentes deben tomar medidas para cerrar las brechas de ingresos. Identificar oportunidades es esencial para establecer alianzas exitosas y reducir el riesgo de las inversiones"
Los avances tecnológicos han hecho que el desarrollo de medicamentos sea más caro, debido, en gran parte, a la complejidad de las nuevas terapias. En este sentido, desde EY destacan que gracias a las licencias para activos en etapas iniciales, las empresas pueden acceder a nuevas tecnologías a un coste menor. Permitiéndoles así, diversificar sus inversiones y disminuir el riesgo asociado a apostar por un solo proyecto con un gran coste.
Con esta expansión a nuevos mercados de la mano de las ciencias, las farmacéuticas consiguen reducir el tiempo necesario para desarrollar nuevos productos y el riesgo asociado a la investigación interna, además de facilitar la entrada a nuevos países y regiones a las que llevar sus productos más rápido.
Aunque es cierto que, según explican desde EY, las licencias pueden ser una opción muy beneficiosa para las farmacéuticas, y, sobre todo, si atraviesan un periodo de pérdida de patentes, también presentan una serie de desafíos que deben ser considerados. Como puede ser la negociación de los términos contractuales, un proceso complejo y prolongado; la protección de la propiedad intelectual, ya que la divulgación de información confidencial durante las negociaciones aumenta el riesgo; y la posibilidad de que surja competencia entre ambas partes.