Cada persona, sea cual sea su formación o la profesión a la que se quiere dedicar, es un mundo. Por eso, de cara a la preparación del examen MIR, las academias se adaptan a la situación de cada alumno; y lo hacen no solo ayudándole con servicios de tutorías y de ayuda psicológica, sino ofreciendo, directamente, distintas modalidades de curso a las que se pueden apuntar y que se ajustan a sus necesidades particulares.
La modalidad “estándar”, y a su vez la más recomendable, es la del curso de 17 meses. Los aspirantes comienzan a prepararse para el MIR al empezar su último año de Medicina, dedicando el periodo de septiembre a junio a profundizar en la parte “más básica” del MIR. “Aquellos conceptos más repetidos, más rentables, para conquistar la primera etapa de conocimiento”, explica José Curbelo, coordinador académico de MIR Asturias, en una charla en el plató de ConSalud TV. No obstante, también existe el curso de once meses, que lo que hace es condensar todo esto de marzo a junio.
"Para nosotros, el gran objetivo es afinar, de tal manera que entre los últimos simulacros y el propio MIR no haya mucha diferencia"
Ambos confluyen después en el intensivo de siete meses, que dura desde junio hasta el día del examen MIR, y en el que las academias se vuelcan cada año en cuerpo y alma para que el resultado final sea lo más satisfactorio posible. Por todos es sabido que esta etapa es muy dura, y que exige a los aspirantes a médicos especialistas una dedicación, valga la redundancia, intensiva. O, como definen desde MIR Asturias en la entrevista, en la que también estuvo presente su director general, Alberto García Guerrero, “un calendario ambicioso, pero alcanzable”.
“En sexto lo importante es acabar la carrera, así que la academia te da mucha flexibilidad para elegir lo que puedes hacer. Eso me resultó muy útil para coger junio con fuerza y comenzar el intensivo”, recuerda Cristina, una alumna de MIR Asturias que, como María, otra compañera de academia, presentes ambas en la entrevista, se apuntó a la modalidad de 17 meses. “Para nosotros, el gran objetivo es afinar, de tal manera que entre los últimos simulacros y el propio MIR no haya mucha diferencia. Y si encima todo eso permite que cumpláis vuestro sueño, eligiendo la especialidad y el hospital que queréis, bienvenido sea", concluye José Curbelo.