Lo habitual es que, en cada convocatoria de Formación Sanitaria Especializada (FSE), aumente el número de personas inscritas, y la de 2025 no ha sido una excepción: de 31.1281 solicitudes en 2024 hemos pasado a 33.240 -un 6,2% más-, de las cuales finalmente han sido admitidas 32.074, personas que podrán aspirar así a una de las 11.943 plazas de FSE ofertadas para el año próximo. Hay, sin embargo, dos titulaciones que en esta ocasión han roto con la tendencia ascendente, ya que han visto reducido su número de inscritos: Farmacia (QIR) y Química (QIR).
Son disminuciones muy pequeñas, pero que no dejan de llamar la atención dentro de una convocatoria que, como mencionábamos, ha crecido en el resto de titulaciones: Medicina (MIR), Enfermería (EIR), Psicología (PIR), Biología (BIR) y Física (RFIR). Así, Farmacia ha pasado de 1.471 a 1.559 admitidos, mientras que Química ha bajado de 279 a 245. Esta última es, además, la que menos plazas oferta, y que de nuevo se han visto reducidas en comparación con la pasada convocatoria de Formación Sanitaria Especializada: de 27 en 2024 a 25 en 2025.
Para Iñigo Pérez-Baroja Verde, presidente del Colegio de Químicos e Ingenieros Químicos de Madrid, esto puede atender a tres razones concretas: primero, la carrera de Química está muy centrada en las salidas de investigación dentro de la propia universidad, y apenas se promociona el ámbito sanitario que ofrece el QIR; segundo, la industria química ha crecido “una barbaridad”, y los graduados encuentran trabajo en ella al salir de la universidad; y, tercero, la “incertidumbre” de qué va a pasar con las especialidades sanitarias relacionadas con la Química, que son cuatro y los químicos las comparten con otras titulaciones.
"La carrera de Química está muy centrada en las salidas de investigación dentro de la propia universidad, y la industria química ha crecido una barbaridad"
Hablamos, concretamente, de Análisis Clínicos (11 plazas QIR en 2025), Bioquímica Clínica (11), Microbiología y Parasitología (2) y Radiofarmacia (1), las conocidas como especialidades multidisciplinares junto a Inmunología, que no oferta plazas QIR. Y es que las dos especialidades más numerosas para los químicos, las citadas Análisis Clínicos y Bioquímica Clínica, están cerca de converger en una sola por la similitud de sus funciones durante la formación: Laboratorio Clínico, que podría estar ya lista para la convocatoria de 2026.
De igual manera, el Ministerio de Sanidad acaba de aprobar otra nueva especialidad, Genética, cuya vertiente de laboratorio también dispondrá de vacantes QIR. Todo ello es, para Pérez-Baroja Verde, el “cóctel perfecto” para que la titulación de Química sea la que despierta menos interés de toda la FSE, por detrás incluso de Física, que cuenta con 322 admitidos. “También los colegios profesionales tenemos nuestra parte de culpa, porque igual no peleamos lo suficiente. Al final, todo suma”, señala el consultor ambiental a ConSalud.es.
El presidente del Colegio de Químicos de Madrid y vocal de la Asociación de Químicos e Ingenieros Químicos de España (ANQUE) se ha encontrado incluso con recién egresados de la carrera que se vieron sorprendidos al descubrir que disponían de tantas salidas profesionales; entre ellas, sin embargo, no se encontraba la de convertirse en químico de hospital. “Los biólogos, por ejemplo, disponen de grados que están directamente enfocados al ámbito sanitario, algo que en Química no pasa. Nosotros solemos tirar más hacia el medio ambiente”, reconoce.
MENOS PLAZAS, ALGO QUE NO SE EXPLICA
A pesar de este desconocimiento mayoritario, Iñigo Pérez-Baroja Verde destaca las posibilidades que ofrece especializarse en sanidad siendo químico, “una carrera profesional tan necesaria como poco reconocida”: “Son pocos, pero los químicos que trabajan en los hospitales me dicen que están muy bien valorados”. “Tú vas al médico porque tienes el colesterol a 200, pero ha habido alguien que te ha hecho ese análisis antes. No le damos mucho valor a las herramientas, pero somos un bastión para que otras profesiones puedan llegar y hacer su trabajo correctamente. Al final, a los sanitarios siempre los vemos como médicos, enfermeros o fisioterapeutas, y no le damos todo el valor que hay detrás”, lamenta.
Precisamente por eso, el químico no entiende la reducción de plazas que se ha producido en esta convocatoria, e incluso teme que la futura especialidad de Laboratorio Clínico pueda agravar esta situación. “No digo que tengamos que ser más, pero si siguen reduciendo, existe el riesgo de que se pierda el concepto de multidisciplinariedad con el que nacen estas especialidades”, alerta Pérez-Baroja Verde. “Nuestra labor como colegio profesional tiene que ser esa, garantizar una equidad en las plazas”, añade.
"No le damos mucho valor a las herramientas, pero somos un bastión para que otras profesiones puedan llegar y hacer su trabajo correctamente"
“Yo estoy segura de que las comisiones nacionales no han propuesto que se reduzcan las plazas, porque ahora mismo estamos en un momento en el que necesitamos cualquier cosa menos esa. En Análisis Clínicos y Bioquímica Clínica va a haber un problema tremendo con las jubilaciones si no se le pone remedio”, apuntaba también Eva Guillén Campuzano, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQC), cuando se dio a conocer la oferta de plazas. Tanto que, según el Libro Blanco de la Medicina de Laboratorio, el 23% de los trabajadores de estos servicios superaba en 2019 los 60 años.
“Con una mirada más amplia, en los próximos 15 años será necesario renovar a más de la mitad de la plantilla de los laboratorios clínicos, por lo que, si las planificaciones de oferta de plazas de Formación Sanitaria Especializada no se adecúan en tiempo a la demanda prevista, en muy poco tiempo se empezará a notar la extrema escasez de profesionales en el sector", recogía entonces el libro. De momento, vamos por el quinto año.