Medicina del Trabajo fue, en 2023, la especialidad MIR (médico interno residente) que más residentes abandonaron en algún punto de su formación, si bien es cierto que, como ya repasamos en un artículo anterior, muy pocas especialidades pueden presumir de tener un 0% de abandono. Así, de los 65 médicos que iniciaron su especialización en Medicina del Trabajo en 2019, y que deberían haberla terminado cuatro años después, finalmente “solo “ acabaron 52, quedándose de esta manera por el camino 13 personas, el 20% de las que empezaron
Desde la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT), señala a ConSalud.es su presidente, Juan Carlos Rueda Garrido, reconocen que ese 20% es un dato “poco alentador”, aunque también matizan que analizando los números en frío, y dejando a un lado los porcentajes, todo se relativiza un poco. De hecho, en honor a la verdad, hay otras cuatro especialidades con mayor número de abandonos -en cifras absolutas- entre los residentes que podrían haber terminado en 2023: Medicina Intensiva (14), Anatomía Patológica (16), Medicina Interna (25) y Medicina Familiar y Comunitaria (62).
Además, Medicina del Trabajo ha mejorado significativamente con el paso de los años. En 2014, la diferencia entre los que podían terminar y los que finalmente terminaron fue de 59 personas (48,36%); en 2015, de 31 (33,70); en 2016, de 25 (30,86%); en 2017, de 24 (33,80); en 2018, de 18 (32,73%); en 2019, de 5 (11,11%); en 2020, de 14 (28,57%); en 2021, de 7 (11,67%); en 2022, de 5 (7,94%); y así hasta llegar hasta el citado 20% del pasado 2023.
“A nivel de recursos profesionales y laborales, el futuro de nuestra especialidad es realmente prometedor"
Aún así, indica Rueda Garrido, todavía queda un largo camino por delante, y mucho trabajo por parte tanto de las administraciones como de su sociedad científica. Por la suya, explica, en los últimos años se están esforzando para divulgar los beneficios y atractivos de su especialidad. “A nivel de recursos profesionales y laborales, nuestro futuro es realmente prometedor. Hay mucha demanda de especialistas en Medicina del Trabajo que terminan su residencia, y las residencias en sí también están mejorando”, destaca el especialista.
También buscan llegar al grado de Medicina, un lugar en el que puedan informar acerca de su formación, trabajo y posterior repercusión en la sanidad. “Hay muchas expectativas de desarrollo profesional. Por ejemplo, en investigación, algo que muchas veces no se sabe si no lo contamos los que ya somos especialistas”, subraya el presidente de la AEEMT. Luego, por parte de las administraciones, Rueda Garrida reivindica la implementación de algún tipo de medida para “penalizar” esos abandonos de plaza, que además han aumentado desde que el Ministerio de Sanidad eliminó el sistema de elección presencial a raíz de la pandemia.
“Seguramente, desde el Ministerio estén pensando en algún sistema para penalizar aquellas adjudicaciones de las que al final no se toma posesión. Es una pena que a veces pierdan su capacidad de elección algunos médicos que a lo mejor sí que la hubiesen elegido y terminado, porque además la tasa de abandono suele ser en los primeros días”, confirma el experto de una especialidad que, junto a Medicina Familiar y Comunitaria y Medicina Preventiva y Salud Pública, no logró agotar todas sus plazas tras la convocatoria ordinaria.“Queremos seguir siendo líderes en una sociedad del bienestar y en la protección del entorno laboral. Necesitamos seguir protegiendo a las organizaciones y a sus trabajadores, sin olvidarnos de la salud mental, y esto solo se consigue teniendo especialistas, garantizando su formación y la disminución de los abandonos”, insiste.
ACTUALIZAR EL PROGRAMA FORMATIVO, OBJETIVO PRIMORDIAL
Otra de las claves para lograr hacer más atractiva la especialidad podría ser la actualización del programa formativo de Medicina del Trabajo, que, como el de la citada Medicina Preventiva y Salud Pública, permanece intacto desde el año 2005. Son los dos más antiguos quitando a los de 1998, y que Sanidad ya ha dicho en alguna otra ocasión que van a ser los primeros en salir: Anestesiología, Cirugía Cardiovascular, Medicina Nuclear, Cirugía Torácica y Medicina Intensiva. Desde la Asociación dieron el visto bueno definitivo tras la celebración del último Congreso Nacional -y segundo internacional- de Medicina y Enfermería del Trabajo.
“Ya tenemos un borrador preliminar con las conclusiones de la revisión del programa anterior"
“Ya tenemos un borrador preliminar con las conclusiones de la revisión del programa anterior, que vamos a compartir primero con los socios de la AEEMT para después enviárselo a la Comisión Nacional, a la que el Ministerio también le ha pedido un borrador de propuestas. Es una necesidad imperiosa”, comenta Rueda Garrido. Para ello, informa, crearon tres grupos de trabajo: uno de médicos del trabajo con experiencia en formación especializada; otro de especialistas con más de diez años de ejercicio profesional; y otro “junior”, con menos de tres años de experiencia pero con las rotaciones -uno de los principales aspectos que quieren modificar- más recientes.
“Han trabajado de forma independiente a través de unos cuestionarios para generar discusiones y clasificar todas estas ideas concretas. La verdad es que ha sido muy sencillo”, destaca el especialista sobre un proyecto en el que finalmente han participado más de quince profesionales. Una de sus conclusiones, señala, es que el curso superior de Medicina del Trabajo debe desaparecer, y en su lugar proponen incluir un programa teórico de la especialidad que se puede hacer dentro de la misma unidad docente “y contar o no con especialistas ajenos, como los del servicio de Prevención”. “La competencia investigadora también se debe adquirir como una competencia transversal, con el apoyo de las unidades de investigación del hospital al que el residente está adscrito”, añade.