Medicina de Urgencias y Emergencias está muy cerca de ser la próxima especialidad más del Sistema Nacional de Salud. El Boletín Oficial del Estado del pasado viernes publicó el Real Decreto que abría a consulta pública su proceso de creación, estableciendo unas primeras -pero firmes- líneas de actuación.
Sin duda, uno de los agentes más importantes en este proceso, si no el que más, ha sido la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES). En un comunicado emitido en la tarde del viernes ya mostraron su “satisfacción” y “alegría”, y, ahora, su Secretario de Relaciones Institucionales, Javier Millán, analiza junto a ConSalud.es algunos de los puntos más relevantes del mencionado Real Decreto.
Millán considera “generoso” que permitan, mediante acceso extraordinario, la homologación del título de especialista de todos los profesionales que actualmente están trabajando en estos servicios. “Es un proyecto de Real Decreto que intenta conciliar intereses para no dejar fuera a nadie”, resalta.
“Es un proyecto de Real Decreto que intenta conciliar intereses para no dejar fuera a nadie”
Aunque, quizá, la parte más interesante del Real Decreto es la que tiene que ver con el aspecto de la formación, que los nuevos MIR de Medicina de Urgencias y Emergencias tendrán que compartir durante dos años con sus compañeros de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Para el urgenciólogo, este punto “recupera un poco el sentido de troncalidad o de pasarelas formativas del que realiza una residencia”, y los requisitos y plazos de homologación -que varían dependiendo de si se está todavía en formación o si se es ya especialista- son los “establecidos para cualquier otra especialidad”.
“Cuando tú terminas una residencia y luego quieres hacer otra, te convalidan periodos formativos e incluso guardias”, recuerda. “Flexibilizar el proceso de formación siempre es positivo”, añade, matizando que, “evidentemente”, si hubiera podido elaborar SEMES el Real Decreto, “ni los plazos hubieran sido los mismos ni probablemente la redacción hubiese sido la misma”.
“Flexibilizar el proceso de formación siempre es positivo”
Así, el Real Decreto informa de que el programa formativo de la especialidad está en proceso de elaboración, y que este verá la luz en un plazo máximo de seis meses. Teniendo en cuenta que este año el Ministerio de Sanidad publicó la relación de plazas MIR a finales del mes de junio, no tendría que haber problema, en principio, para que en 2025 entren a trabajar en los hospitales los primeros residentes Medicina de Urgencias y Emergencias.
“Nosotros somos optimistas, y desde luego creo que hemos alcanzado un grado de consenso tal como para que los plazos no se alarguen más de lo anunciado e incluso se puedan acortar”, subraya Millán.
“Tener una formación homogénea y reglada, alineada con la del resto de países de Europa, es fundamental"
Ocho son las comunidades autónomas que se han “comprometido” a financiar la oferta de plazas de esta nueva especialidad, que supondría, según calcula el Ministerio de Sanidad, 34.667.424,48 euros (219.414,079€ por residente). Sin embargo, informa el Secretario de Relaciones Institucionales de SEMES, “en el pleno de la Comisión de Recursos Humanos no hubo ningún voto en contra”.
“Esas ocho fueron las que impulsaron propuestas sobre la necesidad de la especialidad. Me imagino que ahora, durante el periodo de alegaciones, habrá más comunidades que se sumen a la necesidad de los residentes de la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias. Vamos, estoy prácticamente convencido”, afirma con rotundiad.
De igual manera, desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias también creen que, durante el citado periodo de alegaciones, que está abierto hasta el próximo 28 de septiembre, “se enriquecerá el Real Decreto con alegaciones de diferentes profesionales, colectivos y sociedades científicas”. “Tener una formación homogénea y reglada, alineada con la del resto de países de Europa, es fundamental, sobre todo cuando estamos hablando de procesos tiempo dependientes”, sentencia Millán.