Así va a ser la nueva formación MIR en Medicina Intensiva: “Llevábamos detrás de esto desde 2011”

Álvaro Castellanos, miembro de la junta de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, desgrana algunos de los puntos más importantes que va a tener el nuevo programa formativo de la especialidad

Álvaro Castellanos, miembro de la junta de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)

Los intensivistas están de celebración. Después de casi trece años de espera, el nuevo programa formativo de la especialidad, para los residentes que empiezan, está a punto de caramelo. Ya ha finalizado el periodo de audiencia pública del Real Decreto, que también incluye los criterios de acreditación de las unidades docentes, y ahora falta que las comunidades autónomas, que lo han enviado a las comisiones de docencia de los hospitales y a los distintos jefes de servicio de Medicina Intensiva, lo devuelvan a la Comisión Nacional de la especialidad -la encargada de su elaboración- con las anotaciones pertinentes. Con todo ello, los profesionales confían en que pueda estar listo antes de que termine el año.

“Llevábamos detrás de esto desde prácticamente el año 2011. Hemos ido entregando borradores actualizados al Ministerio, y ahora sí que parece que finalmente hay una intención firme y clara de renovar el programa. Ha sido una trayectoria muy larga”, reconoce a ConSalud.es el doctor Álvaro Castellanos, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) hasta el año 2023 y jefe de este servicio en el Hospital La Fe de Valencia. Y es que su especialidad, como le ocurre a otras tantas, ha cambiado enormemente desde que se produjo la última actualización del programa formativo…

"Hemos ido entregando borradores actualizados al Ministerio, y ahora sí que parece que finalmente hay una intención firme y clara de renovar el programa"

El suyo, no obstante, es un caso muy particular, y que solo comparten otras cuatro especialidades: Anestesiología, Cirugía Cardiovascular, Cirugía Torácica y Medicina Nuclear. Todas ellas llevan con el mismo programa desde 1996, es decir, desde hace ya casi treinta años. “Nuestra especialidad va orientada fundamentalmente al diagnóstico y tratamiento de enfermedades graves, así como al soporte de disfunciones orgánicas hasta que desaparece la causa que las originó. Todo esto se basa muchas veces en el uso de tecnología avanzada, que evidentemente cambia continuamente, como también las técnicas”, indica Castellanos.

También se ha ampliado el espectro de pacientes a los que atienden, y que deben aparecer reflejados en el programa formativo: “Por ejemplo, ahora vemos a muchos pacientes oncolohematológicos, cuyo pronóstico ha mejorado. Hace unos años prácticamente se excluían del ingreso en las unidades de cuidados intensivos, y ahora, gracias a la anticipación de problemas y a la colaboración con los servicios de Hematología y Oncología, y a la disponibilidad de nuevas técnicas que decía antes, los estamos admitiendo”.

"A partir de ahora integramos nuevas técnicas, como pueden ser la oxigenación con membrana extracorpórea o el transporte del paciente crítico"

Con todo ello, insiste, la necesidad de actualizar la formación de sus residentes se antojaba fundamental desde hacía tiempo. En concreto, explica el presidente saliente de la SEMICYUC, el programa consta de 110 competencias, agrupadas en 20 dominios. De ellas, algo más de la mitad son competencias transversales que ya vienen definidas por el Ministerio de Sanidad, “es decir, que son comunes a todas las especialidades”. Específicas de Medicina Intensiva son 48, repartidas entre siete dominios considerados a bien por la Comisión Nacional.

“La primera novedad es la actualización de dichas competencias. A partir de ahora, también integramos estas nuevas técnicas, como pueden ser la oxigenación con membrana extracorpórea, el transporte del paciente crítico, sobre todo aquel que requiere de técnicas de soporte vital avanzadas, el paciente oncohematológico…”, cita Castellanos, quien destaca también uno de los puntos más novedosos que incluye el nuevo programa a la hora de establecer la correcta formación de sus MIR: la inclusión del número de experiencias que se consideran necesarias “para garantizar que esas competencias se adquieren”: “Número de pacientes totales vistos, número de pacientes por cada patología, técnicas realizadas…”.

OBJETIVO: GARANTIZAR LA CORRECTA FORMACIÓN DE LOS RESIDENTES

Y es que esa es, insiste el intensivista, la parte más importante del programa: la de conseguir que sea realmente efectivo. “Proponemos el método de la evaluación formativa, no para demostrar lo que el residente sabe, sino para que aprenda. Se realiza a pie de cama, mediante observación directa de su desempeño en el manejo del paciente crítico. Esa es la piedra angular del nuevo programa formativo de Medicina Intensiva, porque la mayoría de programas contienen listados más o menos largos de competencias, pero el gran desafío real es este”.

“También incorporamos el portafolio electrónico del residente, un registro de evidencias de sus competencias profesionales. Ahí figurarían no solo el número de técnicas realizadas o de pacientes tratados, sino también los resultados de las evaluaciones formativas y de las encuestas con el tutor”, añade Castellanos. Pero nada de esto tendría sentido, claro está, si los tutores, encargados de velar por su formación, no están también correctamente formados.

“La Comisión ha elaborado una serie de criterios para las unidades cuyo objetivo fundamental es asegurar una calidad docente mínima"

“La Comisión ha elaborado una serie de criterios cuyo objetivo fundamental es asegurar una calidad docente mínima. Requisitos relacionados con el volumen de pacientes, con la complejidad, con que haya una ratio de al menos un tutor por cada tres residentes… es muy importante que la unidad docente tenga recursos, y por eso les vamos a pedir unos requisitos de calidad, y un plan de investigación en el que participe el residente, así como fomentar su participación en sesiones clínicas y en cursos”, añade el facultativo sobre el nuevo plan, que, después de recibir el documento con las alegaciones por parte de las comunidades autónomas, todavía necesitará recibir el visto bueno por parte del resto de especialidades MIR.

“Hemos visto diligencia y compromiso por acelerar el proceso por parte de las personas del Ministerio con las que hemos tratado, y realmente esperamos que todo esté finiquitado y el nuevo plan implementado para la convocatoria de 2025”, confía Álvaro Castellanos sobre una especialidad que el año que viene ofertará 224 plazas, siete más que en 2024 y 52 más que hace cinco años.

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