La residencia es el periodo de formación por el que pasan los médicos para ser especialistas. Son entre cuatro y cinco años, dependiendo de la especialidad, y para muchos médicos es el periodo de mayor estabilidad laboral.
“Al acabar vives en una incertidumbre continua”, lamenta en ConSalud.es el Dr. Adrián Carrasco Munera, que el año pasado terminó los cuatro años de residencia de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Ni siquiera haber recibido el premio al mejor MIR 2021 del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem) le salvó de enfrentarse a la precariedad que viven los médicos.
“Cuando acabas no hay nada ilegal, por supuesto, pero tampoco nada oficial”, explica el médico. Sobre la posibilidad de conseguir una plaza fija apela a la suerte: “A lo mejor en tu centro de salud hay una vacante o una sustitución y consigues trabajo, porque las bolsas no funcionan”. La mayoría de ofertas llegan por contactos, mediante WhatsApps y circulando entre compañeros. Y todas ellas son gestionadas por el propio centro de salud.
Los especialistas acaban empalmando contratos de semanas o incluso meses, principalmente cubriendo vacaciones de verano o bajas laborales o de maternidad. “Son contratos de quince en quince días, algún fin de semana queda entre medias y no cobras… No hay continuidad”, denuncia Carrasco. Las administraciones de las diferentes Comunidades Autónomas “juegan con que no falta trabajo”.
"Muchos médicos renunciamos a estabilidad contractual por tener un poco de salud mental y por no trabajar en un sitio al que no tenga ganas de ir por las condiciones"
Y es que, efectivamente, hay trabajo de sobra, asegura este médico de Atención Primaria, pero “¿qué calidad de trabajo?”, se pregunta.
“Puedes tener suerte y que te pase como a mí, que una compañera se quedó embarazada y pude cubrir su baja”, añade. Con todo, aunque puede significar trabajar de forma estable durante alrededor de un año, asegura que no es un contrato de larga duración, sino varios contratos: el de embarazo, el periodo de maternidad, la lactancia…
“Te da cierta estabilidad durante un año, pero si vas a la inmobiliaria o al banco a pedir un alquiler o una hipoteca, tienes que ir con contratos temporales de meses o de días. Es una incertidumbre continua”. Lejos de asumir que hay un déficit continuo de profesionales en los centros de salud, la Administración opta por ofrecer contratos cortos para cubrir las ausencias, lo cual supone que “la situación laboral puede cambiar en cualquier momento”.
No solo eso, sino que cuando se ofrecen contratos interinos de larga duración, suelen ser en condiciones que no merecen la pena. Carrasco ya ha rechazado dos contratos interinos por esta razón. “Eran contratos en un centro de salud donde más de la mitad de la plantilla está sin cubrir”, lo que significa que iría a "ser uno más en un centro infradotado".
Algunos facultativos deciden probar suerte fuera de España, en países donde sí les ofrecen buenas condiciones, tanto laborales como salariales
“Prefiero un trabajo inestable, pero cómodo y que me permita hacer bien mi trabajo, que uno en el que voy a tener una sobrecarga de pacientes inabarcable. Muchos médicos renunciamos a estabilidad contractual por tener un poco de salud mental y por no trabajar en un sitio al que no tenga ganas de ir por las condiciones”, explica el joven.
Esta es la razón por la que algunos facultativos deciden probar suerte fuera de España, en países donde sí les ofrecen buenas condiciones, tanto laborales como salariales.
Lo peor de la situación es que no parece que las administraciones tengan voluntad de mejorar las condiciones de los médicos. “Da la sensación de que no tienen ganas de contratar”. Todo ello, cuando el déficit de facultativos, en especial en Atención Primaria, es noticia prácticamente a diario.