Aunque las listas de resultados provisionales de los exámenes de Formación Sanitaria Especializada colocaron a María José Alegría en el primer puesto del examen para Biólogo Interno Residente, la publicación de las clasificaciones definitivas corregía esta posición y se la daba a Laura Martín Martínez. La joven había entregado una solicitud de subsanación ya que en la primera versión no se le había contabilizado correctamente el expediente académico debido a un error en la documentación y por ello aparecía en el decimonoveno puesto.
"Enterarme de que mi solicitud de subsanación había sido aceptada por parte del ministerio y que era la número 1 del BIR según los resultados definitivos, después de tanta incertidumbre, fue una gran alegría y un gran alivio", reconoce Laura Martín en declaraciones a Consalud, aunque admite que ya sabía que, si conseguía que se tuviera en cuenta su expediente académico, esto la elevaría a la primera posición: "Supone un gran alivio saber que vas a poder elegir la plaza que quieras".
"Teniendo en cuenta las pocas plazas BIR que salen cada año para la gran cantidad de gente que se presenta, el hecho de haber conseguido una plaza en mi primer intento ya lo consideré como todo un logro", reconoce la residente, una opinión que comparte con su compañera María José Alegría que también destacaba el bajo número de vacantes para Biólogos Internos Residentes.
"Supone un gran alivio saber que vas a poder elegir la plaza que quieras", reconoce la nº 1 del BIR
Martín no tuvo una buena "sensación" al salir del examen: "Me había parecido bastante complicado pese a todos los meses de preparación y no estaba segura ni siquiera de si iba a conseguir plaza. Tuve dudas en muchas más preguntas de lo que me esperaba, ya que una buena cantidad de ellas eran muy específicas y centradas en detalles que yo no me había estudiado directamente, pero intenté tomármelo con calma y tratar de ir descartando opciones en la medida de lo posible basándome en lo que había estudiado".
Tal y como explica, una parte importante de la preparación BIR es "saber cómo hacer un examen test de este tipo: saber cuándo puedes descartar alguna de las opciones, cuándo es mejor arriesgarte aunque tengas dudas, cuando es mejor dejarla en blanco, etc.". También explica que la preparación "no ha sido un camino fácil": "Hay que ser muy constante, y creo que todos dudamos de nosotros mismos en algún momento a la hora de enfrentarnos a este examen, sobre todo teniendo en cuenta las pocas plazas que hay y que, siendo mi primer año, lo más normal es no obtener plaza en tu primera convocatoria. Por eso para mí fue importante centrarme en el estudio día a día y confiar en el progreso que veía que iba haciendo en ese estudio, y traté de olvidarme de todo lo demás". A pesar de sus dudas, el último año ha tenido su recompensa "y con creces".
Laura Martín ha decidido seguir formándose en la especialidad de Bioquímica Clínica en el Hospital Clínico Universitario de Valencia, la ciudad en la que vive. Con respecto a la rama elegida, tenía claro que serían o Bioquímica Clínica o Análisis Clínicos: "Son muy parecidas y las dos son las más amplias, no están tan especializadas como Microbiología o Inmunología, sino que te permiten trabajar en distintos ámbitos del laboratorio clínico, por lo que son las que más puertas te abren".
"Creo que todos dudamos de nosotros mismos en algún momento a la hora de enfrentarnos a este examen, sobre todo teniendo en cuenta las pocas plazas que hay"
Al final la balanza se inclinó a favor de Bioquímica Clínia, principalmente porque los hospitales en los que estaba interesada, tanto en Valencia como en Madrid, no ofertaban plazas de Análisis Clínicos para BIR. Por otro lado, la decisión de quedarse en el hospital Clínico de Valencia obedece, además de a que le permite no tener que desplazarse a otra comunidad, a que es "uno de los mejores hospitales de la ciudad, se implican en la formación de los residentes y creo que voy a poder aprender sobre muchas técnicas de laboratorio trabajando allí ya que cuentan con buenos equipos".
Además, otro factor a tener en cuenta es que, aunque es un centro grande, "no llega a tener la gran carga asistencial de los hospitales de Madrid, lo que hace que sea más sencillo comenzar la tesis doctoral durante la residencia y, al entrar un menor número de residentes por año, da menos cabida a que se genere competitividad entre residentes y el servicio se puede centrar más en la formación de cada uno".
Para concluir lanza un mensaje de ánimo para las personas que están planteándose en presentarse al BIR: "Es un camino duro que requiere esfuerzo y mucha dedicación, pero si de verdad te interesa el laboratorio clínico y trabajar en el entorno hospitalario, con constancia, trabajando día a día y descansando cuando lo necesites, se puede conseguir y al final todo ese sacrificio vale la pena".