El predominio de la mujer en el ámbito de la Medicina es incuestionable. Su porcentaje cada vez es mayor con respecto al de los hombres, hasta el punto de representar, en el pasado curso 2022/2023, al 70,6% del total de estudiantes de la carrera en las distintas universidades españolas. Lo mismo ocurre en el campo docente, históricamente asociado a las mujeres a través de la figura de la maestra y cuya tendencia se ha mantenido en la actualidad. Sin embargo, según aumenta el cargo en el organigrama directivo de los centros, va bajando la presencia de mujeres.
Es algo que atestiguan las propias pocas mujeres que ocupan esta máxima posición en las facultades de Medicina españolas, la de decana, con algunas de las cuales se ha puesto en contacto ConSalud.es a raíz del Día Internacional de la Mujer que se celebra cada 8 de marzo. “En nuestra universidad, el número de profesoras titulares y catedráticas de Medicina es muy bajo, no llegando al 5% del total de los profesores y catedráticos de universidad”, confirma Aurora Valenzuela Garach, decana de Medicina de la Universidad de Granada.
Valenzuela Garach representa el mejor ejemplo de este histórico dominio de los hombres en los cargos directivos de las universidades. Y es que ella, como la inmensa mayoría de compañeras que ejercen actualmente, fue la primera decana mujer de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada en sus casi 500 años de historia. “Esta marcada desproporción pone en evidencia las diferencias en el avance en la carrera universitaria entre las mujeres y los hombres”, afirma la decana de la universidad andaluza, que precisamente accedió al cargo en un momento -2016- en el que el puesto de rectora mujer lo ocupaba, también por vez primera, una mujer.
“En nuestra universidad, el número de profesoras titulares y catedráticas de Medicina es muy bajo, no llegando al 5% del total de los profesores y catedráticos"
En la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en cambio, nunca ha habido una rectora mujer. Sí lo era la predecesora de su actual decana de Medicina, María del Mar Tavío Pérez, quien ha dado un pasito más logrando la igualdad también en la composición de su equipo decanal, formado por cinco hombres y cinco mujeres. Así, la situación parece que poco a poco va cambiando: “En los primeros equipos decanales de nuestra Facultad había un predominio importante de hombres, probablemente debido a la falta de condiciones laborales que permitieran a las docentes emplear tiempo en la gestión”.
Para Carmen Robles Moreno, decana de Medicina de la Universidad de Murcia, el proceso es todavía excesivamente lento. “Hay un alto número de profesorado joven femenino, pero en los altos cargos todavía hay un freno”, señala Robles Moreno, quien, como sus dos homólogas, alude a la maternidad y a la falta de conciliación como principal problema a resolver: “Yo no me pude asentar del todo en la gestión hasta que mis hijos fueron mayores”.
“Años atrás, la falta de medidas para favorecer el trabajo de la mujer con hijos determinaba que en la universidad tuvieras que optar entre dedicarte a la actividad investigadora o a la gestora. En mi caso, acepté mi primer puesto de gestión cuando ya era catedrática de universidad”, confirma Tavío Pérez. “Hoy en día, si una mujer quiere hacer algo con su carrera profesional, tiene que retrasar su maternidad muchísimo. Por ejemplo, en investigación. Cuando te quieres dar cuenta, tienes treinta y pico años”, insiste Carmen Robles Moreno, quien apunta también a esta como una de las causas por las que la maternidad cada vez se retrasa más.
"En nuestra Facultad de Medicina todos los delegados han sido chicos hasta hace tres años. Ahora llevamos dos años seguidos con una mujer"
“Hace falta un mayor esfuerzo en apoyar a las mujeres en la conciliación familiar, aunque considero que, en la actualidad, el alargamiento de los permisos de maternidad y paternidad permite una mejor conciliación familiar”, coincide su homóloga de la Universidad de Granada. María del Mar Tavío Pérez pone un ejemplo que le llamó la atención cuando trabajó en el hospital de la Universidad de Harvard en Boston, el Massachusetts General Hospital: “El personal podía dejar sus hijos en la guardería del propio hospital, lo que facilitaba que las mujeres pudiéramos desarrollar nuestro trabajo y atender a nuestros hijos durante los descansos”.
“Si queremos una sociedad más igualitaria, en la que haya un equilibrio entre mujeres y hombres que ocupen altos puestos directivos, es importante seguir mejorando las medidas para favorecer la conciliación familiar”, asegura la máxima mandataria de la facultad de Medicina de la universidad canaria. “Se deberían impulsar mecanismos que faciliten los cuidados de personas dependientes ya que, en un alto porcentaje de los casos, son las mujeres las encargadas de estos cuidados”, Valenzuela Granch, quien, eso sí, matiza que las mayores dificultades ante las que se ha encontrado estaban relacionadas con la renuncia al desarrollo de ciertos aspectos de su vida personal “por la gran dedicación y exigencias que el desempeño del cargo conlleva”.
“Creo que es cuestión de tiempo que todo esto se normalice. Por ponerte un ejemplo, en nuestra Facultad de Medicina todos los delegados han sido chicos hasta hace tres años. Ahora llevamos dos años seguidos con una mujer. Ellas mismas se van incorporando, y los referentes son importantísimos”, sentencia Carmen Robles Moreno, que forma parte de ese escaso 25% de mujeres decanas de Medicina en España. En el caso de las catedráticas, el porcentaje asciende ligeramente, hasta el 32%.