Ya han entrado en vigor los más recientes criterios de evaluación de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) para optar a un puesto dentro de los cuerpos docentes universitarios. El organismo, adscrito al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, exige así, desde el pasado 1 de abril, una serie de nuevos requisitos mínimos, méritos y competencias de investigación, transferencia e intercambio de conocimiento para los nuevos profesores y catedráticos de las distintas facultades españolas, que afectan, entre otros muchos, a los docentes de Medicina y de otros grados sanitarios.
Este nuevo modelo, que adapta el procedimiento -el anterior, aunque modificado en 2015, databa del año 2007- a la también nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), tiene varios ejes, que tratan de agilizar y acortar el complicado proceso con la presencia, además, de un mayor número de evaluadores: se amplían de 21 a 30 las comisiones de acreditación. Como explicó a ElDiario.esPilar Paneque, su principal precursora apenas unos meses después de ocupar el puesto de presidenta de la ANECA en febrero del año pasado, el objetivo de la medida es simplificar el currículum de estos profesionales, basándose en la “confianza” con ellos: “El sistema estaba basado en que tenías que demostrar absolutamente todo”.
“El sistema anterior estaba basado en que tenías que demostrar absolutamente todo”
El proceso se puso en marcha con el Real Decreto 678/2023, de 18 de julio, “por el que se regula la acreditación estatal para el acceso a los cuerpos docentes universitarios y el régimen de los concursos de acceso a plazas de dichos cuerpos”. “Garantiza la petición de documentación abreviada, significativa y accesible, agiliza la formalización de solicitudes y reduce de forma muy importante la carga de trabajo que el sistema de acreditación aún vigente ha venido suponiendo para las personas evaluadas”, señalaba la propia ANECA a mediados del pasado mes de febrero después de abrir las nuevas medidas -aprobadas en diciembre- a participación.
Finalizaron dichos trámites, que han incorporado los “consensos emanados” de las casi tres mil propuestas recibidas por parte de la comunidad universitaria y científica desde el comienzo del proceso, y, como se comentaba al comienzo del artículo, los nuevos criterios de la ANECA ya están en marcha desde este lunes. “Valoran la calidad frente a la cantidad”, insiste el organismo sobre estas medidas que tratan de dar respuesta a las miles de solicitudes de acreditación que reciben cada año por parte de las diferentes universidades españoles. Solo en 2023, informa Europa Press, fueron 6.730, casi un 50% más que en 2022.
"Los nuevos criterios agilizan la formalización de solicitudes y reducen de forma muy importante la carga de trabajo que el sistema de acreditación aún vigente ha venido suponiendo para las personas evaluadas"
Así, apunta la agencia, entre otras novedades, quedan eliminados los mínimos obligatorios para la mayoría de los méritos, incluyendo estancias, proyectos de investigación, transferencia, liderazgo o labores de autorización. También se incorporan principios como el de “impulso de la ciencia abierta”, el reconocimiento de la multidisciplinaredad e interdisciplinariedad, la ampliación del concepto de transferencia al de intercambio del conocimiento o la valoración de la capacidad de liderazgo y de transformación e innovación. Y, claro está, se reconocen una mayor diversidad de carreras y perfiles docentes e investigadores.
REQUERIMIENTOS DE INVESTIGACIÓN ESPECÍFICOS PARA CIENCIAS DE LA SALUD
Más allá de los criterios de actividad profesional -en el área de Ciencias de la Salud será necesario justificar cinco años de experiencia profesional en actividad clínica, pública o privada, pudiendo incluirse el período de Formación Sanitaria Especializada-, docente o de liderazgo, comunes a todos los solicitantes, es en la actividad investigadora donde la ANECA establece más criterios específicos para cada titulación. En el caso de las sanitarias, hay 4 de las citadas 30 comisiones centradas en grados sanitarios: Ciencias Biomédicas, Especialidades Sanitarias I y II y Medicina Clínica.
Y es que las facultades de Medicina son, como han manifestado en más de una ocasión los distintos decanos a los que ha entrevistado ConSalud.es, unas de las grandes afectadas por estas medidas y, a buen seguro, también unas de las que más solicitudes han presentado. No en vano, España es el país del mundo con una mayor ratio de facultades de Medicina por habitante, y son varias las universidades de nuestro país que siguen a la espera de autorización por parte de la ANECA y/o del Ministerio de Universidades para poder ofertar el grado.
“Se valorarán preferentemente los artículos científicos, los libros y capítulos de libros y las patentes”
Así, explica el documento de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, entre las aportaciones que deben presentar todos los aspirantes a trabajar en estas titulaciones sanitarias “se valorarán preferentemente los artículos científicos, los libros y capítulos de libros y las patentes”. Además, añade, “se aceptará que una, para la acreditación a profesor titular universitario, o tres, para la acreditación a catedrático, sea de casos clínicos, short communications, artículos de revisión bibliográfica o revisiones sistemáticas incluyendo las scoping review, con la excepción de las revisiones sistemáticas con metaanálisis, que serán consideradas como artículo de investigación”.
De cara a su valoración, informa la ANECA, valorarán preferentemente aquellas aportaciones publicadas en revistas “de calidad contrastadas” o indexadas en bases de datos bibliográficos “de reconocido prestigio”, así como en plataformas de publicación de resultados de investigación de investigación, como Open Research Europe. Después, en el caso de los libros, valorarán el prestigio de la editorial y de los editores, la colección en la que se publica la obra, si la colección o el libro ha obtenido algún sello de calidad otorgado por una institución “de reconocido prestigio” y las reseñas recibidas en las revistas científicas especializadas.
“Estamos todavía en pleno cambio, adaptándonos, y, como todo, puede tener cosas que sean buenas y otras que sean menos buenas, pero a mí me gusta siempre quedarme con la positivo"
Por último, para las patentes valorarán si están en explotación, “demostrada mediante contrato de compraventa o de licencia”. “Respecto a patentes concedidas sin estar en explotación, solo se valorarán si la concesión se ha llevado a cabo con examen previo (tipo B2)”, indica la ANECA, que señala, además, que tendrán en cuenta la extensión de la protección de la patente -nacional, europea o internacional-, “valorándose más la de protección más extensa”.
“Estamos todavía en pleno cambio, adaptándonos, y, como todo, puede tener cosas que sean buenas y otras que sean menos buenas. Pero a mí me gusta siempre quedarme con la positivo, y una de las cosas en la que nos va a beneficiar es en el tema del profesorado, sobre todo con la figura del ayudante doctor que se va a implementar en Andalucía y que puede dar pie a otras comunidades. Yo creo que van a salir cosas buenas para la Facultad de Medicina”, comentaba recientemente a este medio Manuel Rosety, decano de la Universidad de Cádiz, sobre la nueva LOSU. A nivel general, como sus homólogos de Valencia o Baleares, casi todos demandan esa necesidad de flexibilizar los criterios para poder rejuvenecer el profesorado.