Ha vuelto a saltar la polémica en torno a la especialidad de Medicina de Familia. Esta vez ha sido el consejero de Salud del País Vasco, Alberto Martínez, quien ha propuesto que el tiempo de formación vía Médico Interno Residente (MIR) se reduzca de cuatro a tres años para “duplicar” en cuatro o cinco años el número de médicos disponibles y así ayudar a paliar la falta de profesionales que adolece tanto su comunidad autónoma como el resto de España.
Como era de esperar, su medida, que sería “transitoria y voluntaria” y seguiría el modelo de países vecinos como Francia o Italia, donde el tiempo de formación para especializarse en Medicina de Familia sigue siendo de tres años -en España pasó a cuatro en 2005-, se ha encontrado con la rotunda oposición de los profesionales. Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), por ejemplo, emitieron en el día de ayer un comunicado en el que tildaban la medida del consejero vasco de “solución simplista”.
“La formación sanitaria especializada en Medicina de Familia que hay actualmente en España es una de las mejores de Europa, incluso del mundo, por lo que reducirla a tres años no se puede permitir de ninguna de las maneras. No es la solución a la falta de médicos que hay, y supone una pérdida de calidad en la formación de nuestros médicos que a su vez repercutiría en la atención a los pacientes”, afirma a ConSalud.es la doctora María José Gamero, responsable de tutores y residentes de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.
“La formación sanitaria especializada en Medicina de Familia que hay actualmente en España es una de las mejores de Europa, incluso del mundo"
Y es que la medida que propone Alberto Martínez no parece que sea una idea que se le ha ocurrido de un día para otro. Se trata de una propuesta que, informó él mismo durante una visita al hospital bilbaíno de Santa Marina, el Gobierno Vasco ha trasladado recientemente al Ministerio de Sanidad, y para la que, como otras que han lanzado para solucionar el problema de la falta de médicos, no han obtenido respuesta por parte de la cartera de Mónica García. “Es decepcionante. Ni nos dejan hacer ni hacen”, criticó el consejero de Salud del País Vasco.
Pero María José Gamero insiste: se trata de una solución “muy a corto plazo” y que no es viable, máxime cuando el nuevo programa formativo de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria salió a la luz el año pasado, después de casi dos décadas esperando su actualización. Por eso, hace alusión a las otras medidas que desde SEMERGEN llevan tiempo proponiendo: fidelizar a los residentes que terminan su formación -algo que varias comunidades que ya están haciendo con éxito-, ofrecer a los médicos de Familia contratos amplios e incentivos laborales, “que no es lo mismo que los económicos”…
“Por ejemplo, darles más puntuación en las bolsas de trabajo a los que trabajan en pueblos de difícil cobertura o más felixibilidad laboral. Que trabajen cuatro días, y el quinto lo cubra otro compañero para que también puedan abordar otras necesidades que tengan centros más cerca de los núcleos urbanos”, expone Gamero. En el País Vasco, indicaba recientemente a este periódico el nuevo presidente del Colegio de Médicos de Bizkaia (CMB), no están “en absoluto” tan afectados por el problema de la dispersión geográfica, algo de lo que sí adolecen otras comunidades autónomas y provincias de España. “Las distancias suelen ser de 30, 40 kilómetros, así que los compañeros pueden ir fácilmente a apoyar” destacaba entonces.
LAS REDES ESTALLAN
Las competencias que necesita adquirir un médico de Familia actual, asegura María José Gamero, no se pueden lograr en tres años, por mucho que en otros países sí que esté contemplado así. El modelo que se ha seguido en España, “y la experiencia de todos estos años”, subraya, demuestra que lo “idóneo” son cuatro: “Volver a los tres años sería tirar por tierra todo lo logrado”. “El médico de Familia resuelve multitud de patologías, no se dedica solo a los aspectos burocráticos o de prescripción. Hay que pensar en todos los aspectos y marcos que hay establecidos a día de hoy, no en soluciones cortoplacistas”, incide Gamero.
"Si reducen la especialidad a un cursillo online optativo de 15 días tendrían también más médicos de Familia"
A la propuesta del consejero del País Vasco de que los médicos formados en tres años puedan optar, después de cinco de ejercicio, a “liberarse” para recuperar el último año pendiente de formación, la especialista no le ve ningún sentido. “¿Qué sentido tiene que un médico que ya está en un sitio trabajando deje su cupo para volver a rotar un año más por donde sea?”, plantea. Pero ella no es la única que piensa que esta idea no tiene mucho sentido: las redes sociales también se han inundado de mensajes de profesionales sanitarios que han criticado duramente la medida de Alberto González de reducir el MIR a tres años.
“¿Y por qué no a dos años para ir más rápido? También faltan pediatrías o anestesistas, ¿les aplicamos el mismo criterio? Quizá si hubiesen consejeros con un solo año de formación, nos ahorraríamos frivolidades como esta”, escribía en su perfil de X Víctor Pedrera, secretario general de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM). Rubén Blanco, especialista en Medicina de Familia, se tomaba el tema con humor, señalando que, si reducen la especialidad a un “cursillo online optativo de quince días”, tendrían también más médicos de Familia: “No sé cómo no se les ha ocurrido”.