Solo tres especialidades “presumen” de tener un 0% de abandono de plazas MIR: siete superan el 10%

Un informe del Sindicato Médico de Granada indica qué especialidades MIR tienen mayor y menor tasa de abandono entre sus residentes

Médico residente (MIR) agobiado se plantea abandonar su especialidad (FOTO: Freepik)

Al igual que no es oro todo lo que reluce, no todos los médicos que eligen una plaza MIR después de terminar la carrera y hacer el examen de acceso se encuentran con lo que esperaban antes de comenzar la residencia. Esta es, de hecho, y de manera lógica -al igual que le puede ocurrir a una persona que empieza en un nuevo puesto de trabajo o a un estudiante universitario que comienza una carrera-, la tónica habitual de cada convocatoria, pero con tres excepciones que confirman la regla; tres especialidades médicas que pueden presumir de ser las únicas que, en el 2023, vieron cómo terminaban su formación el mismo número de personas que la habían comenzado hacía 4 o 5 años.

Se trata, en concreto, de Cirugía Cardiovascular, en la que se especializaron los 20 médicos que comenzaron a formarse en 2017 (dura cinco años); Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, en la que hicieron lo propio sus 37 residentes; y Otorrinolaringología, que, con una duración de cuatro años, vio cómo terminaban los 83 que habían empezado en 2018. Son datos que publica Vicente Matas, del Sindicato Médico de Granada, y que muestran cómo, en el conjunto de España, un total de 305 personas -el 4,2%- abandonaron su plaza de especialista en formación en algún punto de la residencia entre los años 2017 y 2023. Así, si podían terminar 7.261, finalmente lo hicieron 6.956.

Las cifras de los que terminaron, a su vez, proceden del informe ‘Recursos Humanos, ordenación profesional y formación continuada en el Sistema Nacional de Salud, 2023’, publicado por el Ministerio de Sanidad en este 2024 (las de los que podrían terminar, de la propia oferta de plazas MIR en esos años 2017 y 2018). Todas ellas muestran que, junto a las anteriormente citadas, otras tres especialidades multidsciplinares -es decir, que tienen residentes procedentes de distintas titulaciones, no solo de Medicina- de la Formación Sanitaria Especializada (FSE) hicieron ‘pleno’ al no dejar ninguna plaza vacía durante su periodo formativo: Bioquímica Clínica, Radiofarmacia, e Inmunología.

Medicina del Trabajo tiene una tasa de abandono del 20%

Además, se da la curiosidad de que en Cirugía Pediátrica terminó un especialista más de los 20 que cinco años antes obtuvieron la plaza, un hecho que Vicente Matas atribuye a un “retraso” a la hora de completar su formación. Más allá de esto, las especialidades con menor ratio de abandono son, después de las que gozan de un 0%, Hematología y Hemoterapia (solo una plaza, el 0,8%); Urología (una plaza, el 1%); Dermatología Médico-Quirúrgica y Venerología (una plaza, el 1,1%); Oftalmología (dos plazas, el 1,1%); Pediatría y Áreas Específicas (cinco plazas, el 1,2%); Anestesiología y Reanimación (seis plazas, el 1,7%); y Reumatología (una plaza, el 1,8%).

Pero, claro está, vistos estos porcentajes, para que la media de España sea de 4,2%, las diferencias con los de las especialidades con mayor tasa de abandono -por una u otra razón, que no ha de ser únicamente el encontrarse a disgusto con la especialidad elegida- deben de ser muy grandes. Y lo son, pese a que, en números absolutos, pocas especialidades registran una cifra de abandono superior a diez personas (en Medicina Familiar y Comunitaria, por ejemplo, fueron 62 -1.851 de 1.913-, que, al ser la especialidad con mayor oferta de plazas, se queda en un porcentaje del 3,2%).

Con los fatos del facultativo granadino en la mano, Medicina del Trabajo es la que presenta peores resultados: podían terminar 65 y “solo” lo hicieron 52, el 20%. Le siguen Anatomía Patológica, con dieciséis plazas abandonadas (el 15,4%); Oncología Radioterápica, con ocho (el 12,9%); Neurofisología Clínica, con cinco (el 12,5%); Cirugía Torácica, con dos (el 11,8%); y Angiología y Cirugía Vascular, con cuatro (el 11,1%).

MENOS ABANDONOS, PERO RIESGO PARA ALGUNAS ESPECIALIDADES

Si hablamos de las cifras de la última década, lo cierto es que la tasa de abandono se ha reducido considerablemente en todas las especialidades. Tanto, que en 2014 esta llegó a ser del 13,10% con respecto a los que habían comenzado a formarse en 2009 o 2010, reduciéndose con el paso de las convocatorias hasta llegar al citado 4,20% de 2023 (en 2022 fue incluso del 3,42%): 9,71% en 2015, 8,06% en 2016, 7,86 en 2017, 6,99 en 2018…

En el total de los últimos diez años, han abandonado su plaza de especialista en formación 4.648 personas, el 6,79% de los que la comenzaron. Aquí también hay considerables diferencias entre las distintas especialidades: dos presentan más de un 20%, Medicina del Trabajo (28,6%) y Medicina Preventiva y Salud Pública (23%), con Farmacología Clínica, una de las multidisciplinares, liderando el listado con un 31,6%.

Casi diez puntos porcentuales menos en diez años

El mínimo lo presentan, en el otro lado de la balanza, Farmacia Hospitalaria (1%), Dermatología (1,1%), Pediatría (1,6%), Cirugía Plástica (1,7%), Oncología Médica (1,7%) y Aparato Digestivo (1,9%). Además, apunta Vicente Matas, el porcentaje de abandono entre los residentes en activo es aún menor, del 2,09%, por lo que parece que la línea descendente se va a mantener en los próximos años.

No obstante, matiza, para las especialidades más afectadas por la supresión de la elección presencial que se instauró a raíz de la pandemia, la diferencia entre plazas adjudicadas y especialistas formados al finalizar la residencia se incrementará sensiblemente: “Conocemos que son muchos, demasiados, los que no llegan a tomar posesión de la plaza adjudicada o bien abandonan en los primeros días o semanas”. “Esperemos que, en esta convocatoria, finalmente se recupere de alguna forma la elección en presencial o en tiempo real”, confía el médico jubilado andaluz.

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