Sanidad sigue adelante con su “repesca” de plazas MIR vacantes y renuncias: “No tendría fin"

Preguntamos a la Asociación MIR España (AME) y a la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS) por cómo podría funcionar la repesca de plazas libres que plantea el Ministerio de Sanidad para la convocatoria de 2026

La ministra de Sanidad, Mónica García, desea suerte a los aspirantes al MIR antes del examen. (Foto: Sanidad)
La ministra de Sanidad, Mónica García, desea suerte a los aspirantes al MIR antes del examen. (Foto: Sanidad)
Manuel Gamarra
21 marzo 2025 | 07:00 h

Por fin. Después de mucha espera y dudas acerca de si finalmente saldría adelante, el Ministerio de Sanidad ha publicado esta semana la modificación del Real Decreto 589/2022, de 19 de julio, que autoriza a que el formato de elección de plazas presencial vuelva a la convocatoria de Formación Sanitaria Especializada (FSE) de 2025, suprimido en 2021 con motivo de la pandemia. Junto a ello, la cartera de Mónica García también ha incluido en el citado Real Decreto la “posibilidad” de que exista una segunda ronda de adjudicación para cubrir las plazas que queden vacantes tras la primera asignación, algo que, aseguran desde el propio Ministerio, permitirá “optimizar” la disponibilidad de profesionales sanitarios especializados y “responder” a la necesidad de cubrir ciertas especialidades.

En concreto, aunque no la nombran directamente, se refieren a la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, que lleva ya varias convocatorias MIR (Médico Interno Residente) dejando vacantes sin cubrir. De momento, desde el Ministerio de Sanidad no han ofrecido más detalles sobre cómo va a funcionar esta “repesca” de plazas vacantes, más allá de que se hará de manera exclusivamente electrónica y que entrará en vigor ya para la convocatoria del año que viene. Las dudas que surgen entre los futuros residentes que se presentarán en 2026, muchos de los cuales ya han comenzado a preparar el examen de acceso, son muchas.

Entre ellas, Alejandra García, miembro de la Junta Directiva de la Asociación MIR España (AME), ya expuso en su momento a este periódico un caso concreto que podría dar pie a una situación injusta entre los aspirantes. “Imagina que yo saco número de orden 4.800, y, como no me llega para la plaza que quiero, elijo la siguiente opción, que es Medicina de Familia. Pero días más tarde, cuando empiezan las renuncias, resulta que el número 4.200, que es quien había elegido la plaza que yo quería de Psiquiatría, renuncia a ella y sale a repesca. Yo no puedo optar a entrar en esa repesca porque ya he elegido, pero una persona con número 7.000, y que no había escogido en la primera vuelta, sí, y se podría quedar con la plaza”, planteaba entonces Alejandra García, cuando el Real Decreto salió a audiencia pública.

"Para arriesgarte a esperar para elegir plaza, también tienes que tener una cierta comodidad detrás"

Así, insiste ahora que ya sabemos que la medida va a salir adelante, el principal problema que le ve a la repesca -“estamos hablando de una franja muy determinada, de gente que tiene un número de orden intermedio, entre el 4.500 y el 5.500, y que decide esperar a ver si por algún casual tiene suerte en la repesca”- sigue siendo ese: va a “premiar” al que se arriesga a no coger una plaza por si en la siguiente ronda se queda libre otra de una especialidad que le gusta más, pero para la que su número de orden no le alcanza, y a “penalizar” al resto de los aspirantes que se han ganado su número de orden en el examen.

Todo esto, puntualiza, partiendo de la base de que en la elección del futuro residente solo interviene el “factor especialidad”. “Si tú ya has elegido, y en la repesca sale una plaza a la que alguien ha renunciado y que a ti te gustaba más, puedes pensar: ‘vale, la persona que la ha elegido, aunque tenga un número de orden más bajo que el mío, se ha arriesgado a no coger plaza en la primera adjudicación por si pasaba esto’. Pero es que, para arriesgarte a hacer algo así, también tienes que tener una cierta comodidad detrás. Hay gente que igual no tiene ese respaldo económico detrás, que vive con sus padres, y que no se puede arriesgar a quedarse sin ninguna de las dos opciones y que le toque una plaza que no está en su ciudad”, alerta.

TODOS DENTRO

Sheila Justo, vicepresidenta de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), tiene en cambio claro que, “para que sea lo más equitativo posible”, a la segunda de adjudicación van a poder entrar todos los aspirantes, incluidos los que ya habían elegido plaza. Y es que el sentido del MIR, recuerda, es ordenar a los aspirantes a través de un número, por lo que el segunda vuelta también debería cumplir con ese requisito. Entonces, ¿cómo se podría hacer? ¿cómo va la gente a renunciar a su plaza sin saber a qué otras plazas pueden aspirar?

“Tendrán que poner una fecha tope de unos dos meses para poder renunciar. Habría un primer procedimiento en el que se sacan las vacantes y las primeras renuncias, porque si hay alguien que lo ve, y tiene un número de orden anterior, podría aspirar a esa plaza vacía. Después, se haría una recolocación de unos por otros”, indica Sheila Justo, si bien reconoce que, efectivamente, se podría dar la circunstancia de que alguien con un número de orden superior también renuncie para acceder a la misma plaza que quiere alguien que está por debajo, lo que dejaría a esta persona “fuera del sistema” y sin saber seguro si podría volver a su plaza original, “volviendo a dejar plazas libres y desiertas”: “Sería un proceso que no tendría fin”.

¿UNA SOLUCIÓN EFECTIVA?

Especialmente, quedarían de nuevo plazas libres de la propia especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, que, si bien la mayoría de la gente elige por vocación, también recae en muchos médicos con números de orden bajos que no pueden aspirar a otra especialidad. De hecho, lo que pretende el Ministerio no es tanto que se cubran todas las plazas -para ello han implementado otras medidas, como el mencionado regreso a la presencialidad o la eliminación de lanota de corte-, sino que, una vez asignadas, las plazas cuyos adjudicatarios no se presenten el día de la incorporación queden de nuevo libres para los que no tienen.

En lo que Sheila y Alejandra coinciden es en que, sea cuál sea el método que va a seguir el Ministerio, va a producir una cascada de movimientos que puede ser “infinita”, especialmente en el caso de que participen todos los aspirantes, personas que han elegido Medicina de Familia y que vayan a la repesca buscando acceder a otra especialidad. “Si después de renunciar a tu hospital después de un mes, te tienen que volver a aceptar porque no has conseguido otra plaza en la repesca, es una discontinuidad muy grande en la formación. Ya tenías tu sistema más o menos organizado, las guardias…”, expone Sheila Justo.

“Si después de renunciar a tu hospital después de un mes, te tienen que volver a aceptar porque no has conseguido otra plaza en la repesca, es una discontinuidad muy grande en la formación"

Por eso, desde la Asociación MIR España le piden al Ministerio, más allá de la repesca, flexibilizar el movimiento interno de plazas si hay renuncias o abandonos en los primeros días de residencia: a día de hoy, la única manera de cambiar de especialidad o de hospital es volviendo a presentarse al examen de acceso, con todo lo que eso supone.  “Y ya no te digo cambiar de ciudad. Si yo, que soy gallega y vivo en Coruña, cojo una plaza en Santiago y luego resulta que se ha quedado libre una de la misma especialidad en Coruña, no me puedo cambiar, aunque la hubiese escogido solo 20 números detrás”, critica la residente gallega.

Pero es que, como mencionaba antes Alejandra, no todo tiene que ver únicamente con la especialidad, sino que también entra en juego la conciliación familiar. El propio presidente de AME, Jesús Arzúa, residente de segundo año de Medicina de Familia, es padre. “Hemos tenido casos de compañeros que han pedido el traslado a una plaza que estaba vacía porque su pareja estaba embarazada o tenían niños pequeños, y no se lo han concedido. Da igual que lo justifiques, y que solo sea cambiar de plaza que para que no se quede vacía dentro del primer año, que no va a pasar nada. Si lo que no quieren es que se queden plazas sin cubrir, también deberían hacer algo de cara a la movilidad interna de los residentes”, sentencia la representante de la Asociación MIR España.

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