En el MIR 2021, la especialidad de Endocrinología y Nutrición agotó la última de sus 89 plazas en el número de orden 4.713. Este año, el Ministerio de Sanidad ha ofertado ocho vacantes más, 97 en total. La especialidad no es ni de las primeras, ni de las últimas en agotarse, si bien al compararla con otras especialidades, Endocrinología y Nutrición sigue siendo una especialidad “cotizada” y “con mucho atractivo para los electores, especialmente, dentro del grupo de especialidades médicas”, explica a ConSalud.es el Dr. Pedro José Pinés Corrales, vocal de Formación y Docencia de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
En esta línea, el Dr. Pinés Corrales expone el resultado de una encuesta realizada hace un año a más de 2.000 estudiantes de sexto de Medicina y opositores al MIR, que reveló que “un porcentaje importante de estos estudiantes tenía la especialidad de Endocrinología y Nutrición como su primera opción”. Además, la demanda de plazas de dicha especialidad “era superior a las plazas ofertadas”.
La Endocrinología es una especialidad asociada tradicionalmente a la consulta que está muy basada en la fisiopatología de la enfermedad, “con poco trabajo hospitalario y con pocas técnicas intervencionistas”. Con todo, aunque es cierto que “patologías clásicas” como la acromegalia o el síndrome de Cushing siguen siendo una parte muy importante del día a día de los profesionales, “la creación de unidades de Nutrición y su apoyo en la hospitalización para actuar sobre la desnutrición relacionada con la enfermedad, hace que cada vez más especialistas en Endocrinología y Nutrición tengan un papel clave en el manejo global del paciente hospitalizado”.
El día a día de un endocrinólogo es “muy variado” y ahí es precisamente donde reside “su encanto especial”
Asimismo, enfermedades “clásicas de la especialidad” como la diabetes se están tecnificando de forma acelerada en los últimos años, de forma que a día de hoy “contamos con sistemas de asa cerrada híbridos y monitorización continua de glucosa que requieren una formación específica del profesional”.
Y es que la investigación tiene un papel fundamental en esta especialidad, solo hay que ver el impacto de las publicaciones relacionadas con Endocrinología, Diabetes y Nutrición, que “es de los mayores dentro de las ciencias médicas”. Además, la especialidad siempre ha tenido “un vínculo muy estrecho” con la investigación básica y traslacional. Para muestra de ello, “el gran número de socios de la SEEN dedicados a la investigación básica, el buen posicionamiento de la especialidad entre las plazas de Catedrático de Universidad y la gran importancia que tiene la investigación en cualquier actividad formativa”, apunta el también profesor asociado de Endocrinología y Nutrición en la Facultad de Medicina de Albacete de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Esto hace que el día a día de un endocrinólogo sea “muy variado” y ahí es precisamente donde reside “su encanto especial”. Y es que aunque “una parte importante de la especialidad sigue siendo la atención en consultas externas de patologías clínicas (hipotálamo-hipófisis, tiroides, suprarrenal…), también existe la posibilidad, cada vez más frecuente, de tener consultas monográficas que requieren un plus de conocimiento y experiencia (tecnologías en diabetes, transgénero, unidad de TCA, imagen e intervencionismo de patología nodular tiroidea, tumores de origen neuroendocrino agresivos…). Asimismo, no se puede olvidar “toda la actividad hospitalaria ligada al soporte nutricional de los pacientes y el manejo de la hiperglucemia durante la hospitalización”.
"Al no existir guardias específicas de Endocrinología y Nutrición, muchos especialistas deciden dejar de hacer guardias, lo que evidentemente puede tener una gran influencia sobre la calidad de vida y la conciliación familiar"
Por otro lado, las guardias de Endocrinología y Nutrición durante la residencia son en Urgencias y Medicina Interna, lo cual quiere decir que al terminar su formación, un especialista en Endocrinología y Nutrición puede continuar realizando estas guardias voluntariamente. “Sin embargo, al no existir guardias específicas de Endocrinología y Nutrición, muchos especialistas deciden dejar de hacer guardias, lo que evidentemente puede tener una gran influencia sobre la calidad de vida y la conciliación familiar”.
Todo ello se traduce en que los datos de abandono de la especialidad sean muy bajos, lo cual hace pensar a la SEEN “que se trata de una especialidad que el opositor elige convencido, que no suele defraudar y que ofrece posibilidades laborales y de calidad de vida adecuadas”.
En definitiva, el Dr. Pinés Corrales anima a los futuros MIR a no pensarlo más, “porque Endocrinología y Nutrición es una especialidad que nunca le defraudará, con una gran variedad en la actividad asistencial, calidad de vida y con centros investigadores de prestigio”. “¡Te esperamos!”, concluye el portavoz de la SEEN.