Hace poco más de un año, a mediados del mes de febrero de 2023, José Manuel Fernández-Real Lemos ganaba las elecciones al decanato de Medicina de la Universitat de Girona por solo un voto de diferencia y sucedía en el puesto a Joan San. El endocrinólogo heredaba entonces una facultad con 80 plazas, que, en una controvertida medida implementada por los ministerios de Sanidad y Universidades, aumentaron hasta las 92 -un 15%- al poco de su llegada para el curso 2023/2024. Muchos decanos criticaron entonces la decisión, calificándola de “impuesta” y asegurando que no disponían de recursos suficientes para ello; en Girona, no obstante, es “asumible” gracias a la ampliación que vivirá próximamente su facultad.
“Nuestro problema venía más por el aumento de las plazas de Enfermería, con la que compartimos edificio. Algunos horarios estaban completamente saturados, con todas las aulas llenas, y eso sí que se ha notado mucho”, matiza Fernández-Real Lemos en una entrevista concedida a ConSalud.es. En concreto, explica, ya está puesto en marcha el proyecto que habilitará la actual biblioteca de la Facultad de Medicina de la Universitat de Girona como nuevas aulas de docencia, mientras que la nueva biblioteca pasará a ocupar otro espacio -fuera del edificio de la Facultad- que ya han alquilado.
“Estamos en conversaciones con la gerencia del hospital para habilitar espacios adicionales para la formación"
El proyecto, no obstante, todavía no estará listo para el próximo curso (tampoco la acreditación de nuevos profesores que pretende facilitar la nueva LOSU). Hasta entonces, y como ya hacen otras muchas universidades, van a intentar crear un nuevo aulario fuera de la Facultad de Medicina, pero al lado del Hospital Universitari Dr. Josep Trueta, que es donde los alumnos realizan unas prácticas que cada vez tienen mayor peso en la carrera; y que, además, tratarán de mantener en el futuro. “Estamos en conversaciones con la gerencia del hospital, que está a solo 20 minutos andando de la facultad y a 5 en coche, para habilitar espacios adicionales para la formación, y así acercar a los alumnos a la práctica clínica”, indica el decano.
Y es que, insiste José Manuel Fernández-Real Lemos, el programa formativo de la carrera de Medicina ha ido cambiando en Girona desde que arrancó en 2008, con una evaluación que se ha hecho más notable si cabe en los últimos años: “Hubo un antes y un después con el ECOE (Examen Clínico Objetivo Estructurado), que tiene por objetivo evaluar el desempeño de los estudiantes ante situaciones clínicas simuladas. Cada vez tenemos más simuladores que nos ayudan a acometer las prácticas, y no solo con el paciente real”.
“Algo que nos prepusimos cuando llegamos al decanato fue aumentar la internacionalización de la Facultad, y parece que en este último curso lo hemos conseguido”
Pero desde el decanato quieren fomentar aún más las prácticas, algo que le piden muchos estudiantes que quieren formarse en otras instituciones, y no solo en el citado hospital gerundense. Incluso algunos fuera de la provincia, sobre todo en Barcelona durante el verano. “Nos ha venido muy de nuevo, y tener que dar de alta a tantos alumnos en la Seguridad Social nos ha desdibujado un poco los planes que teníamos. Lo hemos conseguido después de varios batallas, pero todavía nos quedan unos meses muy intensas”, afirma Fernández Real-Lemos, en cuya facultad, al contrario que ocurre en otras universidades de Cataluña, no hay tantos estudiantes de fuera de la comunidad autónoma. En Tarragona, por ejemplo, suponen el 70%.
“Lérida y Tarragona sí que tienen mucho contacto con Castellón, Aragón… pero aquí, al estar más alejados, eso no pasa, aunque el año pasado sí que recuerdo tener a varios alumnos de País Vasco, Andalucía o incluso Canarias”, apunta el docente, quien tiene puesto como otro de sus objetivos, precisamente, abrir más la Facultad a otros lugares… pero no solo de España. “Algo que nos prepusimos cuando llegamos al decanato fue aumentar la internacionalización de la Facultad, y parece que en este último curso lo hemos conseguido”, presume Fernández-Real Lemos. “También, que alumnos de fuera vengan aquí. Ese flujo bidireccional es muy positivo para el alumno”, añade.
LADILLO
El reto más grande que se ha puesto por delante el decano es, no obstante, consolidar un sistema de enseñanza que considera “único” en nuestro país. “Nosotros no hacemos clases magistrales al uso, como todas las facultades de Medicina de España. En nuestras clases hay pocos alumnos, diez u once como máximo, y durante seis, siete u ocho semanas el profesor estará con ellos desarrollando una asignatura que tampoco se imparte de la manera habitual”, asegura Fernández Real-Lemos. Y detalla: “Hacemos una integración de todo el conocimiento. Por ejemplo, en la asignatura de Endocrinología se da también Anatomía Patológica, Radiología, Farmacología, Infecciosas… es decir, todo lo que envuelve a la Endocrinología”.
“Es una inmersión total del alumno a través de casos clínicos, que ya no depende de que alguien le diga algo, sino de que él mismo busque las respuestas”, continúa el decano de la Universitat de Girona, quien presume de que tal es el éxito de su programa formativo -lo llaman “Aprendizaje Basado en Problemas”- que ya le han preguntado por él desde otras universidades de España. “Lo que queremos ahora es consolidar este sistema elaborando nuevas rúbricas para evaluar a los alumnos. No simplemente evaluar un examen, sino también su autonomía, iniciativa, interacción con los compañeros, con el profesor…”, insiste.
“Es una inmersión total del alumno a través de casos clínicos, que ya no depende de que alguien le diga algo, sino de que él mismo busque las respuestas”
En la convocatoria MIR (Médico Interno Residente) de 2023, la Universitat de Girona ocupó el noveno puesto en el ranking de universidades cuyos alumnos presentados al examen de acceso habían obtenido mejores notas. Un gran resultado -“especialmente bueno para una facultad prácticamente nueva”- que su decano de Medicina -quien opina que el formato actual de “someterse a un frío test” es “penoso”- reconoce que tienen en cuenta, y que es fruto de todo ese trabajo que llevan años realizando tanto su equipo como los anteriores.
“También estamos llevando a cabo una iniciativa que se llama plan de acción tutorial, y por la que designamos como mentores a alumnos de cursos superiores, que le cuentan a los que llegan de primero su experiencia y cuáles son los puntos a tener en cuenta. Está teniendo resultados muy interesantes”, destaca José Manuel Fernández-Real Lemos, quien, recientemente nombrado catedrático de Medicina del departamento de Ciencias Médicas de la Universitat de Girona, seguirá ocupando el cargo de decano de su Facultad de Medicina -si todo va bien- durante tres años más.