En el Hospital General de Tomelloso (Ciudad Real) están de enhorabuena. Por fin tendrán, en 2025, a sus primeros residentes MIR y EIR, una vez recibida la autorización final por parte del Ministerio de Sanidad para formar a cuatro futuros especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria, uno de Aparato Digestivo y dos de Enfermería Familiar y Comunitaria. Un hito histórico que este hospital castellano-manchego abierto en 2007 llevaba años persiguiendo, y que abre las puertas a que en el futuro puedan acreditarse las unidades docentes de otras tantas especialidades de las que dispone en su cartera de servicios.
“El año que viene nos dejaremos las uñas largas para comérnoslas durante el periodo de asignación de plazas”, comenta entre risas Modesto Maestre Muñiz, uno de los principales artífices de que dicha acreditación MIR y EIR en Tomelloso haya salido finalmente adelante. Y es que será durante ese periodo de 2025, que este año ha tenido lugar en el mes de abril, cuando los servicios de Medicina y Enfermería Familiar y Comunitaria y de Aparato Digestivo conocerán a los que serán sus nuevos pupilos durante el tiempo que estén allí formándose como residentes. En concreto, cuatro años para los médicos, y dos para los enfermeros.
“El año que viene nos dejaremos las uñas largas para comérnoslas durante el periodo de asignación de plazas”
“Para conseguir la acreditación te piden incrementar plantillas, recursos técnicos… así que al fin y al cabo es algo que redunda en la calidad asistencial del propio hospital, y que forma como una especie de círculo. También cambia la dinámica de los médicos, que al estar formando a residentes se exigen a sí mismos seguir formándose de manera continuada. Estamos todos muy contentos e ilusionados”, destaca Modesto Maestre Muñiz, primer jefe de estudios de la historia de la nueva Unidad Docente de Aparato Digestivo del Hospital de Tomelloso.
Miembro del servicio de Medicina Interna, Maestre Muñiz ha trabajado codo con codo con Carmen Rubio -quien ocupará su mismo puesto en la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria, que incluye a los citados cuatro MIR y dos EIR- para la consecución de este objetivo. La institución manchega lo inició hace dos años, en 2022, pero entonces estaban lejos de cumplir con los requisitos exigidos por el Ministerio de Sanidad.
"El proceso para conseguir la acreditación es algo que redunda en la calidad asistencial del propio hospital"
“También piden, además de los recursos físicos y humanos, una serie de mínimos de actividad investigadora y asistencial tanto en el día a día como en las guardias, como por ejemplo utilizar ecografías en Atención Primaria. Además, claro está, de una actividad docente previa con cursos de formación continuada durante los últimos dos años. Si estás lejos de todo eso, prácticamente tienes que desistir, que es lo que le pasó al hospital”, explica Maestre Muñiz. “Es un proceso que conlleva mucho trabajo. El dossier a lo mejor es de 1.000 folios”, añade.
Así, una vez rechazada aquella primera intentona del 2022, ambos doctores capitanearon un equipo de trabajo creado en marzo del año pasado con el propósito de tener todo preparado para la solicitud de la acreditación, un trámite que hay que hacer entre finales de septiembre y principios de octubre. Itinerario de los residentes, plan de evaluación anual y de supervisión de cada uno de ellos… no es fácil conseguir la acreditación, y menos en un hospital situado en zona rural (si bien Tomelloso ya supera los 36.000 habitantes, según el censo de 2023).
UNA FORMACIÓN MUY COMPLETA
De esta manera, además del Hospital General de Tomelloso, los futuros especialistas de Medicina y Enfermería Familiar y Comunitaria también rotarán por los centros de salud Tomelloso 1 y 2. “Poder contar con los primeros residentes contribuirá, sin duda, a captar y retener talento en nuestra región, lo que derivará en una mejora de la calidad asistencial para nuestros pacientes”, señalaba recientemente el gerente del Área Integrada de Tomelloso, César Moreno Chocano. Además, destacaba también en X el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, la primera plaza de Medicina Familiar y Comunitaria de la localidad ciudadrealeña será la número 100 en la comunidad autónoma.
“Un hospital como el de Tomelloso tiene la virtud principal de la exclusividad para el residente. Yo me formé en un hospital muy grande, y con cada adjunto igual estaban ocho residentes y veinte estudiantes de la universidad. Aquí sabes que va a haber gente encima de ti para que aprendas, que al final es lo importante”, destaca Maestre Muñiz, cuya comisión de docencia se reunirá en unos días para establecer un plan de publicitación del centro -incluyendo su propia página web- para darlo a conocer entre los futuros MIR y EIR. “La dirección ha puesto todo de su parte para que esto sea una realidad. Hacían falta ecógrafos nuevos para Atención Primaria, y compraron ecógrafos. Hacía falta que se establecieran guardias para los facultativos de Digestivo, y se establecieron. Vamos todos a una”, insiste Maestre Muñiz.
“Los hospitales de La Mancha adolecen mucho de la trashumancia de los facultativos"
¿Y planes para el futuro? En el Hospital de Tomelloso son ambiciosos, y para el 2026 esperan poder ofertar sus primeras plazas de Traumatología y Medicina Interna: “Estamos trabajando en ello”. Después, si sigue adelante la creación de la especialidad, también les gustaría contar con Medicina de Urgencias y Emergencias y, más adelante, con Ginecología y Pediatría. “Serían las últimas, porque exigen mucho trabajo. Además, en un hospital como el nuestro solo podemos ofrecer siete especialidades para residentes de Medicina”, indica su jefe de estudios.
“Vamos a seguir apostando por generar talento en nuestra tierra”, escribía en X Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha, cuando se conoció la acreditación de Tomelloso. “Los hospitales de La Mancha adolecen mucho de la transitoriedad, es decir, de la trashumancia de los facultativos. Están un tiempo y después se van a otro sitio. Queremos que la gente que venga aquí eche raíces, estreche vínculos y después, cuando termine la residencia con 28, 29 o 30, se queden”, sentencia Modesto Maestre Muñiz.