Alemania puede presumir de tener uno de los mejores sistemas sanitarios de Europa. Los médicos de familia abundan en las grandes ciudades, y los jóvenes recién salidos de las universidades que optan por formarse en esta especialidad gozan de buenas condiciones.
Sin embargo, el país teutón no se libra de padecer una de las grandes problemáticas que azotan también a España y al resto de Europa: La despoblación de las zonas rurales, sobre todo entre la gente joven, lo que afecta irremediablemente a la cobertura sanitaria de esas regiones. ¿La solución del Ministro de Sanidad de Alemania?: Atraer a los jóvenes que acaben de terminar su Abitur (lo que sería la EBAU de allí) con plazas universitarias aseguradas si, al terminar la carrera de Medicina, se comprometen a ejercer en las regiones más afectadas del país por este fenómeno.
La medida, encuadrada dentro del plan de 23 millones de euros que el Ministro de Sanidad de Alemania, Karl Lauterbach, está destinando a diversos proyectos para combatir la escasez de médicos rurales, reserva hasta un 10% de dichas plazas universitarias (independientemente de la nota obtenida en el mencionado Abitur) para estudiantes que se comprometan a trabajar durante diez años en alguna de estas regiones desatendidas desde el punto de vista médico. De momento, parece, la decisión está surtiendo éxito: Más de 10 regiones federales, de las 16 que componen Alemania, se han adherido a la medida.
En España ya hubo un amago de hacer algo parecido, explica el presidente de SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria) en Castilla y León, el Doctor Francisco Vicente Martínez. “La Administración quería incentivar que más profesionales accedieran a las plazas de difícil cobertura, pero se paró, porque aquí las plazas de difícil cobertura no son siempre las que están más alejadas”, explica. “También hubo algún otro comentario, pero referido más a la especialización, no tanto a la carrera: Que alguien que haga su residencia en una determinada zona, firme un compromiso para quedarse después en esa zona durante un periodo de tiempo", añade.
"En España, la Administración ya quiso incentivar el acceso a las plazas de difícil cobertura"
Sajonia-Anhalt es una de las regiones federales de Alemania que están sufriendo esa falta de médicos rurales, y que introdujo esta “cuota” para los futuros universitarios en 2020. Según la Asociación de Médicos del Seguro Médico Obligatorio de Sajonia-Anhalt (KVSA), quedan todavía unos 250 puestos de médicos de Atención Primaria sin cubrir en la región.
Sin embargo, desde aquel año 2020, informa la revista médica Alemana Deutsches Ärzteblatt, 60 de los médicos que estudian Medicina en dicha región lo han hecho a través del cupo (y ninguno ha abandonado), por lo que deberán trabajar como médicos de familia durante diez años en alguno de los pueblos de Sajonia-Amhalt. De hecho, en la última convocatoria, se presentaron 106 solicitudes. "Como resultado, tenemos casi cuatro veces más solicitudes que plazas de estudio", señala el KVSA.
La medida, insiste Vicente Martínez, es muy difícil de extrapolar a España por la situación de uno y otro país. “El problema, aquí, es la difícil cobertura de plazas en sí, porque no siempre son las más alejadas. Hay déficit de plazas en las zonas rurales y en los grandes núcleos de población, y el cubrir más unas que otras tiene que ver muchas veces con decisiones políticas. Si lo ofertas, la gente se iría allí y dejaría sin cubrir la parte urbana”, comenta.
"Aquí hay déficit de plazas tanto en las zonas rurales como en los grandes núcleos de población"
"Además, si tratas de atraer a profesionales para que hagan una determinada especialidad, y por otro lado les “castigas” con estar en un determinado centro de salud durante un tiempo, a lo mejor eso lo que provoca es ahuyentarlos más. Es una medida complicada”, opina.
Otra solución, para él, reside en tener más conocimiento tanto de la Medicina de Familia como de la rural. “Los médicos jóvenes, cuando conocen la zona rural, no tienen ningún problema en seguir allí. Es lo mismo que ocurre con la especialidad de Medicina de Familia, que se conoce poco. Si se conociera más en las facultades, la eligiría más gente, y, al final, lo que no se conoce no se elige”, sentencia.