Este año, el ranking de las universidades con los mejores números de orden en el MIR ha estado más variado que nunca. Tanto, que el primero y el cuarto proceden de una universidad rusa (la Universidad Estatal de Medicina Pavlov de San Petersburgo), mientras que el quinto y el noveno son argentinos, y estudiaron en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Católica de Córdoba, respectivamente; por poner esto aún más en valor, en 2024 no hubo ni un solo extranjero en el TOP 100 del MIR. En lo que respecta a nuestro país, no obstante, una universidad ha resultado triunfadora: la Universidad de Barcelona (UB), que ha conseguido colocar a dos de sus alumnos entre los diez mejores números de orden de esta convocatoria.
Son, concretamente, el número tres -David Carrillo, con quien tuvimos el placer de hablar hace apenas un par de semanas- y el ocho, Víctor Torrecilla. “Para nosotros, esta noticia es evidentemente un orgullo, y no nos queda otra que felicitar a los alumnos, sobre todo en un año en el que el examen no ha sido especialmente fácil”, indica a ConSalud.es el decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB, Antonio Trilla García.
A pesar de ello, matiza: lo que más les interesa, y persiguen siempre, es que sus alumnos consigan una puntuación en el examen MIR “lo suficientemente buena” como para elegir la especialidad y el centro que quieran. “Tener a estos dos solistas es perfecto, pero lo que nosotros queremos realmente es la orquesta completa. Afortunadamente, la Universidad de Barcelona, al igual que otras del país, siempre está en la parte alta de la lista de alumnos que aprueban el examen y que pueden coger plaza”, señala el decano. “Esto es lo que nos motiva más. Si el año que viene no conseguimos tener a ninguno entre los diez primeros, o tenemos a tres en vez de a dos, tampoco va a pasar nada. Lo importante es el conjunto”, insiste.
"Si el año que viene no conseguimos tener a ninguno entre los diez primeros, o tenemos a tres en vez de a dos, tampoco va a pasar nada"
El año pasado, sin ir más lejos, la UB tuvo que esperar hasta el número de orden 15 para encontrar a su mejor egresado de la carrera de Medicina, mientras que sus competidores de la Universidad Autónoma de Barcelona lograron tener al cuarto y al quinto; para encontrar a su ‘bronce’ en el MIR de 2025, la Universidad de Barcelona tiene que bajar hasta el número de orden 23, convirtiéndose así en la única universidad con dos ex alumnos en el TOP 10 y con tres en el TOP 30. “Todo esto no es fruto de la casualidad”, asegura Trilla García sobre un éxito en la convocatoria que, eso sí, es “claramente independiente” de su programa formativo.
“No tenemos ninguna preparación específica de cara al examen MIR, y es algo que queremos seguir manteniendo y compaginando. En todo caso, las personas que ponen las preguntas del examen se aproximan a los conocimientos que se enseñan en las facultades, pero aquí no tenemos ninguna receta mágica, ni somos diferentes a la enorme cantidad de facultades de Medicina que hay en España”, subraya el decano de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Sí que es verdad, apunta, que sus exámenes durante la carrera tampoco son fáciles, “y en su mayoría tienen preguntas tipo test, como el del MIR”. “Además, aunque a simple vista pueda parecer que tiene poca importancia, casi todas las facultades de Medicina de España estamos apostando por una enseñanza lo más práctica posible, y en el examen MIR cada vez hay más preguntas sobre casos clínicos, no la típica pregunta teórica. Así que es lo que yo les digo habitualmente a los alumnos utilizando un símil futbolístico: si cuando jugáis el partido lo hacéis bien, es porque tenéis un buen entreno, a base de exámenes de especialidades que son relativamente difíciles, dentro del estándar de lo que es una facultad de Medicina”, añade.
EL EQUILIBRIO, LA CLAVE
El examen MIR, como cualquier otra oposición, no deja de ser una competición por conseguir una plaza de especialista en formación dentro del Sistema Nacional de Salud. Lejos de eso, en la Universidad de Barcelona, destaca su decano de Medicina, trabajan mucho en equipo, y tienen que colaborar para sacar adelante muchos de los proyectos que deben presentar. “Evidentemente, hay una parte individual innegable, pero me gustaría creer, y creo que en buena parte es verdad, que el ambiente durante los seis años de carrera facilita que se ayuden mucho entre ellos a superar las diferentes etapas de evaluación”, destaca Trilla García.
"Me gustaría creer que el ambiente durante los seis años de carrera facilita que se ayuden mucho entre ellos"
“Nosotros intentamos encontrar siempre un equilibrio. Gente TOP que te puede explicar una cosa muy concreta, algo que todo el mundo dice ‘esto es la última moda, es interesante saberlo’, combinado con lo que tienen que saber acerca de las patologías que son más prevalentes, cosas básicas que deben enseñar los que trabajan en esto cada día y que se han encontrado mil veces con ese problema”, comenta el experto, quien recuerda que, a pesar de ello, el proceso de preparación del examen MIR, aunque suele comenzar cuando el alumno está todavía en la carrera, es algo ajeno a la universidad, por lo que depende en última instancia de lo que estudie el aspirante por su cuenta o con la ayuda de las academias.
El citado David Carrillo, tercer mejor número de orden en el MIR de 2025 y ex alumno de la Universidad de Barcelona, señalaba a este periódico que él comenzó a prepararse el examen en septiembre de 2023, es decir, al poco de comenzar el sexto y último curso del grado. Su único objetivo, aseguraba, era quedar “lo más alto posible” para poder elegir la especialidad de Dermatología y quedarse en un hospital de Barcelona. “No hay ninguna fórmula mágica, lo único que puede haber marcado un poco la diferencia es que yo me he centrado mucho desde el principio. Tuve una buena primera vuelta de estudio, cuando hay mucha gente que porque no puede, o porque no le da tiempo, no le da mucha importancia a eso cuando está en sexto de carrera. También hay un punto de suerte y de tener el apoyo de tu familia y de la gente que te quiere. Creo que es mérito de muchas cosas, no solo de estudiar”, indicaba entonces.