Rotación de Psiquiatría en Japón: “En su MIR te dejan elegir por qué servicios quieres pasar”

Entrevistamos a José Ramos Moreno, residente de Psiquiatría del Hospital de Guadalajara, que pasó tres meses de rotación en una clínica de salud mental en Tokio

Yotsuya Yu Clinic, en Tokio (FOTO: Cedida a ConSalud.es)
Yotsuya Yu Clinic, en Tokio (FOTO: Cedida a ConSalud.es)

José Ramos Moreno siempre lo tuvo claro, incluso antes de saber que su futuro iba a ir encaminado hacia la Psiquiatría: quería vivir en Japón durante algún tiempo. Por eso, cuando el joven cordobés, después de hacer el MIR, eligió para su residencia el Hospital Universitario de Guadalajara, una de las primeras cosas que hizo fue comenzar a buscar la forma de hacer una rotación en el país nipón. Y finalmente lo consiguió: se hizo con una de las cotizadas becas que otorga cada año la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental y, desde hace unos meses, ya puede decir que sabe lo que es ejercer la profesión en un lugar tan particular.

“Yo me hubiese ido incluso sin beca, eligiese la especialidad que eligiese. Lo tenía clarísimo desde antes de empezar de la residencia, ya había estado en Japón un par de veces como turista y me quedé con las ganas de hacer el Erasmus allí”, recuerda José en una entrada concedida a ConSalud.es. De hecho, reconoce, una de las razones por las que escogió el Hospital de Guadalajara fue porque le permitían hacer rotaciones externas internacionales: “Quería aprovechar eso. Nada más entrar empecé a preguntar en docencia del hospital si era posible, y la beca, cuando me enteré de que existían, al final fue una ayudita extra”.

“Yo me hubiese ido incluso sin beca, eligiese la especialidad que eligiese"

El residente se puso así manos a la obra y, después de cumplimentar todos los papeles requeridos, se plantó en la Yotsuya Yu Clinic, ubicada en Tokio. Antes se había puesto en contacto con otros dos españoles que ya habían estado antes allí, quienes, a su vez, le facilitaron el contacto del director de la clínica, parte del 95% que supone la privada en el sistema sanitario japonés. “Era una clínica que se había creado para el abordaje transcultural, que era lo que a mí me interesaba. Es decir, cómo la cultura lo atraviesa absolutamente todo: la salud, la enfermedad, la angustia… y cómo la atención a una persona que viene de un determinado trasfondo cultural difiere completamente de la que viene de otro”, explica.

Todo ello, claro está, partiendo de la base de lo diferente que es culturalmente Japón con respecto a España y a Occidente en general. También a la hora del abordaje de la salud mental de la población. “Mi forma de ver la Psiquiatría oscila más hacia priorizar lo social y lo psicológico, mientras que lo que prima más en Japón es el aspecto farmacológico. El estado allí te cubre parte de las consultas psiquiátricas y de los fármacos, pero nunca te van a cubrir una psicoterapia. Eso hay que pagarlo al 100% de manera privada”, comenta José. “Incluso el título de psicólogo clínico como el que tenemos en España no existía hasta hace unos años”, añade.

“Al final son cosas que tienen que ver precisamente con eso, con su cultura. Hay cosas del modelo de España que no funcionaría si se implementasen en Japón, y viceversa. Tanto los médicos como los pacientes de allí están contentos con esa jerarquía, con ese mayor paternalismo, que aquí no cuadra tanto. Por ejemplo, a la hora de hacer informes de derivación, dan mucha más importancia a la parte del entorno familiar, de conocer sus lazos sociales, qué personas tiene que se puedan hacer cargo de él…”, señala José, quien, no obstante, también encuentra un aspecto muy positivo y “sorprendente” dentro del modelo japonés: las dosis de fármacos.

"En Japón se habla con muchísimo respecto de las personas a las que se atiende"

“Si las dosis habituales de olanzapinas en España son de 2,5 o de 5 miligramos, en Japón son de 1,25. Si de trazadona se pautan 100 aquí, allí son 25. Y funcionaba, no era efecto placebo”, afirma el futuro psiquiatra. “Para mí fue muy enriquecedor ver cómo se trabajaba esto en otro lugar del mundo. En Japón, se beneficiarían mucho si ampliasen la variedad de los abordajes en Psiquiatría", insiste.

También es distinta la forma de especializarse, el MIR japonés. Allí siguen el modelo de Estados Unidos, en el que no solo basta con que el aspirante elija la plaza, sino que también hay que ser aceptado por el hospital: “Las residencias constan de cinco años. Los dos primeros son generales, y pasas por todos los servicios de cualquier especialidad, un poco a modo de los rotatorios que tenemos en los últimos años de la carrera de Medicina en España. Y luego ya son tres años en la especialidad que elijas. La diferencia es que en Japón no hay un programa que te obligue a pasar por todos los servicios de la especialidad. Por ejemplo, yo conocí a un psiquiatra que había decidido estar los tres años únicamente en agudos y en urgencias”.

LAZOS JAPÓN-ESPAÑA

La llegada a un país tan exótico siempre se lleva mejor si, además de poder contactar con españoles que han estado en tu lugar de trabajo antes, tu propio jefe también guarda una estrecha relación con España. Y es que la Yotsuya Yu Clinic fue fundada en el año 2006 por Abe Yū “para atender principalmente a población latina de origen japonés que había tenido que emigrar por la Segunda Guerra Mundial”: “A partir de los años ochenta, Japón sacó leyes nuevas para que la gente que se había marchado pudiese volver y recuperar la nacionalidad, y los que hay ahora ya son de segunda o tercera generación. El doctor tenía mucho interés en esa población, porque consideraba que era una minoría a la que no se atendía del todo bien”.

Para prepararse, realizó un intercambio académico de Psiquiatría en nuestro país, concretamente en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. “Ya tiene setenta y tres años, pero no piensa en ningún momento en jubilarse”, apunta entre risas José, quien, para poder vivir esta experiencia, hubo de empaparse del idioma local. “No basta solo con el inglés, porque la gente a la que atiende la clínica son 50% extranjeros y 50% locales. De hecho, al final tienes que usar japonés casi todo el rato, y el resto es en inglés, español, portugués y chino. Yo me apunté al empezar la carrera, y a lo tonto ya han pasado nueve años”, recuerda el joven cordobés, quien no se cierra la puerta a encauzar su futuro profesional hacia el país nipón: "Con decirte que al terminar la rotación agoté todos mis días de vacaciones para poder seguir allí...".

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