BIR al tercer intento: “El examen está cambiando para diferenciar a la gente que va bien preparada”

Hablamos con Laura, una joven bióloga que en 2025 se presentará por tercer año consecutivo al examen BIR

Laura, aspirante BIR (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
Laura, aspirante BIR (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
Manuel Gamarra
16 diciembre 2024 | 19:30 h

El Ministerio de Sanidad ya ha hecho públicos los listados de admitidos a la convocatoria de Formación Sanitaria Especializada de 2025, que dejan a Biología (BIR), un año más, como la titulación a la que es más difícil acceder de todas. Solo hay plaza para uno de cada dieciocho aspirantes, algo que, sin embargo, no ha echado atrás a las 1.176 personas que solicitaron presentarse al examen (finalmente,  podrán hacerlo 1.147). Laura Lázaro es una de ellas, una joven bióloga madrileña que, para más inri, no es nueva en la materia: en 2025 se presentará a la convocatoria por tercer año consecutivo, muestra de la dificultad que entraña.

“Conoces a gente que ha sacado plaza y que te cuenta que ha sido al tercer, cuarto o quinto intento, así que te paras a pensar y dices: por mucho que me cueste más, es imposible que yo no sea capaz de hacerlo”, comenta la joven en una entrevista concedida a ConSalud.es. Ella lo tiene claro: su objetivo es ser bióloga de hospital, y no le importa el tiempo que tenga que esperar hasta lograrlo: “Yo no me he puesto fecha límite, como suele hacer la gente. Creo que merece mucho más la pena que abandonar y que todo el esfuerzo no haya servido para nada”.

Fue al terminar la carrera, en las prácticas de un máster que hizo, cuando Laura conoció esta posibilidad de formarse vía residencia, si bien el ámbito sanitario -muy presente en el propio grado- siempre le había llamado mucho la atención. “Estuve en el Hospital Clínico San Carlos, donde coincidí con gente que había hecho esta oposición, tanto BIR como FIR (Farmacia) y QIR (Química). Me fui informando de las ventajas y al final tomé la decisión de intentarlo”, indica.

"Por mucho que me cueste más, es imposible que yo no sea capaz de hacerlo”

De esto han pasado ya dos años. En su primer intento, reconoce que se precipitó, puesto que solo disponía de cinco meses desde que terminó el máster hasta la fecha del examen y hubo momentos en los que se puso “muy malita de salud” por la intensidad del estudio: “Yo fui a por todas, me dejé el alma estudiando trece horas al día sin ningún día de descanso, y creo que hice un examen muy bueno, pero con la tranquilidad de que era normal si no lo sacaba”.

Después, para su segundo intento relativizó y se tomó más tiempo para la preparación, siguiendo los horarios que le marcaba su academia, GoBIR. Sin embargo, se topó ante un examen que le pareció “mucho más difícil”, y que le volvió a dejar fuera.  “Yo creo que está cambiando un poco, para diferenciar mejor a la gente que está bien preparada de la que no lo está, porque hay muchísima competencia”, asegura la futra bióloga interna residente.

Ahora, Laura confía en que se cumpla eso que dicen de que ‘a la tercera va la vencida’ y por fin poder ver cumplido su sueño. “El año pasado todavía era demasiado exigente, pero con la experiencia aprendes a cuidarte un poco. Esta vez estoy siendo más flexible, hago más deporte, me escucho a mi misma… y creo que, a poco más de un mes para el examen, me encuentro mucho más tranquila que los dos años anteriores. Quien va a afrontar el examen y a defenderlo eres tú mismo, así que más te vale estar medianamente bien”, subraya.

UNA SALIDA NATURAL

Como citábamos al comienzo del artículo, conseguir plaza BIR es tremendamente difícil. Por eso, Laura está muy abierta a la especialidad y hospital que le toque, y sabe que no le va a ser fácil conseguir quedarse en Madrid: “He hecho un trabajazo de la leche para tener esta mentalidad, porque habrá gente que se centre en una posibilidad y que luego se lleve un disgusto muy grande si no la consigue. Sí que empecé teniendo una prioridad, pero es que realmente son todas muy bonitas. Por ejemplo, Inmunología está muy ligada a la investigación, y te permiten hacerlo mientras estás de residente. Luego está Microbiología y Parasitología, que tienen menos guardias, o Bioquímica Clínica y Análisis Clínicos, que son más de rutina y por eso me llaman algo menos, pero tienen la ventaja de que hay más oportunidades”.

"Es un mundo que me encanta, y, aunque todavía no tengo la plaza, siento que todo el esfuerzo está mereciendo la pena”

El BIR está tan demandado -en comparación con la escasa oferta que hay- precisamente por la relación que hay entre Biología y sanidad. De hecho, al contrario que otras titulaciones, además de compartir plazas con médicos, químicos y farmacéuticos, al BIR se puede acceder desde varios grados: Biología, Biotecnología, Bioquímica, Biología Molecular… pero para Laura, insiste la joven, eso nunca fue un impedimento.

“Yo salí del máster con un buen currículum, y pensando que podía destacar en bastantes cosas, pero miraba a mi alrededor y veía que la situación laboral de mis compañeros no era muy buena. A mí ese camino no me llamaba nada, y me veía con fuerzas como para seguir estudiando y trabajar en un laboratorio, que es para lo que realmente me he formado. Es un mundo que me encanta, y, aunque todavía no tengo la plaza, siento que todo el esfuerzo está mereciendo la pena”, sentencia.

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